Marcar un referente en un área en particular y en algún momento histórico de una sociedad no es tarea fácil. De hecho, muy pocos lo logran. María Victoria Trujillo, para algunos “Vicky Tru” y quizás para una gran mayoría “La Supersónica”, está incluida en este distinguido grupo de los que lo han conseguido.
Por alguna razón de la vida, Vicky Trujillo haría parte de una maravillosa e inolvidable época juvenil en las décadas de los ochenta y noventa en la ciudad de Medellín en donde la emisora Veracruz Stéreo marcaba la pauta en la radio colombiana con los “Morning Shows”. Y aunque ella no fue participe directamente de este fenómeno radial, si contribuyó con su talento, carisma y personalidad, para que la radio juvenil fuera diferente, más alegre y única.
Los radioyentes de Súper Stereo, Veracruz, Todelar, la Mega, Radio Bolivariana y la FM, vibramos con su estilo y buena energía. Sus apuntes en materia de música se leyeron en revistas y periódicos. “Que nota”, la página rock del periódico El Colombiano fue uno de ellos y su imagen inconfundible hizo también presencia en la televisión.
Vicky Trujillo, vive más tranquila ahora. Sin tantos afanes. Sin el estrés ni la inmediatez que exige la radio. En plena era tecnológica las redes sociales no le quitan el sueño. Vicky es vida, radio, amor, música, amistad, risa, rock, paz, deporte, lectura, agua, café.
Vicky Trujillo es: “La Supersónica”.
Maria Victoria Trujillo. Foto Archivo personal.
Por: Germán Posada
G.P.: ¿Cuál prefiere María Victoria, “Vicky Trujillo”, “La Supersónica o “Vicky Tru”?
V.T.: Las cuatro. (Jajajaja). María Victoria es mi nombre de pila. Es el nombre que me pusieron mis padres y lo respeto. Vicky Trujillo porque es un poco el resumen de ese nombre tan largo. “Vicky Tru”, me gusta mucho porque es muy sonoro e impacta. Me gusta porque sigue manejando y recordando mi apellido que es Trujillo y “La Supersónica” porque fue el apodo que yo me puse. Porque es como de avanzada, algo como extraterrestre. Sin embargo, el “Vicky Tru”, me gusta mucho, repito por lo que es corto y sonoro.
G.P.: ¿Qué muestra le dio la vida que lo suyo era comunicar?
V.T.: No tengo muy claro ese momento. Lo que sí recuerdo es que cuando yo salí de bachillerato quería estudiar medicina. Me inscribí a la universidad y no pasé. Hoy por hoy, agradezco infinitivamente que no haya pasado a esa carrera (jajaja). En ese entonces una prima mía era Decana de la Facultad de Educación de la Universidad Pontificia Bolivariana y ahí como por “escamparme” me inscribí a una carrera que se llamaba “Idiomas” y en esta permanecí durante un año. Una de sus materias se llamaba “Teoría del Conocimiento” y su profesora me encantaba, era extraordinaria y muy erudita. Yo soy “Piscis” y sabes que nos encanta mucho lo humano. Yo me identificaba mucho con la filosofía, pero esta área tiene un discurso muy elevado. Yo lo asimilaba, lo entendía y me encantaba, pero veía que mis compañeros no lo entendían y esto me aburrió. Por esta razón decidí cambiar de carrera y creo que aún no me explico cómo fue que resulté con la gente de Comunicación. Pienso que era porque veía que ellos la pasaban muy bueno (jajaja) y así resulté estudiando comunicación.
G.P.: ¿Con cuál se identifica más, DJ, locutora o periodista?
V.T.: Yo soy Comunicadora Social Periodista de la Universidad Bolivariana, pero yo no ejercí el periodismo en su profundidad. Yo lo respeto muchísimo, pero agradezco no haberlo hecho. Me parece muy estresante y delicado. Pese a todo esto tengo mucho espíritu periodístico. Soy muy inquieta y pregunto mucho. Me gusta saber de todo. Además, el periodismo cubre también áreas como el ser DJ o la locución con las cuales también comunicamos.
Ser DJ es una actividad que ejerzo hace diez años y fue gracias a Santiago López DJ “Pattín” . Me parece que el periodista resume un poco lo que soy yo. Inquieta y preguntona.
G.P.: ¿Alguna inspiración en especial por su estilo algo “punk”?
V.T.: Yo fui “punky” de postal. En realidad, yo no era punkera pero me gustaba su estética. Tuve un referente, pero un poco tarde. A mí me encanta nadar y estudiando en la Bolivariana cuando iba a piscina no quería tener pelo largo. Le consulté a un estilista más loco que yo y fue el quién comenzó a cortarme el cabello con este estilo.
Además, comencé a jugar un poco con las pintas. Alguna vez me fui a estudiar con un piyama de mi papá aparentando estar vestida con un kimono oriental. Así empezó una especie de juego visual muy interesante entre mis compañeros y yo. En la foto en donde estamos los de Comunicación de mi época yo aparezco de hombre. Me puse boso y boina. Tuve también la influencia de un novio que era biólogo marino y le gustaba el punk, él le escribió algunas canciones para los del Grupo “La Pestilencia”.
Un día vi una postal de una cantante alemana llamada Nina Hagen y me sorprendió muchísimo su pinta. Unos amigos que tenían una marca de ropa llamada “Gestapo” querían que yo hiciera un show de promoción para su marca emulando a esta cantante y fue después de este show que me enteré de que ella y yo habíamos nacido el mismo día.
Mi estilo para la época fue muy difícil. Estamos hablando de una Medellín retrograda, recalcitrante y religiosa. Y más aún quien lo usaba era una mujer. Pero a mí nunca me importaron las críticas de rechazo porque mi conciencia siempre estuvo tranquila. Yo no estaba atentando contra la moral ni le estaba haciendo daño absolutamente a nadie.
G.P.: ¿Cómo se dio su entrada a Veracruz Stéreo?
V.T.: Para ese entonces yo pensaba que iba a quedarme mucho tiempo en la Cadena Súper pero luego vino la propuesta de Veracruz. La labor que veníamos haciendo con Carlos Acosta en Superstéreo era buenísima. De hecho, allá fue donde comenzamos con el rock en español. Le apostábamos a géneros como “Techno” y “New Way” que no eran comerciales y que no ponían en Veracruz. Además de que veníamos de academia estábamos haciendo un trabajo interesante. Yo le aseguro que si hubiéramos seguido en Superstéreo hubiéramos cambiado o por lo menos logrado elevar un poquito el gusto musical de los paisas.
Veracruz nos llamó por el rock en español básicamente. Yo entré a Veracruz Stéreo fue gracias al rock en español porque con este género musical estábamos “tumbando” a Veracruz Stéreo.
G.P.: ¿De dónde salió su apodo “La Supersónica”?
V.T.: Yo misma me puse así. La gente pensaba que yo lo había cogido de la serie de televisión “Los Supersónicos” que para nuestra época era algo muy futurista. Pero esto ocurrió realmente cuando recién empezábamos en Superstéreo. Allí llegaba un programa de un locutor español que tenía un apodo, del cual por mi mala memoria no recuerdo el nombre del programa, ni del locutor, ni de su apodo (jajaja) pero me llamaba mucho la atención que él tuviera un seudónimo. Esto me gustó mucho y me pareció genial la idea de yo tener uno también. Como apenas comenzaba en Superstéreo decidí entonces combinar el “Súper” de la empresa con algo musical, de sonido y melodía y le anexé la palabra “sónica”. Así salió “Supersónica”.
G.P.: ¿Su estilo de hacer radio algunos lo catalogan “irreverente” está de acuerdo?
V.T.: En la locución creo que no fui irreverente. Nunca agredí ni insulté a nadie a través del micrófono. Ha sido más la propuesta visual, pero nadie puede decir que he atentado contra la moral ó que he sido una exhibicionista. Lo que trato es de divertir a la gente a través de mi propuesta visual. Para la gente nueva que no me conoce puede ser impactante verme vestida así, pero esa es la imagen con la cual yo me identifico y la cual es respaldada por una gran mayoría de mis seguidores. Esa es la esencia de “La Supersónica”.
G.P.: ¿Qué significó en su vida profesional Veracruz Stereo?
V.T.: La gente pensaba que yo era un personaje de “Despiértese con Veracruz” que se llamaba “Chepita”. A mí no me disgustaba para nada. Al contrario este personaje fue todo un éxito y lo hacía Juan Machado. Para ese entonces se comenzaba a utilizar el convertidor de voces y la gente al escuchar la voz distorsionada de Juan pensaban que era yo. Yo no formé parte de este equipo al que le recibía a las 9 de la mañana para hacer turno hasta pasado el mediodía.
Estuve en todos los programas que hacía Veracruz Stéreo en televisión.
Podría decir que sentí pena al dejar Superstéreo en el sentido de que veníamos haciendo una tarea interesantísima en una época en la que no había internet. Pero definitivamente Veracruz Stéreo fue mi plataforma de lanzamiento. Yo soy lo que soy gracias a Veracruz. Agradecimientos totales. Fue de las épocas laborales más maravillosas de mi vida.
A veces la gente añora que volviera Veracruz. Yo digo que nunca jamás. Una segunda etapa jamás sería lo que fuimos en aquella época. Veracruz Stéreo no fue una emisora. Veracruz Stéreo fue un estilo de vida.
“Soy muy agradecida de la vida y muy impresionada con la gratitud de la gente con sus manifestaciones de afecto”.
Vicky Trujillo. “La Súpersonica”
G.P.: ¿Por qué decidió mermar la rumba y la trasnochadera?
V.T.: Primero porque la viví intensamente. Debo decir que siempre me ha gustado el deporte, pero en época de juventud uno le da prioridad a la diversión. Cuando cumplí cuarenta años conocí a un grupo de caminantes que se llamaban “Patianchos” dirigidos por Beatriz Sánchez, una mujer muy sabia, muy conocedora y aprendíamos mucho con ella mientras caminábamos.
También por aquella época yo estaba dirigiendo un periódico con Álvaro Vásquez que se llamaba “Etcétera” y nos llegó información para cubrir una carrera de aventura. A mí me ofrecieron grandes ventajas para participar de esta actividad lo cual acepté y esto fue espectacular. Esto y las caminadas me cambiaron el “chip” y las rumbas pasaron a un segundo lugar.
Cuando hago de DJ solo tomo agua y café. Yo digo que estoy en mi segundo cuarto de hora porque estoy viviendo de la nostalgia de la gente. Soy una agradecida con esto. Que la gente se acuerde de uno y que me gane la vida tocando es genial. Pero ya el trasnocho es sólo cuando me pagan. Salvo alguna ocasión especial que lo amerite.
G.P.: Vicky Trujillo ya es leyenda en Colombia dentro del género musical juvenil. ¿Qué se siente ser un referente de la historia en la radio colombiana?
V.T.: Maravilloso. Muy agradecida con la vida, con la gente. Yo sin la gente no hubiera sido nadie. Me fascina poder vivir este reconocimiento que hacen de mi carrera cuando se me acercan y me agradecen. A mí la fama me llegó por añadidura. Yo nunca la he buscado. Actualmente yo no utilizo las redes sociales. Durante mi paso de unos seis años en La FM si hice uso de ellas y en especial de Facebook en donde trataba de publicar cosas interesantes y nadie me seguía, pero publicaba una “bobada” y era toda una explosión (jajaja) y por eso no quise entrar en esa dinámica. Sin las redes he sobrevivido.
Me desespera además esclavizarme a estas actividades. Yo soy ochentera y en ese sentido así me quedé. A pesar de ser comunicadora no utilizo las redes sociales. Vivo muy tranquila con mi estilo. A mí la vida me encanta “face to face”.
G.P.: “La vida no se puede tomar demasiado en serio porque al fin y al cabo no vamos a salir vivos de ella” ¿Es ese su lema?
V.T.: Es uno de mis lemas. Cuando uno se va volviendo viejito se va reuniendo con la gente de antes y hay un poco de nostalgia. Hace poco me reuní con amigos del bachillerato y escuchaba que la mayoría hablaba de cosas muy serias e importantes en la vida. Yo me decía que no había hecho nada importante en mi vida, pero al mismo tiempo recapacitaba al saber que durante muchos años he divertido y alegrado la vida a mucha gente.
Claro que soy muy respetuosa y destaco que exista tanta gente tan trascendental y seria en la vida. Pero creo como lo ha dicho Juanes que “La vida es un ratico” y tenemos que disfrutar de ella al máximo y trato de tomar las cosas muy positivamente y ser feliz.
G.P.: ¿Qué añora de la forma de hacer radio en los ochenta y noventa?
V.T.: La condiciones. La época. Todo se conjugó para que nosotros fuéramos por más de una década los números uno. No había mayor oferta en la radio. No había internet. No había revistas. Nosotros éramos los reyes de esta ciudad.
Eso sí, había mucho talento. Si se quiere mucho más porque las condiciones tecnológicas eran mínimas. Teníamos que ser más recursivos. Veracruz era muy novedosa para la época en Medellín. Era un formato copiado de los “Morning Shows” que se hacían en los Estados Unidos y Europa, pero con un gran profesionalismo. La FM era virgen. Cuando Veracruz comenzó a poner rock pusieron el grito en el cielo porque sólo se escuchaba música clásica. Esto fue todo un escándalo en la ciudad.
G.P.: ¿Qué llevaría a esa época de la forma de hacer radio ahora?
V.T.: No llevaría las redes ni las plataformas digitales porque cambiaría lo que fue. Llevaría, eso sí, pero al escondido “Google” para tener la información inmediata. Para nosotros fue muy difícil. Teníamos que ir al Centro Colombo Americano a consultar revistas para saber de los artistas. Esta parte fue muy complicada. Trabajábamos con las uñas. Ahora Google ha facilitado la vida impresionantemente.
G.P.: ¿Cómo se siente actualmente Vicky Trujillo?
V.T.: Yo he sido una persona que no me he propuesto objetivos en la vida. Te lo juro. A mí la vida me ha llevado donde ella quiere y yo me he dejado. La vida me ha dado cosas muy chéveres. Trabajos muy gratificantes, muy positivos. Soy muy agradecida de la vida y muy impresionada con la gratitud de la gente con sus manifestaciones de afecto. La fama la acepté y la asimilé.
Quizás pudiera ser rica y súper famosa. A mí la gente me dice que pude haber explotado más mi imagen de “Supersónica” pero a decir verdad prefiero más la tranquilidad que todo ese mundo de la “farsándula”. Como piscianos somos muy tranquilos. Somos buenos para ser y estar solos.
Yo vivo sola hace bastante tiempo y sobrevivo a esa soledad quizás por mi signo zodiacal Piscis y segundo por la gratitud de la gente. Yo me lleno. Para mí el amor es como más de ese tipo. Más que el carnal. Me voy llenando del amor y del cariño de la gente básicamente.
Quiero tener la oportunidad de viajar más. Seguir montando en bicicleta, realizando mis actividades deportivas y caminar más hasta que estos huesitos y estos músculos ya se acaben.
G.P.: ¿Cree en Dios?
V.T.: No soy muy de Dios ni de religiones. Recientemente por cosas de la vida me llegó esto del “Dios de Spinoza” que es el mismo Dios de Albert Einstein. Cuando a él le preguntaban cuál era su Dios, el respondía que el “Dios de Spinoza” y yo, con ese conjugo. Lo invito para que consulte sobre él.
G.P.: Vicky muchas gracias.
V.T.: Gracias a ti. Muy agradecida por conversar conmigo. Me despido con otra de las frases que me gustan: “En vida hermano, en vida”. Las cosas, las flores, hay que darlas ya, no en la tumba.
“Yo soy lo que soy gracias a Veracruz. Veracruz Stéreo no fue una emisora. Veracruz Stéreo fue un estilo de vida”.
Vicky Trujillo “La Supersónica”.