Santa Rosa de Osos es la cálida región antioqueña de donde han brotado personajes insignes de la historia colombiana. Algunos de ellos han sido el poeta Porfirio Barba Jacob y el militar y político, Pedro Justo Berrío.
El reconocido periodista deportivo, Oscar Restrepo, conocido en el medio deportivo de Colombia con el apodo de “Trapito”, también nació en este municipio y forma sin duda alguna parte de aquellas personalidades destacadas que son orgullo de esta próspera tierra que los concebió.
Oscar Restrepo quería comunicar a través de la enseñanza pero resultó comunicando con el periodismo. Comenzó en prensa escrita, luego en radio y en televisión.
Doce años atrás y con una vigorosa carrera en diferentes medios colombianos, Oscar decidió partir de Colombia con el objetivo de mejorar su salud y se instaló con su familia en la ciudad de Miami. Su carrera no paró allí y por el contrario, cosechó más conocimientos y experiencia.
Luego de más de una década de trabajar en los Estados Unidos para la reconocida Cadena de Televisión Deportiva ESPN, Oscar Restrepo ha regresado de nuevo a RCN empresa de donde partió y con su experiencia adquirida ha comenzado a desarrollar sus proyectos profesionales con el objetivo de hacer crecer esta Compañía que siempre ha creído en él y que bien lo ha recibido como su hijo pródigo.
Por: Germán Posada
G.P. ¿De dónde es graduado cómo periodista?
O.R. De la Universidad de Antioquia. Antes se llamaba Escuela de Periodismo, después Facultad de Comunicación. Soy Bachiller del Liceo Salesiano El Sufragio en el barrio Boston.
G.P. ¿Por qué eligió ser periodista deportivo?
O.R. Yo quería estudiar pedagogía, pero cuando llegué a la Universidad de Antioquia había un programa como una especie de Estudios Generales y allí llegábamos todos los aspirantes a cualquier carrera y esto duraba 4 semestres en los que nos atendían sicólogos que nos orientaban a escoger. Durante el primer semestre una sicóloga me dijo que yo tenía más afinidad con la comunicación en medios que en un aula porque yo reiteraba que me gustaban los deportes y que estaba en continuo contacto con ellos. Luego apareció Orlando Alarca Gaviria, persona que me dio la llave para abrir la emisora cultural de la Universidad y me invitó a ayudarle en un programa que él hacía en las tardes. Más o menos al año de estar en la Universidad por intermedio de un contacto de Orlando que le colabora a Armando Moncada Campuzano en Todelar, me llamaron como practicante al programa Estadio en La Voz del Rio Grande de 6 a 7 de la noche y así fue como me inicié en el medio deportivo.
G.P. ¿Cómo describe su experiencia en prensa?
O.R. Yo creo que esa fue la mejor escuela de periodismo. Comencé como corresponsal deportivo de La República en Medellín incluso hacía los servicios de corresponsalía desde el teléfono de la Facultad de Comunicaciones que iban dirigidos a la sede de La República en Bogotá. Así fui tomando vuelo. En el año 68 me convocaron para que me fuera a Bogotá y llegué a La República como redactor deportivo y fue por intermedio de los periodistas Darío Montoya y Henry Medina Bedoya. A mediados del año 70 el periodista Jaime Ortiz tiene un incidente en el Espectador por el cual prácticamente lo despidieron y se fue para el periódico El tiempo. Mike Forero me llamó para suplir la vacante de Jaime Ortiz y luego de un arreglo con don Guillermo Cano, estuve hasta el año 73.
Allí surgió un proyecto grande que era el nacimiento de dos medios. El Periódico cuya financiadora era Consuelo de Montejo (q.e.p.d) y el diario en la tarde que era El Bogotano. Yamid Amat quien fue el ideólogo de ese proyecto, llamó a Jaime Ortiz que estaba en El Tiempo y él le aceptó, pero con la condición de que yo estuviera también dentro del proyecto. Así nos convocaron a ambos con un acuerdo económico muy bueno.
Esto en realidad tenía un matiz totalmente político que era promover la candidatura de Alfonso López Michelsen (q.e.p.d) y que tenía entre algunos de los implicados a la familia Barco. El proyecto pintaba muy bien, pero como generalmente pasa con los salarios ofrecidos, la inversión hecha prácticamente no aguantó y se comenzó a desmontar lentamente y comenzaron a reducir el personal de ambos periódicos. Primero fue El Periódico y luego El Bogotano. Los grandes salarios desaparecieron. A mí me dio mucha tristeza porque Jaime Ortiz se tuvo que ir y yo que ganaba menos me quedé hasta el 75. En el año 76 gracias a Jaime Ardila me llamaron de El Espacio cuya directora era Margot Richie. Así llene el ciclo de la prensa hasta el año 78.
Para ese entonces yo ya estaba alternando en radio. Había estado en Todelar apadrinado por Pastor Londoño quién me acogió y me ayudó mucho. Formábamos un equipo, quizás el más recordado de la radio deportiva de Bogotá. Eramos Perdomo Ch, Hernán Peláez, Jaime Ortiz y otros. Cuando estaba haciendo las dos cosas me dicen de Todelar que no podían seguir permitiendo que los periodistas bien remunerados de su Cadena estuvieran trabajando para otros medios y exigían exclusividad. A mí no me pareció, teníamos buena sintonía y había iniciado conversaciones con la Familia Pava y en el año 78 dejamos a Todelar y nos fuimos a Súper. Así terminé mi ciclo con los medios escritos. En realidad, era muy difícil cumplir con varias funciones al mismo tiempo.
G.P. Si habláramos en términos de escuela, colegio, universidad, ¿cómo clasifica a Súper, Todelar y RCN?
O.R. Súper era una empresa que era ambiciosa, que tenía al frente a toda la familia. Todos muy interesados en el tema radial. Infortunadamente no tenían la capacidad de las otras dos grandes empresas, hablo de Caracol y RCN. Aquí aprendíamos, pero sentíamos que no avanzábamos.
En Todelar yo aprendí mucho y nos dieron mucha libertad y posibilidades. Comenzamos proyectos como fue volver al ciclismo con Eucario Bermúdez .Trabajé con Edgar Perea (Q.E.P.D) Pastor Londoño, Javier Giraldo Neira (Q.E.P.D) con mucha gente importante.
Pero ellos en el momento en el que no tuvieron televisión digamos que fueron dejando de lado la batalla que habían dado y con la que habían logrado ser los primeros y ver que tristemente se acabó. Ya no existe. Ahora son Sociedades con otros nombres y otros parámetros y la pugna entre los hijos de dos matrimonios de su fundador Don Bernardo Tobón de la Roche (Q.E.P.D).
RCN es una entidad que compite. Reconozco que mi crecimiento con esta cadena es quizás lo más importante de mi carrera porque ellos si competían. Volvieron a los mundiales de fútbol y las vueltas de ciclismo importantes.
En resumen, me parece que Todelar fue la escuela, Súper una oportunidad económica y RCN el crecimiento.
G.P. ¿Cómo superó en radio el hecho de que lo criticaban porque su voz no era la mejor?
O.R. Ese es un tema en el cual la gente se equivoca en decir que la gente que habla en radio debe tener voz sonora, grave o fuerte. Ahí hay un error de interpretación y creo que el mejor ejemplo es el de José María García quién tiene una voz peor que la mía y fue el número uno de toda la radiodifusión española en deportes.
En el ciclismo están los casos de Julio Arrastía Bricca (Q.E.P.D) ó Héctor Urrego con voces poco melodiosas.
Yo creo que las palabras, las ideas, lo que uno bien exprese, conceptúe o comunique, al final de cuentas vale más que la voz que abraza.
G.P. ¿Cuál fue el origen de su apodo “trapito”?
O.R. En La República había un periodista llamado Gabriel Cantor Zabala. En una época iba a cubrir la Vuelta a Colombia. Yo era muy delgado y tenía el pelo largo y además me dejé crecer una “barbita”. En ese entonces estaba de moda la tira cómica de “Pancho y Ramona” y uno de sus personajes se llamaba “trapito” y Gabriel Cantor decía que mi nombre era muy largo Oscar de Jesús. Y así me puso. En las crónicas escribía mi nombre, pero en los artículos que escribía detalles, chismes y otras cosas, eran identificadas con la cara del personaje. Hay gente hoy después de tantos años seguramente no saben mi nombre, pero saben cómo me dicen.
G.P. ¿Cómo le pareció el desempeño del técnico Nestor Pekerman en la Selección Colombia?
O.R. Yo creo que fue bueno. Llevó a Colombia a dos Mundiales. Generó un aislamiento para los jugadores y para su cuerpo técnico incluso para la misma Federación, que les convino porque no hubo tanta intromisión de los medios. Todo esto fue bueno en los resultados. Pero no fue bueno en la creencia de que el dejó una escuela o una huella.
Pekerman no dejó absolutamente nada sembrado en Colombia. Aprovechó una buena cantidad de jugadores por toda la experiencia que él tenía. Pero claramente lo repito la huella de Pekerman ya estaba extinguida porque no la dejó en Colombia.
G.P. ¿Era la hora de qué se fuera?
O.R. Yo siento que si porque no había comunicación. Pekerman se aisló tanto que terminó víctima de su propio invento. El no daba una entrevista particular a nadie. Solamente creía en sus 10 auxiliares. No compartió con el técnico de la Sub-20, Carlos Restrepo. Nunca compartió con los técnicos de la Sub-17 o la Selección Femenina. No compartió con los entrenadores jóvenes del país que esperaban que les diera una oportunidad por lo menos de hablar o tener un contacto con la Selección. Yo creo que si era el momento de que se fuera.
El resultado de Rusia no fue bueno. Colombia no jugó bien en este Mundial. Hizo un Mundial decoroso, pero no fue bueno.
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G.P. ¿La Selección Colombia necesita un técnico del exterior?
O.R. No. Colombia necesita un técnico colombiano. De Colombia se marcharon 3 o 4. Reinaldo Rueda en Chile, Juan Carlos Osorio en Paraguay, Hernán “Bolillo” Gómez en Ecuador, ellos forman el 33 por ciento de los técnicos de Suramérica. Son 10 selecciones y hay tres que son colombianos.
Creo que en este momento en el país hay técnicos como Luis Fernando Suarez mundialista con Ecuador y Honduras. Arturo Reyes, si tuviera a su lado a alguien con experiencia esto podría caminar. No creo que Colombia necesite en ningún momento en esta etapa de su desarrollo un técnico extranjero.
G.P. ¿A parte del fútbol también está preparado para comentar otros deportes?
O.R. Si. El deporte que más me seduce, el que más me simpatiza es el atletismo. Me volví un hincha del atletismo justamente por mi relación permanente en los comienzos con Jaime Ortiz. Me volví casi que un gomoso enfermo porque además lo practicaba. Luego por herencia del retorno de Todelar al ciclismo, Eucario Bermúdez me convenció que fuera a la Vuelta de Colombia de comentarista con Pastor Londoño y cada fin de semana transmitíamos las carreras de las Ligas de Bogotá y Cundinamarca. Ahí me comencé a especializar en ese tema del ciclismo y por mis conocimientos he tenido la oportunidad en los últimos 12 años de comentar el Tour de Francia.
G.P. El boxeo colombiano ha estado casi que en el olvido. Ahora tenemos por primera vez un campeón mundial de boxeo semipesado. ¿Puede ser esto una alerta al Ministerio de Deportes para que patrocine este deporte de tantas glorias mundiales?
O.R. Creo que usted tiene razón. El boxeo es un deporte ganador. Lo que ocurre es que el boxeo se ha deformado demasiado. Me parece que hay seis asociaciones. Entonces la credibilidad de este deporte frente a la opinión ha bajado mucho. No sé si en Colombia por las mismas circunstancias que se han vivido no ha habido el apoyo que requeriría este deporte.
Todos sabemos que el boxeo es un deporte, yo diría de una extracción muy humilde, una persona que tenga una regular condición económica o que tenga una posibilidad de estudiar no se mete en el boxeo. Es un deporte en donde llegan personas que buscan a través de él un resarcimiento económico. Y esto no pasa solamente en Colombia si no en muchas partes de mundo. Creo que se le debería dar un sentido de pertenecía a un deporte que nos ha dado glorias tan grandes, como Antonio Cervantes “Kid Pambelé”, Rodrigo Valdez (Q.E.P.D), Ricardo Cardona (Q.E.P.D) o Miguel “Happy” Lora, entre otros.
“Yo creo que las palabras, las ideas, lo que uno bien exprese, conceptúe o comunique, al final de cuentas vale más que la voz que abraza”.
Oscar Restrepo acompañado de Mario Sábato narrador de ciclismo, en los Estudios de ESPN.
G.P. Para usted el éxito es algo pasajero. ¿Por qué?
O.R. La gente cree que la popularidad es eterna y eso no es así. La gente mide a muchos seres humanos por lo que tenga, lo bonito o lo que es y resulta que todo esto es absolutamente pasajero. Me parece que el éxito es disfrutar una buena comida un rato y ya.
Yo no creo que nadie se perpetúe en el éxito o en la capacidad de seguir siendo popular para el resto de la vida. El éxito es pasajero. Es una parte que luchamos por tenerla, pero dura tan poco como eso. Como una comida.
G.P. ¿En el periodismo deportivo en Colombia siguen los mismos con las mismas o ya está teniendo apertura hacia otras figuras?
O.R. Hay mucho relevo generacional. Yo siento que el tema de los mismo con las mismas es producto de algo que se da casi que en todos los factores sociales de Colombia. Es decir, los relevos tienen que llegar a tiempo. Tienen que ser fundamentados bajo la responsabilidad de los medios. Los medios no confiaron en determinado momento en mucha gente joven que esperaba el relevo y preferían mantener a las personas que tenían más nombre, más popularidad y seguramente más reconocimiento porque eran productos que se vendían más fácil.
Pero, por ejemplo, en el tema del deporte yo he visto un cambio en un sesenta u ochenta por ciento. Algunos nos mantenemos, pero haciendo ya cosas muy concretas. No el avasallar todo como se hacía. Yo por ejemplo participaba de todas las transmisiones deportivas de RCN. Todo esto cambió radicalmente por el tema económico y por algo muy importante. Porque hay gente muy preparada.
G.P. ¿Por qué hace 11 años quiso ir a probar suerte en Estados Unidos?
O.R. Me diagnosticaron hipertensión arterial muy alta, producto según los médicos, por el estrés. Uno de ellos me recomendó irme a vivir al nivel del mar. En 1999 me fui a la ciudad de Miami con la familia. Uno de mis hijos ya vivía allí. Me fui no en el plan de pensar en que me iba a convertir en lo mismo que era en Colombia. Me fui a buscar la oportunidad de hacer algo y estar tranquilo cuidando la salud como objetivo básico.
Allá comencé como jefe de Comunicaciones de Interforever Sports que después se llamó Traffic USA. Ellos contrataron espacios de radios, se hacían transmisiones de circuito cerrado y de televisión en canales que pagaban. Paralelo a este trabajo estuve colaborando con GolTV desde su fundación.
G.P. ¿Cómo describe su experiencia en ESPN?
O.R. Comencé en 2006, ya completé 12 años y creo que no lo hecho mal. Es una Compañía muy grande y poderosa. Dependiente del Grupo de Disney. Ha hecho fusiones muy importantes que ha manejado toda la cantidad de eventos o de competencias que uno pueda imaginarse en las principales disciplinas deportivas. Allí me invitaron a comenzar el proyecto de radio que se llama ESPN Deportes Radio que ya completó 12 años con mucha vigencia y que reemplazó a Radio Unica, un proyecto que había comenzado muy bien pero que fracasó.
Por mi experiencia me fueron llevando a eventos a nivel local y después en la última gran vinculación fue el tema del ciclismo. ESPN maneja el tema del ciclismo para Latinoamérica y al lado de Georgina Ruiz, primero y luego con Mario Sábato hicimos un equipo que me han hecho sentir muy bien. ESPN es una casa valiosa para la gente que quiera aprender y progresar en esto. Hice cosas importantes y dejé una huella a tal punto que cuando me vine la gente de ESPN me dijeron que podía seguir colaborándoles desde Colombia y todavía estoy con ellos.
G.P. ¿A su regreso como encontró el desarrollo de los medios de comunicación en Colombia, por lo menos en el área deportiva?
O.R. Tecnológicamente muy bien. Yo creo que Colombia en este tema está totalmente al día. En producción, en cámaras, eventos al aire, en todo lo que tiene que ver con el desarrollo. Por ejemplo, el Primer Canal deportivo que se dio aquí que fue WIN SPORTS, en ese sentido creo que no hay nada que envidiar.
En el tema de la pre y la post producción si ha fallado. Yo veía muchas transmisiones en las que era haciendo radio en televisión.
Eso para mí que venía de hacer el otro ciclo en Estados Unidos es algo decepcionante. Pero si creo que van llegando a un punto en que con certeza van a salir adelante en cualquier momento y va a ser una televisión muy competitiva.
En cuanto a radio, usted bien lo sabe. La radio colombiana no tiene nada absolutamente que envidiarle a nadie en ningún sentido. En producción, ejecución al aire, en resultados de internacionalización, de crecimiento, nuestra radio es un ejemplo para el mundo. Le acaban de dar justamente el Premio Ondas a las dos cadenas Caracol y RCN no solamente por sus 70 años si no por todo lo que producen radialmente para el mundo.
G.P. ¿Cuál considera será su aporte en RCN con la experiencia adquirida en el exterior?
O.R. Yo estoy haciendo en este momento dos programas que cuando yo vine no se hacían. Yo traté mucho para hacerlos entender que uno tiene que salirse del cascarón provincial, de la parroquia y que había que internacionalizarse.
Realizo un programa de 4 a 5 de la tarde en ANTENA 2 que se llama 60 MINUTOS A LA REDONDA en donde no hablamos un sólo segundo del fútbol local. Solamente hablamos de fútbol internacional. Es una idea que ha cuajado y que ha tenido muy buen eco y sobre todo para la gente joven que es la que más se interesa por el tema del fútbol internacional en donde son protagonistas futbolistas latinoamericanos entre ellos colombianos.
En la CADENA BASICA hacemos un programa que se llama LA DOCE en la noche que es totalmente de opinión, hablamos de fútbol nacional pero más enfocado en lo internacional. Buscamos personajes para respaldar el desempeño de los futbolistas o deportistas colombianos en el mundo. Tenemos expertos. Es muy normal ver en las transmisiones o en los programas deportivos que haya periodistas de Argentina en Colombia radicados. En LA DOCE comenzamos con Eduardo Biscayart, comentarista destacado en varios canales de los Estados Unidos.
Nosotros dimos la cuota inicial para que otros hicieran lo mismo como en BLU Radio, La W, ó CARACOL.
Si faltaban algunas cosas y eso es lo que vine a hacer entender, que el tema es no encasillarnos solamente en lo local si no darle espacio a lo internacional. La trascendencia que está tomando esto con la presencia de los colombianos en el exterior es muy grande.
G.P. ¿Algún talento colombiano al aire que trabaje en Estados Unidos y que Colombia debería tenerlo en cuenta?
O.R. Podría mencionar por ejemplo a: Kenneth Garay, Omar Orlando Salazar, Carolina De Las Salas una periodista colombo venezolana, Ricardo Mayorga…
G.P. ¿Por qué le gustan más los pueblos que las grandes ciudades?
O.R. Por la paz que se respira. He vivido en ciudades como Medellín, Bogotá que es un caos. Viví en Miami y parcialmente en otras grandes ciudades. La verdad el tema del gigantismo es pavoroso. No solamente en el tema eco social si no en las dificultades de traslado, transporte, inseguridad. Soy un creyente absoluto de que tarde o temprano no si vaya a retornar a Santa Rosa de Osos, pero por lo menos en Bogotá me he refugiado muy lejos del centro de la ciudad. Disfruto del aire puro y de las montañas. Esto es muy bueno para la salud.
“Nos duele a todos haber perdido a un genial hombre de los medios por una terrible enfermedad que se lo llevó en menos de dos semanas. Paz en su tumba”.
Arturo Matamoros, izquierda, Oscar Restrepo, centro, Javier Giraldo Neira , derecha. Vuelta a Colombia 1976.
G.P. Recientemente murió el respetado periodista Javier Giraldo Neira. ¿Cómo lo recuerda?
O.R. Persona entrañable, generosa, con muchas virtudes, destacó en su tierra y desde allí se convirtió en figura nacional en Todelar, Caracol y RCN, donde concluyó hace un año su labor ante los medios radiales. Puede ser considerado ideólogo de un estilo florido, que hizo carrera con varios de sus mejores alumnos hoy todavía vigentes. Javier hizo del periodismo casi que una obligación, porque su padre, que fue miembro importante del Diario de casa La Patria, no lo quería ver en esos menesteres, pero terminó ganándole su afición. Fue el creador de Nuevo Estadio, primer semanario del fútbol colombiano, editado en la ciudad de Manizales y de distribución nacional e internacional. Javier Giraldo cubrió olímpicos, mundiales de fútbol, de ciclismo, Vueltas a Colombia, México etc. Periodista múltiple.
Nos duele a todos haber perdido a un genial hombre de los medios por una terrible enfermedad que se lo llevó en menos de dos semanas. Paz en su tumba.
G.P. ¿A quién considera cómo su maestro en su carrera de periodismo?
O.R. Tuve varios. En la Facultad tuve un maestro que no olvidaré jamás. Don Alfonso Lopera Lopera, él era el Decano. Una persona sensacional, fabulosa. En radio dos personas de las cuales viviré eternamente agradecido. Uno es Armando Moncada Campuzano y el otro Pastor Londoño. Armando Moncada en la parte radial concretamente. Pastor Londoño me abrió una puerta que yo ni pensaba en ella pero que es muy importante en radio y que es la comercial. El me enseñó lo importante que era saber comercializar el asunto.
Cada uno me abrió un camino muy importante dentro de la radio que para mí sigue siendo el mejor renglón de las comunicaciones. Muchos dicen que la televisión es más mediática y eso es cierto. Antes cuando la televisión era del Estado, era amañada, manipulada, ahora es diversificada y tiene intereses. Todo, absolutamente todo, en los medios actuales se mueve a través del interés económico.
No he conocido hasta ahora una empresa de medios que me diga que está solamente por sobrevivir.
G.P. ¿Su estadía en Miami si le ayudó a mejorar su salud?
O.R. Por supuesto que vivir a nivel del mar mejora la condición de un hipertenso. La medicación bajando de 2.600 metros a cero metros ayuda. En mi caso cambié muchas actividades, bajé la rutina, mucho ejercicio y con ritmos menos severos la condición médica fue completamente distinta. Tras un tiempo adaptado y con una medicina que fue cambiando se estabilizó el tema de la hipertensión. Esa fue mi historia de bajar a vivir bajo otras condiciones y menos compromisos.
G.P. El respetado Eucario Bermúdez escribió el libro “El Talento no se Jubila”. ¿Hay talento para rato con Oscar Restrepo?
O.R. Si porque considero que me he probado en varias circunstancias por ejemplo arrancando de Medellín para Bogotá y conquistar Bogotá no fue fácil, pero creo que lo logré, eso sí con un equipo, porque esto de la radio es colectivo en donde todos forman parte. Si creo que el talento no se jubila, pero si le digo que cada día veo más cerca el momento de decir basta porque tampoco nos podemos quedar toda la vida alrededor de micrófonos o de computadores o redes sociales.
En la vida llega el momento en el que definitivamente uno tiene que decir basta.
G.P. Muchas gracias.
O.R.: Muy amable. Le agradezco que se haya acordado de mi.
“En la vida llega el momento en el que definitivamente uno tiene que decir basta.”
Oscar Restrepo. ESPN Bogotá.
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