Narrar deportes es una profesión de suma laboriosidad y creatividad en donde coinciden elementos muy importantes cómo la agilidad mental, la fluidez verbal y una excelente capacidad de improvisación. Reunir estas cualidades no es tarea fácil, pero hay quienes las poseen y las ejercen de manera tan prodigiosa que resultan siendo el motor que hace despertar las emociones más recónditas de un público ansioso de ver a su equipo triunfar.
Gustavo Alberto Sanint Alarcón (“El Tato Sanint”), reúne estas cualidades y forma parte incuestionable de una selecta camada de relatores deportivos colombianos que han hecho con su pasión, el deleite de millones de oyentes que siguen el futbol no sólo en nuestro país si no en el resto del mundo.
En esta fecha, “El Tato Sanint” esta de aniversario y los celebra doblemente porque en este mes también está cumpliendo 30 años de servicio en la cadena radial Caracol. Para festejar, Sanint nos participa una pequeña parte de ese colosal recorrido que ha tenido en la narración deportiva de la radio y de la televisión colombiana.
Por: Germán Posada
G.P.: ¿A quién mencionaría en especial como su tutor en los medios?
T.S.: La primera persona que creyó en mi cómo narrador ya no está. Fue “El Loco” Jorge Luis Cano. El se atrevió en el año 83 a llevarme a Caracol a Armenia sin contrato y sin nada. Simplemente por escucharme relatar dos o tres partidos del Quindío. A él lo recuerdo con mucho cariño. A Luis Alfredo Céspedes que me tendió la mano sin ofrecerme el puesto de narrador en Pereira (87). Allí llegué como supernumerario y en la parte comercial. A Wbeimar Muñoz Ceballos un hombre que es un papa radial y siempre ha tenido sugerencias y críticas constructivas para este servidor. A Hernán Peláez Restrepo, una persona con sus consejos volados, rápidos, afanosos, pero certeros y contundentes y de ahí nuestra gran amistad. Cuando salió de Caracol me dolió demasiado. Ahora regresa con RCN para el Mundial.
G.P.: ¿Qué tanto ha significado en su carrera profesional el hecho de haber reemplazado en su momento a Luis Fernando Múnera Eastman en la ciudad de Medellín?
T.S.: Ese reto significó un cambio de vida yo creo que total. Estando en Pereira llevaba un año trabajando con Caracol y se da el hecho de reemplazar a Múnera Eastman porque él estaba transmitiendo la Copa América en Brasil. Viajé con Luis Alfredo Céspedes a transmitir unos partidos de los clubes de futbol profesionales de Medellín. A mi regreso a la ciudad de Pereira, Wbeimar Muños Ceballos anunció la noticia de que Múnera salía de Caracol porque iba a montar su propia empresa en Radio Súper y por lo cual necesitaba un narrador. En ese momento la sugerencia de Oscar Rentería que gerenciaba los deportes de Caracol fue contratar un narrador argentino, de lo cual no estuvo de acuerdo Wbeimar. Luego sugirió nombres cómo: Roger Araujo, Sergio Ramírez y Benjamín Cuello Henríquez, pero la respuesta de Wbeimar fue de querer un narrador nuevo, que estuviera comenzando en el relato deportivo. Wbeimar tenía mis grabaciones de lo que había narrado en Medellín como sugerencia de Edgar Restrepo el popular “Peligro”. El retiro de Múnera se hace efectivo y Wbeimar quería que fuera yo quién lo reemplazara. Yo llegué a Medellín con cierta tranquilidad porque sabía que iba a trabajar al lado del Maestro Wbeimar Muños Ceballos y esto me daba plena confianza para no asustarme con el reto de sustituir a un hombre que se había ganado el público futbolístico antioqueño y que era prácticamente un patrimonio de la radio deportiva en Antioquia.
G.P.: ¿Y cómo se inició lo de su identificación cómo “El Tato Sanin”?
T.S.: Un fin de semana en el restaurante Zorba de Medellín empezamos a buscar un nombre artístico que me identificara. En este restaurante Wbeimar solía realizar un programa llamado: “El Estadero del Deporte” y tenía como invitados algunos jugadores del Nacional, del Medellín y otros ya retirados. Entre los invitados estaba el jugador “Tato” González. Quizás por esto, Elmer Gabriel Cañas, quién había sido animador en Bogotá y en ese momento con en El Combo Deportivo de la ciudad de Medellín le sugirió a Wbeimar el seudónimo de “Tato Sanínt” para mí. A Wbeimar le gustó y así me presentó en directo en el programa. Luego un oyente de Bogotá, hincha de Santa Fe le escribió al programa de “Wbeimar lo dice” que se sentía contento con la novedad de mis narraciones y describió mi voz como “La Voz de Oro”. Esto impactó bastante a Wbeimar quién acuñó más mi seudónimo como “Tato Sanínt la Voz de Oro de Colombia” y desde ahí empezamos ese proceso en donde la gente se fue familiarizando con el estilo, con la voz y la forma de relatar de este servidor que ya lleva 30 años en Caracol cumpliéndole al oyente.
“Lo que yo hago no lo llamo trabajo sino pasión.”
G.P.: ¿Cuál de sus dos seudónimos le gusta más. “El Tato” Sanint o “La Voz de Oro de Colombia”?
T.S.: Esto es como el nombre y el apellido y más viniendo de una persona tan importante, de un visionario de la radio como Wbeimar Muñoz Ceballos, que desde los 14 años de edad ya empezaba a hacer libretos para la radio y que con el tiempo se ha hecho respetado y reconocido con identificativos como: “Wbeimar Muñoz el más técnico” ó “El Verdadero Idioma del Fútbol”, entre otros.
G.P.:¿Sabe que el famoso locutor Gustavo Niño Mendoza también es reconocido como “La Voz de Oro”?
T.S.: Estamos hablando de palabras mayores. La voz noticiosa de Gustavo Niño Mendoza es algo que merece un respeto y un capítulo aparte. Lo añoro. Soy su colega y amigo. Cuando voy a Bogotá trato de sintonizar Radio Melodía que es en donde él hace la lectura de noticias e inmediatamente a la mente viene el registro en mi memoria de estar escuchando a Caracol. Lamentablemente con el manejo y gerencia de los españoles salió el estilo de los lectores de noticias cosa que yo nunca he compartido y que siempre lo he criticado. Respeto sus decisiones porque son mis jefes pero nunca he compartido el hecho de haber cercenado esa gran labor de la interpretación de noticias. A veces el periodista por su afán, no tiene buena dicción, vocalización, no hay un bueno tono de voz, no es agradable al oído y no puede interpretar como si lo hacen locutores de la talla de Gustavo Niño Mendoza, Eduardo Aponte Rodríguez Jorge Antonio Vega así, infinidad de locutores que ha tenido la radio, no sólo Caracol sino RCN, la añorada Todelar , Súper y tantas frecuencias que tuvieron voces que respetaban una lectura y la interpretaban de una manera maravillosa con un gran respeto hacia la audiencia. Esa “Voz de Oro” de Gustavo Niño Mendoza no la ha perdido la radio, todavía está vigente y ojala esto se haga cíclico y un día Gustavo vuelva leyendo de una manera profesional las noticias para toda la audiencia en el país.
G.P.: Ha trabajado con varios comentaristas de gran reconocimiento en nuestro país. ¿Se atrevería a decir con cuál de ellos se ha sentido más a gusto trabajando?
T.S.: La vida me ha premiado de una manera que yo le agradezco a Dios eternamente. He sido un relator que he compartido con Hernán Peláez, Wbeimar Muñoz Ceballos, Oscar Rentería Jiménez, Iván Mejía Álvarez, Javier Hernández Bonet, Adolfo Pérez, Cesar Augusto Londoño, Javier Giraldo Neira, pero el que más tengo en mi corazón, respetándolos y queriéndolos a todos es uno que se nos adelantó en el camino, que fue “El Flaco” Pedro León Londoño Arismendi. Estando en Medellín en Caracol, me dijo Hernán Peláez, que por la salida de Luis Alfredo Céspedes para RCN yo debía tomar el liderato de las transmisiones en la ciudad de Pereira y me dijo que necesitaba un comentarista.
Algunos candidatos sonaron pero no se concretizó nada. Yo le sugerí llevar a Pereira al hombre que me enseñó por primera vez en los ochenta a manejar una consola en la radio. Yo siempre tuve como objetivo devolverle esa dedicación, amor y afecto que tuvo Pedro León con este servidor. Le hice la propuesta y recuerdo que estaba en preparativos para casarse y por esa época se ganaba menos del salario mínimo en Radio Súper. Pedro sin pensarlo me aceptó y así trabajamos juntos. Yo creo que he tenido los mejores en los micrófonos de Caracol.
G.P.: ¿De sus narraciones en 7 mundiales podría elegir cuál ha sido el Mundial más especial para usted?
T.S.: Todo partido que yo hago es para mí una final, un reto. Así sea Mundial, copa, liga o torneo. Uno no sabe si mañana está. Claro que tengo un recuerdo muy lindo de Italia 90 con el gol de Toto Schilaci, que fue un suplente y terminó siendo el goleador del Mundial. Más recientemente el gol de James Rodríguez en Brasil. Lo que yo hago no lo llamo trabajo sino pasión.
G.P.: Los medios internacionales lo nombraron El narrador más destacado del Mundial 2014. ¿Por qué se ganó la simpatía de ellos?
T.S.: Usted me lo repite y se me pone la piel de gallina. Usted no sabe lo que es llegar al (IBC) Centro Internacional de Prensa y encontrar 20 periodistas pidiéndole a Jhon Camacho, nuestro Jefe Deportivo, el audio de los goles. De levantarse y prender el televisor y estar la televisión oficial del Mundial en Brasil repitiendo los goles del “Tato Sanint”. Recibiendo llamadas de varias partes del mundo. Dos cadenas del Japón registrando mi salida del Hotel, llegando al restaurante, saliendo de almorzar, llegando a mi sitio de trabajo en el estadio y ellos entrevistando la forma del por qué relataba de esa manera tan descomunal el futbol, curiosos de mis gritos y mis tonos a la hora de expresar las jugadas. Esto es una pasión que hay que saberla transmitir. Cuando entra la pelota y le da un beso a la red uno tiene que significar que es el éxtasis del futbol y por eso hay que ser el intérprete del fútbol. Fue un Mundial maravilloso. El gol de James lo catalogaron como el mejor gol narrado por un relator latino para el mundo. La gente en Brasil acogió la manera de trabajar de este servidor de cómo llevaba el mensaje a todo el mundo a través de las ondas hertzianas.
“Cuando entra la pelota y le da un beso a la red uno tiene que significar que es el éxtasis del futbol y por eso hay que ser el intérprete del fútbol.”
G.P.: ¿De donde salió ese popular “taque taque vino vino”?
T.S.: El “taque” es una expresión muy paisa que significa un golpe. A mí se me ocurrió acuñar esta expresión en mis narraciones y en un partido con Tolima comencé a hacerlo y poco a poco fue cogiendo forma. En el Mundial de Brasil en tantas jugadas de antología de nuestros jugadores yo lo mezclé cono el “vino vino” y esto pegó y se quedó como una marca que significa prácticamente cuando suena un previo aviso de un gol donde la garganta del “Tato Sanint” está expresando la emoción máxima del futbol. Así quedó expresado en ese monumental golazo de Jámes a Uruguay. El mejor del Mundial.
G.P.: ¿Cómo llega nuestra Selección de futbol al Mundial de Rusia?
T.S.: Repite el caballero Nestor Pekerman que recobró la credibilidad del jugador colombiano y miré hoy la realidad. En cualquier liga del mundo hay dos o tres colombianos jugando que antes esto era imposible. Repiten unos jugadores que son muy profesionales que ya son más europeos que colombianos. Para mí la sede ideal de la Selección Colombia es Barranquilla pero nos está costando más a nosotros como locales que a los visitantes porque nuestra Selección es muy europea. Lo que hemos madurado, la tarjeta de crédito, la credibilidad que dio “Pacho” Maturana y Hernán Darío Gómez desde el 90 para acá ha sido maravillosa. Algunos técnicos no han tenido suerte con la Selección nacional, casos como el de Reinaldo Rueda y Jorge Luis Pinto. El futbol es un verdadero bálsamo de buenas noticias a este país tan mal administrado, de tanta corrupción, de tanta violencia que es Colombia.
G.P.: ¿Confía en cumplir su sueño de narrar Juegos Olímpicos?
T.S.: Ahí es como dicen: “me faltan cinco para completar el billete”. Es lo único que no he hecho. Yo respeto mucho a los narradores de beisbol, boxeo y softbol. Además con los profesionales que hemos tenido en nuestra costa colombiana, sólo por mencionar el caso del icono, del irrepetible, Edgar Perea (qepd) que hizo un trabajo maravilloso. Casi lo hago en los Olímpicos en Brasil pero por cuestiones de logística y manejo del actual director de deportes de Caracol no se dio la oportunidad. Pero ese es un sueño que algún día lo voy a cumplir.
G.P.: ¿“El Arquitecto del Universo” ha sido su mejor guía en su carrera en los medios?
T.S.: Definitivamente. Así denomino a Dios. Yo soy católico. Dios es mi guía. Mis papás me enseñaron a quererlo, respetarlo, leerlo y creer en su buena energía. Por eso mantengo buena fé y siempre en las mañanas le agradezco a Dios por mi familia, por lo que tengo, por mi esposa y mis hijos.
G.P.: ¿Entre la radio y la televisión tiene una preferida?
T.S.: Son dos magias. La magia de la radio no tiene comparación y la de la televisión es distinta. Allí todo está hecho. La radio es despertar contantemente la imaginación. Primero tener un buen sonido y llegar a cautivar a esa persona que puede estar haciendo una manualidad y convencerlo para que se conecte con la radio. Antes no se veían tanto los partidos de futbol y uno podía jugar con la imaginación de la gente. En mi carrera tuve una experiencia desagradable cuando en alguna ocasión algunos directivos en Caracol Radio quisieron dejarme en un máster doblando partidos y yo no lo acepté porque mi esencia es estar en los escenarios, y uno estando en un estadio le puede contar tantas cosas a los oyentes que no las ve, pero se las puede imaginar.
G.P.: ¿Por qué usted dice que es un narrador sin fecha de vencimiento?
T.S.: Porque todos los días quiero más. Esto es como el ambicioso. Como el que va al casino y empieza a ganar pero también a perder. Y yo en el futbol me he enfermado y he tenido partidos críticos que jamás se me van a olvidar. Por ejemplo, en el Estadio Monumental de River de Núñez, en un partido de repechaje entre Australia y Argentina, me estaba comentando Javier Hernández Bonet y quedé con una ronquera que se me cerró la garganta. Estaba más o menos la temperatura en unos 5 grados bajo cero y la sensación térmica en las gradas era más baja y allí era de por lo menos unos menos 9 bajo cero. Me acuerdo que por el interno llamaba Benjamín Cuello sugiriéndome tomarme un café y yo me encomendé a Dios y logré sacar los 90 minutos de una manera muy incómoda pero la gente lo entendió. Ese partido era muy importante porque era la clasificación de Argentina a un Mundial más. Salimos de ese impase y a partir de ese momento corté con los antibióticos y entré a la medicina alternativa y busque profesionales en esta rama natural de la medicina.
“Yo defino mi carrera en los medios cómo una persona que ha logrado cautivar. Que ha llegado a tener una credibilidad, que ha tenido la fortuna de estar rodeado de gente inmensa.”
Gustavo Alberto Sanint Alarcón. “El Tato Sanint la Voz de Oro de Colombia”. Foto: https://www.youtube.com/watch?v=8XsqvOZYNpU
G.P.: ¿Cómo define a Caracol?
T.S.: Caracol Radio es una casa grande y confortable en donde uno se siente tranquilo, donde en cada rincón hay algo para aprender y en cada espacio hay un locutor, un amigo, un operador, un gerente, un vicepresidente, etc. Es una Universidad. Yo tuve la incomodidad del doblaje en la época de Ricardo Alarcón como presidente que todavía no entiendo por qué tuvo ese manejo -respetable pero no compartido- y nos sacrificó a tres narradores en un Mundial, Jorge Eliecer Campuzano, Benjamín Cuello y este servidor. Nosotros no íbamos a narrar el Mundial y hasta pensábamos protestar pero finalmente las cosas se calmaron. Hoy en día no tengo sino gratitud con una empresa que me lo ha dado todo. Me ha dado la posibilidad de conocer el mundo, de estar en cualquier escenario deportivo al lado de los equipos nacionales y al lado de la Selección Colombia. Caracol es una empresa que ya está tatuada en mi corazón.
G.P.: ¿Cómo le iba jugando baloncesto? ¿Admira a alguien en especial de la NBA?
T.S.: Fui jugador de Selección Risaralda por 7 años. Hice todas las categorías. Probé también con futbol, tenis de mesa y algo de natación. El deporte ha sido un amigo fiel en mi vida. Mido 1,85 m y jugaba como alero derecho y pívot. Admiro a Michael Jordan, Scottie Pippen y Kareem Abdul-Jabbar, son jugadores que dejaron tatuado en la mente de este servidor la imagen de hombres importantes y de seguirlos por mucho tiempo. Estos jugadores me marcaron.
G.P.: ¿Qué nos cuenta de su paso por el modelaje?
T.S.: Bueno, llegó la época en la que había que colaborar en la casa. En esa época de deportista consagrado se dio la oportunidad que una empresa llamada AUDAZ me mostraron un catalogo de deportistas y salió la foto mía y gustó. Así me llamaron y a partir de ese momento comencé a modelar para ellos y para la empresa Everfit. Aprovechando mi buena presencia de deportista inicié mi paso por las pasarelas. Modelé ropa deportiva, clásica e informal por mucho tiempo y esa era la forma de colaborar en casa económicamente.
G.P.: Tiene talento para el canto. ¿Se animaría a grabar algún trabajo musical?
T.S.: Me preguntan del por qué me estoy demorando para hacerlo pero yo eso lo respeto mucho. Mi verdadera profesión es el relato deportivo y a nivel de amigos y de colegas hemos hecho eventos para ayudar a personas más necesitadas en Bogotá, Cali, Medellín, Pereira, en varios teatros y somos varios los que nos gusta el canto cómo: Múnera Eastman, “Pache” Andrade, Marino Millán, Javier Fernández, en esta faceta me tengo confianza y a la hora de cantar rancheras y boleros lo hago y a mis amigos les gusta. Esto es de cuna, de sangre, mis padres cantaron supremamente bien. Mi hermano tocaba muy bien la guitarra. Mis hijos cantan y uno de ellos, Andrés, ya ha grabado rock contemporáneo. Lo del canto lo respeto y si alguna vez se da la oportunidad de grabar un bolero o una ranchera pero a nivel de amigos, de radio, lo haré con mucho cariño porque lo considero como parte de mi trabajo también.
G.P.: Se ha escuchado que ha tenido ofertas de RCN para narrar el próximo Mundial de futbol en Rusia. ¿Qué tan cierto es esto?
T.S.: En esto de los medios de comunicación a veces las ofertas se quedan “congeladas”. Esta historia se inició en un dialogo en la época con el presidente de RCN Gabriel Reyes que hoy no está y estuvimos a punto de firmar cómo narrador oficial número uno del canal RCN para “Colombia Grita Gol”. En el momento cuando vino la oferta yo les dije que ya estaba próximo a cumplir 30 años en la compañía de Caracol, les manifesté lo bien que se sentían conmigo en esta compañía y les pedí arreglar una bonificación de ingreso a RCN ó a la Organización Ardila Lule para presentar mi renuncia y poder arreglar. Todo quedó en una conversación doble en la Presidencia de RCN Televisión. Recuerdo que hablamos un miércoles y me daban la respuesta un viernes pero no me dijeron de que viernes….ni de qué año ni de qué siglo. Esta es una época donde suenan muchos cambios en la radio y lo importante es estar en el sonajero. A mí me complace mucho y fue un orgullo de que me hubiera llamado RCN Televisión y que sigan interesados en mí como narrador oficial sea para radio o televisión. El tiempo lo dirá.
G.P.: ¿Cómo define su trayectoria profesional en los medios de Colombia?
T.S.: Yo defino mi carrera en los medios cómo una persona que ha logrado cautivar. Que ha llegado a tener una credibilidad, que ha tenido la fortuna de estar rodeado de gente inmensa. Soy un pereirano de 56 años que se siente agradecido por la aceptación de un país y de un medio tan complicado hoy que son las redes sociales en donde te destrozan o te acomodan en el cielo o te llevan al infierno. Poco muevo mi cuenta en Twitter y ya creo que voy llegando a los 40.000 seguidores sin estar opinando constantemente. Con muchos seguidores en las distintas redes sociales, en la radio. Me siento importante y muy respetuoso del oyente y del televidente.
G.P.: ¿Qué significa Colombia para usted?
T.S.: Colombia para mí es cómo un beso divino empotrado en un mapamundi. Es una tierra donde somos más los buenos que los malos. Es nuestro terruño que lo tenemos que defender y lo tenemos que querer y hacer respetar.
G.P.: ¿Qué le sugiere a los que sueñan con hacer carrera narrando o comentando deportes?
T.S.: A la gente que está arrancando en los medios de comunicación, a los que quieren ser narradores, cronistas, comentaristas deportivos, que se preparen, que estudien, que lean, indaguen, que todo no lo hace el internet ó Google. Que investiguen, pregunten, porque esto abre puertas, todo esto va fortaleciendo el músculo de vida para llegar muy lejos.
G.P.: Muchas gracias
T.S.: Muy amable por su atención en llamarme desde Canadá a mi terruño en donde este colombiano sigue soñando en llegar como siempre, porque que rico es poder tocar el cielo con las dos manos.
“El futbol es un verdadero bálsamo de buenas noticias a este país tan mal administrado, de tanta corrupción, de tanta violencia que es Colombia.” (Gustavo “El Tato Sanint).
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