top of page
  • Facebook
  • Twitter
  • Linkedin

Roberto Salamanca-Giron: "PhantasiAI es una empresa diferente."

Writer's picture: German PosadaGerman Posada

Roberto Salamanca-Giron.




"Si al final logramos demostrar que las empresas pueden ser diferentes y no simplemente algo que toma el dinero de todo el mundo, así podemos generar un eco mucho más poderoso." Esta es la herencia que quiere dejar a la sociedad, Roberto Salamanca-Giron, un joven emprendedor bogotano, que hace un año está residenciado en la ciudad de Montreal.

 

Roberto es un estudioso empedernido. Se graduó como Ingeniero Electrónico en Colombia, pero sus ambiciones iban mucho más allá. Terminada su carrera emprendió viaje hacia Francia en donde se graduó como Ingeniero Biomedical y posteriormente Suiza fue su destino para continuar nutriéndose de más conocimientos.

 

PhantasiAI es su creación empresarial y está basada en la Inteligencia Artificial. Con su empresa, Roberto quiere evolucionar la sociedad, porque su consigna, es que esta sea un agente transformador de cambio a nivel social.

 

Montreal le dio luz verde a su proyecto y lo invitó a establecerse en su territorio, razón por la cual, desde 2024, Roberto viene trabajando en la evolución de su empresa acompañado de un grupo de colaboradores, entre ellos, Leila Mahmoudi, cofundadora de PhantasiAI.


Más allá de presumir como hombre de exorbitante conocimiento y como un potencial empresario, Roberto Salamanca-Giron, nos muestra su lado más humano en el que conjugado a sus principios, nos enseña que ser solidarios es clave importante en la vida.

 

"Quiero invitar a todas las personas que lean esta entrevista que nos ayuden a hacer voz sobre nuestro proyecto, que se involucren, que nos sigan en las redes sociales, entre más gente crea en nosotros y entienda el proyecto, más podemos hacer de esta empresa un agente transformador de cambio a nivel social.", concluye Roberto.  

 

 

 

 

Por: Germán Posada

 

 

¿Cómo fue mostrándole la vida su gusto por la tecnología?

 

Yo creo que es una conjunción de muchísimas cosas y sobre todo, la influencia familiar. Mis padres tuvieron la oportunidad de ir a la universidad y para nosotros como familia la educación siempre ha sido un pilar fundamental y por ende siempre hubo mucha exigencia en ese aspecto y siempre tuvimos mucho apoyo para hacer cualquier cosa que nos propusiéramos.

 

Desde edades muy tempranas mi hermana y yo, tuvimos dentro de nuestros estudios normales, algunos planes extracurriculares en lenguas extranjeras, música y deportes. Teníamos clases que reforzaban las materias del bachillerato, entre ellas, clases privadas de química, física y matemáticas. Siempre hubo una cultura de estudio.

 

La academia realmente forma personas, da un sentido crítico sobre la realidad y es la mejor forma de salir adelante de alguna manera. Y salir adelante implica también ser un agente de cambio dentro de la sociedad, independientemente en la cuál sea uno viva.         

 

¿Cuál considera fue el momento clave en su vida para elegir estudiar Ingeniería Electrónica?

 

Es un poco curioso que pensemos que haya como un momento, así como de eureka en el que uno dice, esto es lo que quiero hacer en mi vida. Me parece que antes de cumplir nuestra mayoría de edad y todavía en el bachillerato, tenemos idea de muchas cosas. En esta etapa de mi vida quizás lo que más me marcó fue por un lado mi papá que tiene formación de ingeniería. Entonces siempre vi esa parte de técnica precisa, de cálculos, etc. Eso me llamaba mucho la atención y ese fue en el mundo en el que crecí por el lado de mi papá. Por el lado de mi mamá, que es periodista, siempre estuvo muy cerca de la comunidad y del trabajo social, de ayudar a las personas, de darles una voz y participación a los diferentes tipos de grupos sociales que hay en el país. Esa combinación más el hecho de entender por cuenta propia que aquellos que están más desprotegidos por el sistema social y político, son las personas enfermas. Eso fue lo que me inspiró decididamente a realizar lo que estoy haciendo en la actualidad.

 

Cuando yo salí del colegio de lo que si estaba seguro era que quería hacer prótesis robóticas. Imaginaba que se podía hacer desde el punto de vista tecnológico para cambiarle la vida a una persona que sufriera alguna amputación de uno de sus miembros.

 

Yo ya conocía la ingeniería biomédica y de hecho busqué la posibilidad de irme de Colombia para estudiarla como pregrado. Sin embargo, por una cuestión monetaria, lo más cercano que se me ocurrió fue estudiar ingeniería electrónica. Así fue como terminé estudiando en la Universidad Nacional y esperar 5 años para luego ganar la beca e irme a Francia. Toda esa idea de la robótica, cibernética, biónica, me gustaba mucho. 

 

 

¿Y con todo esto que me cuenta, acaso hubo algo en especial por lo cual sintió atracción por la robótica?

 

Son varias cosas todas en paralelo durante los años formativos. Desde que tengo uso de razón mis padres siempre me inculcaron que en vez de pasar el tiempo jugando videojuegos o algo así por el estilo, más bien hiciera cosas que tuvieran que ver con creatividad y construcción, y la mejor manifestación de eso son los legos. Armé legos en aquella época y lo sido haciendo porque lo encuentro apasionante. Eso creo que me ayudó a armar esa mente hacia esa idea de precisión y funcionalidad.

 

Por el trabajo social que ejercía mi mamá con diversas comunidades, tuvimos la oportunidad como familia de estar cerca de personas muy enfermas. Mi mamá trabajaba en albergues de niños con cáncer que llegaban a Bogotá desde las provincias exteriores y en situaciones muy complicadas, ya que eran de muy bajos recursos. Había de todos los casos inimaginables desde leucemia, cáncer en los ojos, cáncer en los huesos, personas con amputaciones y creo que todas esas cosas sumadas a la pasión por la construcción y la creatividad que despertaba en mí el lado de la ingeniería, fue lo que llevó a esa conjunción de querer hacer prótesis de última tecnología para ayudar a estas personas. 

 

 

Se graduó en la Universidad Nacional de Colombia en 2015 y prosiguió sus estudios en Francia en la Universidad de Paris. ¿Cómo se dio este proceso? 

 

Después de obtener mi título como Ingeniero Electrónico y de ver que la electrónica no era lo que yo me imaginaba, trabajé por un semestre para ahorrar y hacer aplicaciones para irme del país a estudiar Ingeniería Biomédica. Así logré ganarme una beca otorgada por el gobierno francés para ir a hacer la Maestría en esta ingeniería en Paris.   

 

Lo que hice en ese semestre básicamente fue que la universidad me otorgó una beca, si no estoy mal se llamaba asistente docente, que me permitía comenzar una maestría y al mismo tiempo me pagaban para dar algunas clases dentro del pregrado y esto me sirvió para ahorrar. 

       

 

 

Su hoja de vida prácticamente lo describe como un políglota. Aparte del español, también se suman el inglés, francés, italiano y alemán. ¿Talento natural o ha estudiado?

 

No diría tanto natural. Es más puro entrenamiento y de exigirse.

 

Han sido también oportunidades que he sabido aprovechar en la vida. Después de vivir en Paris me desplacé a Ginebra, en Suiza, para hacer mi doctorado y en ese deseo de hacer parte de la sociedad europea, vi la necesidad de hablar francés de manera fluida, también había tomado por dos años cursos en francés en la secundaria y con mis conocimientos en gramática sumado a la integración en esta nueva sociedad, esto me ayudó muchísimo.

 

Siempre he sido de la filosofía que hay que hacer sentir bien a la persona con la que uno está y la mejor manera es que esta pueda expresarse en su lengua materna. Los idiomas que tengo la fortuna de hablar son en parte porque siempre interactué con personas de estos lugares. Tuve algunas relaciones sentimentales en Italia y conocí esa cultura muy bien y me ayudó a afianzar el idioma. El alemán ha sido un reto propio porque conocí muchas personas en Suiza cuya lengua materna era esta lengua.       

 

 

También estuvo en La Escuela Politécnica Federal de Lausanne en Suiza. ¿Qué estudio allí?

 

Un doctorado en Neuro Ingeniería Clínica. Es la intersección entre conceptos, métodos e ideas de ingeniería que se ponen al servicio de las neurociencias desde un punto de vista sistémico en el sentido que no entramos en el detalle celular o molecular del cerebro o del sistema nervioso sino al nivel de los sentidos.

 

Mi doctorado fue especialmente sobre la visión humana. Lo que intentábamos hacer era encontrar lo que yo llamo como el mejor coctel de parámetros de estimulación eléctrica no invasiva del cerebro para mejorar la visión de personas que eran legalmente ciegas. Esto significa que han tenido un derrame cerebral que había generado una lesión en la parte del cerebro que está a cargo de la visión. Estas personas no tenían ningún defecto en su globo ocular, sino que en el momento que tuvieron el derrame cerebral alguna parte de esta lesión tocó la parte posterior del cerebro en donde en su mayoría se encuentra la función visual. Esto fue lo que hice durante casi cinco años en Ginebra.           

 

 

 

Tres ciudades canadienses muy desarrolladas en emprendimiento tecnológico son Vancouver, Toronto y Montreal.  ¿Por qué eligió Montreal?

 

No elegí Montreal. Literalmente, Montreal me eligió a mí y tengo la fortuna de decirlo así, en el sentido de que luego de terminar el doctorado en Suiza yo quería acercarme de nuevo al continente americano para estar más cerca de mi familia en Colombia.

 

Me fui para Estados Unidos por un par de años a trabajar como investigador postdoctoral y en ese proceso desde el doctorado yo ya había desarrollado un prototipo de sistema dentro de este contexto de mejorar la visión que se trataba de un sistema de ingeniería, de estimulación, que había tenido mucho interés de muchas personas y comencé a refinar esa idea porque pensé que tenía un potencial clínico muy grande.

 

En Estados Unidos apliqué para encontrar financiamiento para desarrollar la idea, pero resultó siendo el gobierno canadiense quién me lo otorgó y la única exigencia en ese momento era venir a vivir a Montreal y desde el 2024 estoy radicado en esta ciudad.

 

 

¿Por qué fue aprobado su proyecto en Montreal?

 

Yo creo que la parte que más llamó la atención fue esa idea de implementar inteligencia artificial en un producto que va a mejorar de alguna manera la salud de las personas.

 

Debido al boom actual del mundo en el que estamos, la velocidad en la cual se desarrollan las cosas y sobre todo con la IA, hay un interés gigantesco de los gobiernos poderosos del G7 de invertir en este tipo de tecnologías y ser los pioneros en implementación de estas en todos los sistemas sociales, no solo en el sistema de salud.

 

Es una cuestión muy atractiva cuando hablamos del sistema clínico hospitalario porque primero, no es un sistema muy eficiente y requiere mucho dinero y además se necesita automatizar muchos procesos. También hay que tener en cuenta de que no hay suficientes médicos y personal que esté bien capacitado para que preste un servicio de calidad a las personas. Entonces sí se puede mejorar el sistema de la salud sería perfecto. 

 

 

 ¿Qué es PhantasiAI?

 

Es mi empresa canadiense consolidada hace un año. El proyecto lleva alrededor de unos cinco años construyéndose y mejorándose. Básicamente lo que desarrollamos es un acompañante digital para las personas que hayan sufrido una lesión neurológica y quieran recuperar su movilidad. Todo esto lo hacemos a través de la Inteligencia Artificial.

 

 

¿Quiénes conforman PhantasiAI?

 

Trabajo con Leila Mahmoudi quién es la cofundadora. Es una especialista en salud pública con mucha experiencia en involucrarse con la comunidad y en entender cuáles son realmente las problemáticas y como es la mejor manera de gestionar recursos para esta clase de proyectos.

 

En total estamos trabajando alrededor de 15 personas, todos universitarios en diferentes modalidades.  

 

 

¿Cuánto tiempo considera que tomará para ver los resultados de su proyecto consolidados en su empresa?

 

Acabamos de recibir un financiamiento que nos va a permitir hacer las primeras pruebas preclínicas en un grupo de pacientes pediátricos con lesiones en la columna vertebral y esos resultados de nuestra tecnología aplicados a estas personas pueden estar listos a finales de 2025 si todo sale como lo esperamos y de esta manera tendremos una prueba de concepto y una validación de que nuestra tecnología ayuda a mejorar la movilidad de las personas.

 

El proceso es largo. Hay muchas cosas por hacer y todavía muchas cosas que aprender y sobre todo aprender de todas las personas envueltas en este tipo de cuidado y de procesos médicos.

 

Los casos son tan diferentes y disimiles el uno del otro que nos preguntamos si es una prueba que nos lleva hacia el camino correcto, o si faltan todavía varios años de desarrollo o varios años de pasar regulaciones, o de encontrar la mejor manera de hacer nuestra tecnología tan accesible y barata como sea posible, porque esto hace parte de mi filosofía como emprendedor y como persona.

 

 

"Yo no creo en esa idea de cerebros fugados. Yo soy un cerebro como cualquier otro que pertenece al mundo como un ciudadano y desde la esquina que pueda, hoy desde Montreal, lo importante es ayudarnos los unos a los otros." 

Roberto Salamanca-Giron con su equipo de colaboradores. En el centro de izq-der: Leila Mahmoudi, cofundadora de PhantasiAI.

 

 

¿En qué va a mejorar su proyecto a lo que ya se está aplicando en el área de la salud a estos pacientes con lesiones neurológicas?

 

Bueno, una respuesta para esta pregunta tiene muchas aristas, pero voy a intentar de responderle de la manera más práctica. Desde un punto de vista de sociedad simplemente lo que queremos hacer es reducir la cantidad de costos que tiene el sistema de salud. Lo que nosotros intentamos es ayudar a personas en condición de discapacidad debido a una lesión neurológica para que retomen su movilidad, eso implica en el sistema actual de salud, que, para llegar a este punto, las personas deben movilizarse varias veces a una clínica de rehabilitación motora en donde hay un equipo de fisioterapeutas que van a ayudar a guiar ciertos procesos para tratar de que estas personas logren recuperar esa movilidad que han perdido.

 

Con nuestra tecnología lo que queremos es automatizar esos procesos. Es devolver al paciente el poder de hacerlo por sí mismos y no tener que depender del sistema de salud, de movilizarse a una clínica o tener un médico para que los guíe. Eso genera también unas repercusiones a nivel de la persona que se conocen desde un punto de vista de salud público y es que la motivación de los pacientes va a crecer y hay menos riesgos de salud mental. La persona va a ser mucho más independiente.

 

Uno puede entender que una persona de 60 o 70 años que sufre un derrame cerebral no es lo mismo que un niño de 10 años que tiene parálisis cerebral. Los dos pueden tener problemas de movilidad o pueden utilizar una silla de ruedas, pero eso no significa que las necesidades de ambos pacientes sean las mismas.

 

Sabemos por testimonios de pacientes que hemos entrevistado en los últimos meses que una persona de 70 años ya no le interesa volver a caminar porque se acostumbró a estar en la silla de ruedas y lo que quiere tal vez es reducir el dolor que tiene porque sus articulaciones ya no se mueven, esto es muy diferente al niño que apenas está comenzando su vida y que ve la posibilidad de pasar de silla de ruedas a estar en muletas y ser más independiente. Esa personalización del cuidado viene enmarcada dentro de lo que estamos desarrollando como acompañante virtual.

 

Ahora, hay otro nivel de complejidad, que es la idea de que el paciente quiere compartir sus datos médicos con nosotros. Nosotros vamos a estar en la capacidad de recomendar una terapia no invasiva de estimulación del sistema nervioso que pueda ayudarle a la persona a acelerar el proceso de recuperar su movilidad. Es ahí en donde se hace el enlace con lo que vengo investigando desde mi doctorado.    

 

             

No ha parado de recibir distinciones desde que comenzó sus estudios en Colombia. ¿Algún premio en especial por el cual se sienta muy satisfecho?

 

Es muy buena su pregunta. Yo creo que la mejor distinción no aparece en mi hoja de vida y tampoco en mi perfil de LinkedIn.

 

La mejor distinción que uno puede recibir es cuando una persona no importa dónde, sea en un contexto académico, hospitalario o en un evento social, le diga a uno: "Gracias, lo que usted hizo por mí, me cambió la vida".

 

En cuanto a los títulos creo que he sido afortunado, pero también reconozco que he tenido demasiado apoyo de muchísimas personas durante toda mi trayectoria de vida, así que decir que por cada título me enorgullezca, en realidad me siento más bien afortunado de estar en la posición de poder ayudar a otros.      

 

 

La IA ha generado todo tipo de opiniones. En áreas como en los medios y las artes ha recibido duras críticas por su invasión al talento humano. En su caso, usted la está aplicando para ayudar a las personas, pero también me pregunto si de alguna manera podría correrse el riesgo de disminuir las funciones que ejercen profesionales como los fisioterapeutas. ¿Qué opina de esta dualidad que genera la IA? 

 

Creo que como en todos los procesos o etapas de industrialización de la sociedad se entiende el temor en especial cuando no se entiende cómo funciona cuando las cosas parecen ser un misterio y sobre todo que ese misterio pareciera ser manejado por unas ciertas élites, sean estas académicas o monetarias.

 

La verdad, y es porque también me considero tecnócrata a la base, a mí me parece que toca simplemente educarnos de manera tal que podamos utilizar esto para el servicio hacia los demás.

 

Recientemente escuchaba una entrevista a un multimillonario de Estados Unidos que proponía justamente aprender a utilizar la Inteligencia Artificial y en vez de vivir desde un punto de vista del miedo y del riesgo, claro entendiendo que hay problemas éticos y que hay que hacerlo responsablemente, aprender a manejar estas herramientas porque entre más educación, divulgación y vulgarización exista de los conceptos, mejor su aprovechamiento para generar un proceso de construcción social. Lo que esta persona proponía es que podemos llegar a alcanzar un punto social en donde haya una gran abundancia para todos gracias a la automatización de procesos. Y yo sí creo que vamos para allá. Solo hay que dejar de lado un poco los sentimientos de egoísmo, codicia o ambición desenfrenada y actuar desde una construcción social porque esto nos va a servir a todos.  

 

En nuestro caso, de la manera como nosotros trabajamos con PhantaiAI, no queremos remplazar el conocimiento empírico que viene de una persona que ha trabajado por décadas en una clínica y que simplemente con el tacto es capaz de reconocer que nivel de tono muscular puede tener un paciente. Lo que queremos es que gracias a poder utilizar cierta tecnología podemos aumentar las capacidades de la persona y ayudar dando respuesta a ciertas cosas que antes no se tenían.            

 

 

Un estudioso, pero también alguien a quién le gusta los deportes. ¿Qué actividad deportiva practica?

 

La verdad ahora estoy bastante ocupado con todo lo que conlleva el manejo de mi empresa, sin embargo, me entreno entre cinco y seis días por semana. Hago musculación, una actividad que realizo hace una década y que me mantiene saludable física y cognitivamente. Es más un estilo de vida que cualquier otra cosa.

 

 

¿Se considera un cerebro fugado colombiano en el exterior?

 

Sinceramente, yo no creo en esa idea de cerebros fugados, en el sentido que mis valores como persona son un poco libertarios. Esta idea de fronteras, de límites geográficos, no me parece que deberían existir. Yo soy un cerebro como cualquier otro que pertenece al mundo como un ciudadano y desde la esquina en la que pueda, por ejemplo, hoy desde Montreal, lo importante es ayudarnos los unos a los otros.   

 

 

¿Qué tanto están trabajando en esta área en Colombia?

 

Sinceramente, de Colombia no conozco de manera personal gente que esté investigando en IA o en dominios de la readaptación, incluso en la parte de neurociencias. Sin embargo, desde el punto de vista de emprendimientos médicos si asistí a una reunión el año pasado en donde conocí un grupo de unas cinco personas, cada uno de ellos liderando un emprendimiento digital y tecnológico, intentando revolucionar el sistema de atención clínico y hospitalario no solo de Colombia sino de Latinoamérica. De hecho, tenían clientes en varios países de América Latina. De manera que si se hacen cosas.

 

Conozco empresas en otros sectores que también desarrollan algoritmos que los utilizan para automatizar procesos desde el punto de vista corporativo. Yo diría que la academia en Colombia es muy buena y la ventaja de la IA en general es que básicamente se necesita un computador poderoso y cualquier persona puede hacerlo, no se necesita una infraestructura mucho más complicada que eso.        

 

 

¿Veremos su trabajo reflejado en Colombia?

 

Efectivamente. Y esa es la razón por la cual hice hincapié en el punto de que queremos hacer la tecnología accesible y lo más barata posible. He tenido la fortuna de conocer tantos tipos de sociedades que agradezco enormemente haber crecido en el contexto colombiano en que nací. Tuve una educación privilegiada por el trabajo de mis padres y también porque para ellos siempre fue importante de mostrarme otras realidades.

 

Conozco muy bien lo que es la inequidad que existe en el país, la falta de acceso a oportunidades y de recursos básicos que la gente no tiene. En ese respecto, por ejemplo, sigo muy vinculado con Colombia sobre todo desde un punto de vista educativo y de transformación social donde hace unos siete años mi mamá comenzó una organización social que se basa exactamente en los principios con los cuales nos educó a mi hermana y a mí. El trabajo que hacemos ahí es de empoderamiento dirigido especialmente a tres poblaciones vulnerables que son niños, adolescentes y adultos mayores. Lo hacemos a través de cursos académicos y apoyo sicosocial a la persona. En general lo que queremos es darles una mirada diferente a estas personas que por cualquier circunstancia no han conocido más allá que el ambiente pesado que se vive en estos barrios marginados.

 

Claro que sí, sea de una manera o de otra, dentro de esta idea de no fronteras, hay que compartirlo con todo el mundo. No es como que aquí avanzamos y allá no. La idea es que nos cojamos de la mano y avancemos todos.             

 

 

¿Cómo inmigrante que viene a proponer cosas buenas en Canadá qué sugiere a tantos colombianos que también están buscando nuevas oportunidades en el extranjero?

 

Con el riesgo de que de pronto esto se haga repetitivo, para mí la educación siempre será el camino. Independientemente de que la transformación se haga desde una oficina en Bogotá o desde una en Montreal, la educación es la manera de lograr encontrar mejores oportunidades o un estilo de vida completamente diferente. Si una persona desea irse a otro país en busca de nuevas oportunidades, la única manera y puedo sostenerlo con mi ejemplo, es la educación. Esa es la razón por la que me han abierto las puertas en tantos sitios.

 

Creo que esa es la buena manera de hacer las cosas. Sea que una persona se vaya a estudiar al exterior o que estudie en nuestro caso en Colombia y adquiera experiencia para ir a trabajar en el exterior, se me hace que es la manera más loable de hacerlo y también más segura sin necesidad de entrar en cosas de otra índole. 

 

 

¿Cómo conocer más de PhantasiAI?

 

Nosotros como empresa intentamos igualmente llevarlo como un proyecto de índole comunitario. Esta parte es extremadamente importante para nosotros porque queremos proponer una nueva manera de hacer empresa. Pero no una empresa gigantesca como otras que desarrollan alta tecnología pero que al consumidor de a pie le cuesta una cantidad de dinero no accesible.

 

Nosotros queremos desarrollar una perspectiva un poco más social. Desde esa perspectiva social pasando por la concepción de la tecnología, su validación y comercialización. Un proceso de co-construcción, con todas las partes que estén interesadas en ese tipo de cosas.

 

Quiero invitar a todas las personas que lean esta entrevista que nos ayuden a hacer voz sobre nuestro proyecto, que se involucren, que nos sigan en las redes sociales, entre más gente crea en nosotros y entienda el proyecto, más podemos hacer de esta empresa un agente transformador de cambio a nivel social.

 

Si al final logramos demostrar que las empresas pueden ser diferentes y no simplemente algo que toma el dinero de todo el mundo, así podemos generar un eco mucho más poderoso.

 

 

Muchas gracias y éxitos.

 

Muchas gracias por la oportunidad y por el interés.  

 

 

"La mejor distinción que uno puede recibir es cuando una persona le dice a uno: 'gracias, lo que usted hizo por mí, me cambió la vida'." 

Roberto Salamanca-Giron participando de un conversatorio el Instituto de Inteligencia Artificial de Quebec.

 

 

           

 

174 views

Commentaires


DSC_0086.JPG

Germán Posada es natural de la ciudad de Medellín (Antioquia). Estudió Locución para Radio y Televisión en el Instituto Metropolitano de Educación (I.M.E). 
  
En Medellín colaboró en el programa Buenos Días Antioquia transmitido por la Cadena Colmundo Radio y participó en la animación y programación del programa Mirador Comunitario a través del Sistema Radial K (Armony Records). Ambos bajo la conducción y dirección del Periodista antioqueño Carlos Ariel Espejo Marín (q.e.p.d). 

 

Desde el 2001 reside en la ciudad de Montreal en donde ha participado en la realización y animación de los programas radiales Escuchando América Latina  (CKUT 90.3 FM), Onda Latina (CFMB 1280 am) y La Cantina (CFMB 1280). 
  

 

CONTACTANOS O DEJANOS UN COMENTARIO
bottom of page