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Milciades Longas Zapata: ā€œLa radio hizo la televisión que yo tengoā€

Updated: Dec 15, 2024

Escribir sobre personalidades que han dejado una huella inmortal en la historia radiofónica de nuestro paĆ­s me resulta de un inmenso gusto casi indescriptible. Con Milciades Longas Zapata, este sentimiento de jĆŗbilo no ha sido la excepción al igual que otras personas a las cuales he tenido el placer de entrevistar y de las cuales en su momento muy poco ó casi nada, como en este caso, conocĆ­a. Supe de Milciades Longas Zapata por intermedio del reconocido locutor antioqueƱo Jairo Luis GarcĆ­a, a quiĆ©n agradezco muy particularmente.

Me pareció que era sumamente importante ponerme en la tarea de averiguar mĆ”s sobre este hombre de medios que pese a su -breve recorrido en la radio colombiana- jugó un papel trascendental en la historia y evolución de la legendaria Cadena radial Todelar, ademĆ”s de haber incursionado con sorpresivo Ć©xito en la televisión centroamericana destacĆ”ndose en Honduras con el seudónimo de ā€˜Tony Low’.

Milciades Longas Zapata mantiene una memoria intacta. Las fechas, nombres y anĆ©cdotas se mantienen vivas y salvo en cortos episodios su memoria falla. Es culto, mesurado y respetuoso en el hablar y su naturaleza paisa sigue Ć­ntegra a pesar de haber pasado mĆ”s de cuatro dĆ©cadas lejos de su tierra. Las redes sociales tambiĆ©n forman parte de su diario vivir y se siente con el Ć”nimo de impartir clases de radio a las nuevas generaciones que quieren emprender el camino que ya Ć©l transitó con laboriosidad y Ć©xito.

Siete años han transcurrido desde que este hijo del Municipio de Girardota regresó a Medellín su tierra de crianza, desde allí, Milciades Longas Zapata, hace remembranza de aquella época dorada de la radio colombiana de la que fue protagonista y en la que su nombre estarÔ inscrito para siempre.

Milciades Longas Zapata. Imagen tomada de Youtube. Programa Huellas




Por: GermƔn Posada

G.P.: Antes de ejercer la locución era músico. ¿Nos cuenta de esta experiencia?

M.L.: Estuve estudiando mĆŗsica y me gustaba mucho la cantada y sobretodo el campo de la composición. A mĆ­ me gustaba hasta cantar rancheras porque mi mamĆ” me enseƱaba a cantarlas. Para la Ć©poca hicimos una canción que se llamaba ā€˜Me largo a tomar’ y yo no tomaba, pero aquĆ­ en MedellĆ­n en el barrio Guayaquil a la gente le gustaba esta clase de mĆŗsica tomando cerveza y la canción pegó.


G.P.: En su repertorio como compositor siempre hay un buen número de canciones y algunas interpretadas por otros cantantes. ¿Quién ha interpretado sus canciones?

M.L.: Yo compuse 120 canciones y casi todas las interpretĆ©. Algunos de los cantantes que las interpretaron fueron El Caballero Gaucho la canción 'Al Vendaval', Alirio RodrĆ­guez y 'El TrĆ­o RubĆ­ que interpretaron ā€˜Serenata Materna’ que fue un exitazo. Y tambiĆ©n El TrĆ­o Caribe en San Pedro Sula en Honduras las canciones 'Honduras' y 'Nostalgia Catracha'.


G.P.: A usted se le escucha muy bien la canción ā€˜Mi Padre’. ĀæEs un homenaje a su papĆ”?

M.L.: ”Claro! Yo les compuse canciones también a mi madre y a mi abuelita. Esa canción es el retrato de mi papÔ. La hice en tango porque Medellín es la segunda patria del tango.

Mi carrera como músico terminó una vez comencé con la radio. Ya no podía abandonar la radio y después la televisión mucho menos.


G.P.: Finalmente fue a través de la música que usted resultó siendo locutor. ¿CuÔl es esta historia?

M.L.: Un dĆ­a le presente mi trabajo musical al dueƱo de la fĆ”brica ā€˜Discos Oscar’, don Oscar Villegas Giraldo, y Ć©l me dijo de ir a donde su hermano a la emisora ā€˜Ondas Tropicales’ para que allĆ” me ayudaran a promocionar el disco. Fui a la radio, quien la manejaba era Dagoberto PĆ”ramo, hombre de radio ya desaparecido. Arturo Villegas Giraldo era el dueƱo. Me reunĆ­ con Dagoberto y Ć©l me dijo que si era posible pero que tenĆ­amos que sentarnos a hablar del disco. Yo me mostrĆ© apĆ”tico porque le tenĆ­a miedo a hablar frente a un micrófono, yo no era locutor. Pese a esto tuve que hacerlo y cuando terminó la canción, don Arturo me llamó y me preguntó sobre mĆ­ a lo que respondĆ­ que era cantante y compositor. Ɖl me dijo que lo que tenĆ­a era un buen timbre para locutor y que me querĆ­a para que trabajara con Ć©l en la emisora y que me iban a pagar 80 pesos mensuales y una hora gratis para poner anuncios. Recuerdo que el noticiero que ellos hacĆ­an se llamaba Noticiero ā€˜Reconquista en el Aire’. En ese instante cambiĆ© en cuestión de segundos lo que yo querĆ­a hacer por lo que querĆ­a otro.


G.P.: ¿Comenzó entonces así su carrera como locutor?

M.L.: Yo estuve en Ondas Tropicales hasta que Dagoberto PĆ”ramo me enseñó todas las cosas y picardĆ­as de la programación. Era la Ć©poca de Gustavo Rojas Pinilla en donde se censuraban los noticieros.

Cuando vi a la secretaria de la emisora, de ojos verdes y pelo rubio quedĆ© completamente encantado. Resultamos ennoviados y finalmente ā€˜me la robe’ porque su mamĆ” la tenĆ­a destinada para un seƱor millonario de MedellĆ­n. Me fui con ella a Cartago, allĆ­ fui a pedir trabajo y me dijeron que no habĆ­a sino para los dueƱos y los familiares de las pocas emisoras que allĆ­ existĆ­an. Me hablaron de una emisora llamada ā€˜Ondas Nacionales’ en Cerrito Valle. Esta emisora era de un sacerdote. Yo me presentĆ© con mi novia y le dije que tenĆ­a experiencia como locutor en MedellĆ­n y que era capaz de dirigir la emisora y que mi novia habĆ­a sido la contadora de la radio. A Ć©l no le gustó porque no Ć©ramos casados y la Ćŗnica manera de aceptarnos era casĆ”ndonos a lo que aceptamos, pero a los dos meses me fui a buscar otros derroteros a BogotĆ”. Un dĆ­a llegamos a las diez de la noche en medio del frio y yo no aguantĆ©. Inmediatamente tomamos un autobĆŗs para FusagasugĆ” y llegamos a la medianoche. AllĆ­ nos encontramos con una emisora llamada Ondas del FusacatĆ”n y nos quedamos.

AllĆ­ llegó Enrique de Castro un cantante espaƱol que habĆ­a puesto de moda una canción que se llamaba ā€˜Solo’ y andaba de gira por Sumapaz. Al conocerme Me comentó que en BogotĆ” necesitaban un locutor de noticias de mi estilo y que Ć©l era amigo del dueƱo de la emisora y que iba a hablar con Ć©l para recomendarme. A la semana siguiente me llegó un telegrama diciĆ©ndome de presentarme el martes a ā€˜Radio Continental’ para una prueba. Cuando me presentĆ© me dijeron que acababan de tener ā€˜una peleĆ­ta’ con el locutor Manolo Villareal, que habĆ­a tirado la puerta y se habĆ­a ido. Inmediatamente y sin mĆ”s explicación me dieron orden de leer el noticiero y en medio de mi sorpresa me tocó hacerlo. Esta radio pertenecĆ­a a Chocolate Luker y era la Ć©poca en la que comenzaba don Bernardo Tobón de la Roche.


G.P.: Entre sus creaciones en radio esta la famosa serie ā€˜La Ley contra el Hampa’. ĀæCómo se gestó esta idea?

M.L.: Nació en Radio Continental. AllĆ­ habĆ­a un seƱor productor y muy buen libretista. Hernando ā€˜Chato’ Latorre. El me enseñó a escribir para radio. Yo habĆ­a escuchado en Nueva Granada un programa que se llamaba ā€˜El Mundo sigue girando’ que lo manejaban unos espaƱoles, pero lo hacĆ­an con un estilo muy elitista, contaban historias como ā€˜El destripador de Londres’ con terminologĆ­as que poco se entendĆ­a en Colombia.

Yo me dije de hacerlo, pero mĆ”s a lo nuestro. Y me inventĆ© ā€˜La Ley contra el mal’. La idea era hacerlo con historias de crĆ­menes en la capital y dramatizarlos. Cuando empezamos a grabar yo me disgustĆ© con mi esposa y esto ocasionó que se daƱaran los planes con este programa, sólo se alcanzaron a mandar dos capĆ­tulos a Radio Manizales vendidos a la CompaƱƭa Colombiana de Tabaco.

MandĆ© a mi esposa para MedellĆ­n, renunciĆ© a Radio Continental y me fui para Nueva Granada a pedirle trabajo a Don Enrique RamĆ­rez, fundador de RCN quiĆ©n me mandó para Radio Santander en Bucaramanga.

AƱos despuĆ©s me encontrĆ© en Bucaramanga con Don Bernardo Tobón de la Roche y le recordĆ© del programa pero a Ć©l no le gustaba el tĆ­tulo. Ɖl decĆ­a que ese ā€˜mal’ podĆ­a significar ser un dolor de cabeza o de estómago y lo cambió por la palabra ā€˜hampa’ que le parecĆ­a mĆ”s impactante. Pero me mandó para Cali a leer el noticiero que habĆ­a dejado de nuevo Manolo Villareal.

Era como si Manolo Villareal anduviera un paso delante de mĆ­ sin saberlo. Ɖl era un seƱor locutor que manejaba tres idiomas.

ā€˜La Ley contra el Hampa’ vino a tener fuerza cuando me pasaron de Cali para MedellĆ­n. Don Bernardo Tobón de la Roche me dijo que la Ćŗnica condición de ir al aire era si se vendĆ­a. Ɖl nos ilustraba como vender.

Se la vendĆ­ a Bernardo Lopera, un amigo. Ɖl habĆ­a sido un compaƱero mĆ­o de bachillerato que se le ocurrió que en Antioquia era posible vender la mazamorra envasada al vacĆ­o, pero necesitaba promoción. Yo se la ofrecĆ­ y se la vendĆ­ en exclusiva. Ese muchacho se volvió millonario con la mazamorra La Comarca. Yo mismo le hice el jingle y el maestro Gabriel Cuartas Franco director del noticiero hizo la letra que era: ā€˜Es un sabroso producto con el sabor de la Comarca’.


G.P.: Al parecer usted interrumpió la locución para irse al ejército. ¿Fue así?

M.L.: Yo ingresĆ© al seminario de Yarumal porque iba a ser sacerdote de donde me echaron porque le -echaba ojitos a las muchachas que las llamaban ā€˜Teresitas’- que trabajaban para los seminaristas, pero nadie sabĆ­a que ellas existĆ­an. Por esta razón el padre prefecto Baltasar Cuartas Franco tĆ­o de Belisario Betancur Cuartas me echó y me mandó para MedellĆ­n. Luego entrĆ© al ejĆ©rcito y allĆ­ cumplĆ­ mis quince aƱos. DespuĆ©s cuando terminĆ© mi servicio militar sucedió la anĆ©cdota con mi mĆŗsica en Ondas Tropicales que le comentĆ© al principio de la entrevista.


G.P.: Bernardo Tobón MartĆ­nez lo recuerda con el programa que hicieron juntos en Cali y que se llamó ā€˜Traganiquel Musical’. Dice que su voz era muy linda y que hizo promociones fabulosas. ĀæRecuerda esto de su paso en Todelar?

M.L.: Esto fue en Cali. En ese entonces Don Bernardo Tobón de la Roche me encargó a sus hijos en ese entonces muy jóvenes. A German Tobón MartĆ­nez (qepd) y Bernardo Tobón MartĆ­nez. Me dijo que les enseƱara todo lo que supiera de la radio, incluyendo las ventas. Con GermĆ”n no tuve tan buena empatĆ­a, Ć©l era muy serio pero con Bernardo sĆ­ y juntos hicimos el ā€˜Traganiquel Musical’.

Para la Ć©poca tenĆ­amos en BogotĆ” que hacĆ­amos un programa en vivo que se llamaba 'Un Peso por un Beso' en donde Arturo J. Ospina reconocido como ā€˜El Hermoso’ era su director. Se trataba de un concurso en el cual se regalaba una caja de 100 huevos y para la Ć©poca estaban de moda las famosas incubadoras. A la vuelta de la emisora estaba Almacenes J. Glottmann que vendĆ­a las incubadoras. En la radio hacĆ­amos la publicidad y los ganadores salĆ­an a comprarlas. Recuerdo que para llenar el radioteatro despuĆ©s del noticiero, ponĆ­amos un televisor para que la gente viera solo el logo, pues en 1954 la televisión colombiana tenĆ­a esa imagen viva. A las 8 p.m apagĆ”bamos el televisor y comenzaba nuestro programa.


G.P.: Usted describe a Don Bernardo Tobón de la Roche como un ā€˜hombre muy hĆ”bil’ ĀæPor quĆ©?

M.L.: Don Bernardo era un berraco. No solamente atendĆ­a la parte gerencial y de inversiones. Ɖl fue locutor mucho tiempo en RCN, Radio PacĆ­fico de Cali y vendedor. Tuvo su problema allĆ­ y cuando salió de las manos del gerente, el seƱor Córdoba, les puso la competencia nada mĆ”s y nada menos que con Todelar que le quitó el segundo puesto a RCN para dejar a Caracol en el primero y Todelar en el segundo. 


G.P.: En Medellín en 'La Voz del Río Grande' cuando Jairo Luis García reconocido locutor de Latina Estéreo apenas comenzaba en la radio, usted le sugirió que se fuera para un pueblo a desarrollar su carrera. ¿Por qué era tan importante en ese entonces irse para un pueblo a hacer radio?

M.L.: A Jairo yo lo considero mi hijo de la radio. Un tipo agradecido y muy amable.

Ahƭ, hay una verdad que no es verdad. No es en las grandes capitales en donde se aprende a hacer radio sino en las capitales mƔs pequeƱas como Bucaramanga, que fue en donde yo mƔs aprendƭ a trabajar en radio.

Por ejemplo, en BogotĆ” habĆ­a catorce locutores de primera en noticias y el egoĆ­smo era terrible, tan tremendo que usted no se imagina. Lo mismo era en Nueva Granada y en Emisoras Nuevo Mundo. En las emisoras grandes el egoĆ­smo reinaba y se lo puede preguntar usted a cualquiera de los que pudo triunfar afuera. A Jairo le gustaba mucho la radio y era un muchachito muy inquieto. Yo manejaba la emisora y el programa ā€˜La Ley contra el Hampa’. Era muy amable y servicial. Primero lo mandĆ© a Turbo cuando esta región empezaba a crecer, a desarrollarse y despuĆ©s a Bucaramanga.

Bucaramanga fue una gran escuela para muchos. AllĆ” se hizo Alfonso Lizarazo quiĆ©n era mi control en Radio del Comercio de Bucaramanga. Su carrera fue tremenda y de donde se agarraba le iba muy bien hasta cuando decidió incursionar en polĆ­tica y se le acabó la carrera.


G.P.: ¿En total cuantos años trabajó en la radio colombiana?

M.L.: DiecisĆ©is. Me fui del noticiero y de ā€˜La Ley contra el Hampa’. Esto fue lo Ćŗltimo. Esto fue por allĆ” en el aƱo 66. Antes habĆ­a hecho ā€˜El Preguntón Musical’ un programa que gustaba mucho porque el regalo era algo predilecto de toda la juventud en la Ć©poca. RegalĆ”bamos un Blue Jean para el oyente que adivinara la canción.

ā€œPara un tipo ser buen locutor lo Ćŗnico que tiene que hacer es conectarse el micrófono en el cerebro.ā€

Milciades Longas Zapata en compaƱƭa del locutor Jairo Luis Garcƭa.


G.P.: En 1967 se fue para California y estudió televisión. Para la época debió haber sido muy apetecido en la radio colombiana ademÔs con estudios en el exterior. ¿Por qué prefirió ir a Centroamérica?

M.L.: Yo tenĆ­a un ā€˜sacrosanto’ amigo de la misma edad. HabĆ­a llegado de Barranquilla y hablaba muy bien inglĆ©s y francĆ©s, se llamaba Juan Caballero. Llegamos a entendernos muy bien en BogotĆ” y me habĆ­a ofrecido la oportunidad de poder ir a Estados Unidos a hacer unos cursos de radio. En un principio no hice mucho caso. Esto fue cuando estaba en La Voz de Rio Grande. Yo cometĆ­ un pecado y voy a confesarlo en esta entrevista- porque ya estoy viejo y si no me condeno. DespuĆ©s de que Juan Caballero me habĆ­a ofrecido a mĆ­ la posibilidad de ir a Estados Unidos, las cosas habĆ­an cambiado y estaba necesitando a uno de los mejores periodistas para enviarlo a este paĆ­s a hacer los cursos y yo le dije que era la persona indicada pero el me respondió que lo que Ć©l necesitaba era un periodista no un locutor. Yo le insistĆ­ y le dije que habĆ­a aprendido de periodismo con Gabriel Cuartas Franco y el aceptó.

Entre los periodistas del Noticiero Todelar de Antioquia uno de ellos muy a disgusto porque era yo quiĆ©n iba a viajar, me hizo una pasada muy fea y dijo que yo habĆ­a girado un cheque sin fondos y me sacó casi media pĆ”gina en El Colombiano y me ā€˜embarró’ a su gusto. La deuda la pagó mi papĆ”, y me fui para Estados Unidos y de lo que aprendĆ­ la idea era venirme para a BogotĆ” que era en donde yo podĆ­a trabajar en televisión. Cuando estaba saliendo de los estudios en California alguien me dijo que un seƱor buscaba trabajadores para un Canal de Televisión en Honduras y al presentarme ante esta persona me propuso irme con el conduciendo su auto desde San Francisco. Conversando con Ć©l me confesó que era de Nicaragua y que me necesitaba para una Canal en Guatemala y una vez allĆ­ me puso en contacto con los del Canal.

Yo soy católico cristiano y un día fuimos a misa. Frente a la iglesia había una estatua de Bolívar y frente a esa estatua asesinaron a tres coroneles. Guatemala estaba perdida con la guerrilla en esa época. Yo decidí que allÔ no me quedaba y renuncié.

Cuando fui a despedirme al Canal, por coincidencia el ingeniero Leslie McKormac estaba buscando gente para un canal en Honduras ya que estaba comenzando la televisión en CentroamĆ©rica y no habĆ­a quiĆ©n trabajara y me fui para Honduras, una tierra caliente de clima, pero tambiĆ©n caliente por su gente cariƱosa. Me llevaron a la ciudad de San Pedro Sula a montar un canal nuevo llamado Canal 7 de San Pedro Sula y asĆ­ comenzó mi vida en este paĆ­s. 


G.P.: ¿Qué le gusto tanto de Honduras que se quedó en este país?

M.L.: Yo resolvĆ­ a los tres dĆ­as de haber llegado que solamente iba estar 8 dĆ­as y me quedĆ© 46 aƱos. Charlando con Oscar Cobos (QEPD) alguien que manejaba la promoción de la CervecerĆ­a HondureƱa y cuya empresa habĆ­a comprado un programa llamado ā€˜Festival de CervecerĆ­a HondureƱa’, yo le decĆ­a que no iba a aguantar ese calor de Honduras.

Pero ese calor resultó ser una medicina para mĆ­ porque yo tenĆ­a problemas con los bronquios y el calor de San Pedro Sula me fue curando rĆ”pidamente y la gente era muy amable conmigo. Yo solo venĆ­a al montaje y me entendĆ­ perfectamente con todo su personal. LleguĆ© en febrero y en mayo logramos salir al aire. El primer programa que montĆ© fuel ā€˜El tĆ­o Pancho’.


G.P.: ĀæY cómo se originó el nombre de ā€˜Tony Low’ por el cual se hizo famoso en Honduras?

M.L.: En realidad esta historia se originó en Colombia. Me lo puso Alberto Acosta el gerente de La Voz del Rio Grande. Esto me ocurrió desde que leĆ­a el noticiero en Todelar. El nombre de Milciades no le gustaba a don Alberto Acosta. Mi nombre completo es Milciades Antonio Longas Zapata y Ć©l me propuso utilizar ā€˜Tony’ por Antonio y ā€˜Low’ como una abreviatura de Longas. De esta manera quedó registrado mi nombre en el carnet.

Incluso por esta historia hasta mi madre le armó un problema a don Alberto Acosta.

Estando en Honduras el director del ā€˜Nuevo Canal 7’ me preguntó por mi experiencia en televisión en Colombia y yo le mostrĆ© el carnet de radio en donde figuraba mi seudónimo de ā€˜Tony Low’ y le expliquĆ© la historia. El aceptó de seguir bajo ese nombre artĆ­stico y se hizo reconocido en Honduras. 


G.P.: Fueron varios programas los que usted animó durante su estadĆ­a en Honduras. Algunos de ellos fueron ā€˜El TĆ­o Pancho’, ā€˜Piano Bar’ y ā€˜El Show de MediodĆ­a’. ĀæMe habla de cada uno?

M.L.: ā€˜Piano Bar’ era un programa nocturno. TenĆ­a una coanimadora muy bonita y un pianista. Yo presentaba al pianista y nos tocaba una melodĆ­a, mientras tanto nosotros conversĆ”bamos. Yo no podĆ­a hablar de polĆ­tica porque era extranjero, pero ella si lo hacĆ­a. HacĆ­amos comentarios y saludĆ”bamos a la gente. ParecĆ­a un programa de radio con cĆ”maras.

Desde que se originó mi contacto en Guatemala la idea era que yo hiciera un programa infantil. Mi inspiración para llamarlo ā€˜El TĆ­o Pancho’ comenzó al recordar que mi hermano Rafael Claver Longas quiĆ©n tambiĆ©n trabajó en radio tenĆ­a un programa de niƱos en Pereira en La Voz Amiga llamado ā€˜El tĆ­o Rafael’. Yo agarrĆ© mi guitarra, me puse un sombrerito y me puse a hablar con los niƱos entrevistĆ”ndolos como si fueran adultos. Fue todo un Ć©xito con las respuestas ocurrentes y graciosas de los niƱos. El programa le quitó la sintonĆ­a a un programa que pasaba a la misma hora en el Canal 5 en la ciudad de Tegucigalpa pero que se veĆ­a a nivel nacional. El propietario era el mismo y a disgusto cerró el programa que duró sólo seis meses, pero lo suficiente para quedar en el recuerdo de sus habitantes.

Cuando comencĆ© a hacer ā€˜El Show de MediodĆ­a’ ya tenĆ­a mis documentos en regla. Era un programa de artistas y de comentarios al mediodĆ­a. Duró unos cuatro aƱos todos los dĆ­as. 


G.P.: Otros fueron ’Chiquilandia’ ā€˜Baje una Estrella’ ā€˜La Hora Sabrosa’ ā€˜Delia y Tú’, El Teletón y ā€˜300 Millones’ que se transmitĆ­a desde EspaƱa. ĀæNos cuenta de este en particular?

M.L.: Diez aƱos antes de celebrarse los 500 aƱos del descubrimiento de AmĆ©rica el Rey de EspaƱa quiso montar un programa a escala mundial que tambiĆ©n pasó en Colombia. Su nombre era ā€˜300 Millones’ y todos los paĆ­ses debĆ­an colaborar mandando información nacional. Se hacĆ­a cada ocho dĆ­as y duraba dos horas. Cada paĆ­s debĆ­a enviar a su presentador.

Yo estaba en la ciudad de Tegucigalpa, cuando le dijeron a la estrella del Canal, de apellido Valladares para hacerlo, él se negó porque no quería ir hasta España solo a hablar cinco minutos. Me asignaron a mí y en media hora me sacaron un pasaporte diplomÔtico y me fui con mi esposa. En España me presenté y les dije que estaba acostumbrado a hacer dos programas diarios con una duración de una hora y cuarenta y cinco minutos. Me preguntaron si estaba dispuesto a hacer las dos horas y yo respondí que si dÔndole cambio a todos los presentadores de cinco minutos desde sus países. Al productor le gustó el proyecto ya que se ahorraban dinero porque no pagaban pasajes a los demÔs y me propuso hacerlo con una coanimadora.

Este primer programa lo hice ā€˜volando’ porque querĆ­a aprovechar e ir a recorrer Madrid. A los cuatro dĆ­as el director me llamó la atención al decirme que debĆ­a demorarme por lo menos 5 ó 6 dĆ­as grabĆ”ndolo porque entre mĆ”s se demorara iban a ganar mĆ”s dinero porque les pagaban por hora. De esta forma grabamos los otros. Con este primer programa se preparó al mundo para celebrar los 500 aƱos del descubrimiento de AmĆ©rica.

Para las grabaciones viajaba cada dos meses. Yo grabĆ© tres programas y todo duró dos aƱos. Nunca llevaron a Don Francisco porque estaba en Chile haciendo su programa y no se lo conocĆ­an mucho.


G.P.: TambiĆ©n hizo radio en ā€˜Radio El Mundo’ con el programa ā€˜Enfoques de Actualidad’ ĀæDe quĆ© se trataba?

M.L.: Esto fue en San Pedro Sula. Por el hecho de ser extranjero leƭa las noticias internacionales y los otros dos presentadores hablaban de polƭtica local y cuando se calentaban los Ɣnimos yo incursionaba leyendo dos o tres noticias internacionales. Esta radio era de Don Federico Batistello.


G.P.: ¿Qué comparación haría de la radio colombiana a la de Honduras en aquella época?

M.L.: La única competencia que tenía Colombia para la radio era Cuba y México. Colombia les bajó el rating a los dos. Colombia tuvo una época en que era la primera calidad de radio durante muchos años en todo el mundo. Colombia sigue teniendo importancia con el poder de sus transmisiones. Yo sólo estuve dieciséis años y no pude tener puestos mÔs importantes.


G.P.: En Honduras el Instituto de Ciencias de la Comunicación le otorgó el premio ā€˜Micrófonos de Oro’. ĀæQuĆ© le representa este premio en su vida?

M.L.: El cariƱo del pueblo hondureƱo. El cariƱo de los compaƱeros. Los locutores hondureƱos son muy buenos. Tienen mucho protagonismo en casi todas las radios latinas en Nueva York, Los Ɓngeles y Washington.

Fue todo un gusto porque me lo entregaron en compaƱƭa de Rodrigo Wong ArĆ©valo, un seƱor que siendo locutor ahora es empresario de televisión. Es una maravilla asĆ­ que es un ejemplo para la juventud. 


G.P.: Usted prĆ”cticamente fue como un ā€˜Don Francisco’ ó un ā€˜Pacheco’ en Honduras. ĀæLo considera asĆ­?

M.L.: Don Francisco es prĆ”cticamente el chileno que mĆ”s puso en alto el nombre de los hispanos en Estados Unidos. Pacheco fue el espaƱol que mĆ”s puso en alto el nombre de los espaƱoles en Colombia. Aunque Ć©l fue criado en Colombia y lo hizo como colombiano de corazón, sus orĆ­genes son espaƱoles.

En Honduras yo tratĆ© de hacer los programas en vivo tipo Don Francisco y tipo Pacheco. Y siempre quise dejar que el pĆŗblico y los invitados tuvieran mĆ”s oportunidad de participación. 


G.P.: ā€˜La gloria no es Ćŗnicamente de quiĆ©n la recibe, sino de quiĆ©n tiene la honra de compartirla’. Esta frase refleja mucha humildad. ĀæLa utilizaba mucho?

M.L.: No es una frase mĆ­a. Pero la utilicĆ© mucho tiempo para adornar los programas. Al primero que se la oĆ­ fue a Wiilfredo Mayorga famoso periodista de noticias de Honduras. AsĆ­ como utilice el saludo que hacĆ­a en Colombia que era Ā”ā€˜QuĆ© tal amigos… quĆ© tal!’. Ese saludo tambiĆ©n lo tuvieron en Colombia otros locutores en Ć©poca de juventud. Uno va buscando las mejores palabras.


G.P.: ¿Es cierto que también es piloto? ¿Tiene experiencia?

M.L.: Cuando salĆ­ del seminario ese era mi deseo y mi afición. Yo tuve un entredicho con mi mamĆ” porque le decĆ­a que no querĆ­a ser sacerdote sino aviador. Mi mamĆ” me decĆ­a: ā€˜Nosotros no queremos un hijo muerto’ e insistió en que no lo hiciera.

Ya mayor en los años setenta me hice piloto con mi salario. Tengo mi licencia comercial. En Tegucigalpa me compré una avioneta pequeña. Una Cessna 152. Amigos pilotos que hacían vuelos a particulares y por alguna razón no querían hacerlos me los dejaban a mí y yo los reemplazaba. Mi trabajo era en la televisión, pero hacía vuelos a la gente para pasearlos y me hacía unos pesos hablando de televisión con ellos.


G.P.: ¿Qué piensa ahora de todos sus años de vida en Honduras?

M.L.: Honduras hizo mi profesión. En este paĆ­s fabriquĆ© mi carrera con un curso de los Estados Unidos. La Ćŗnica experiencia que tenĆ­a de televisión era ese curso que habĆ­a hecho y la experiencia en la radio en Colombia con programas en donde yo aprendĆ­ a animar radio teatro en Radio Santander de RCN en Bucaramanga, que eran tres programas semanales, ā€˜La hora Noel del aficionado’ ā€˜El Peso Fabricato’ y ā€˜Adivine mi trabajo’.

Estos tres programas fueron mis grandes pruebas. Si yo hubiese entrado a la televisión por otro rubro que no hubiera sido la animación tal vez yo no hubiera podido haber incursionado en ella. EntrĆ© y la gente decĆ­a que yo sabĆ­a mucho, pero yo lo que sabĆ­a era de radio. La radio es mi mamĆ”. Mi mamĆ” hizo la televisión que yo tengo. AprendĆ­ a manejar pĆŗblico, a manejar gente, sólo faltaban las cĆ”maras y eso fue lo que se me metió a mĆ­ en el corazón para poder quitar el miedo de enfrentarme al pĆŗblico.

Esa televisión de 46 aƱos en Honduras se la debo a la radio. Cada paso que yo daba de mĆ”s fue gracias a la radio que yo aprendĆ­ en Colombia. 


G.P.: ¿Cómo se siente de nuevo en su querida Medellín?

M.L.: Aquí estÔn mis hijas y querían que su papÔ estuviera en casa. Ya tengo siete años de estar aquí. Creo que una gran mayoría de los que trabajamos en radio y televisión nos equivocamos y pretendemos decir que un día vamos a ser ricos. Pero si no somos hijos de dueños no vamos a tener plata suficiente para vivir de ahorros.

Conseguir trabajo en Medellƭn para un viejo de 88 aƱos es muy difƭcil y ahora con la cuarentena solo hasta los de setenta pueden salir. Yo tengo el cerebro bien puesto. Podrƭa trabajar asƭ fuera dando una clase o tener un programa de adiestramiento por radio, cualquier cosa se puede inventar, para dejarle todos los conocimientos a la gente para que los puedan utilizar de una manera distinta. Con esto de la cuarentena los muchachos se dieron cuenta que no tienen que ir al colegio porque pueden hacerlo desde la casa.

Sin ser el animador yo podrƭa dirigir una radio. Controlar el personal, fijarme como programar la radio, cual es la competencia de la radio. Yo maneje La Voz del Rio Grande en la mejor Ʃpoca.

En la radio y en la televisión como en la medicina todos los días hay que leer y aprender cosas nuevas y si no se queda uno atrÔs. Todo este bagaje me gustaría entregÔrselo a una Universidad por ejemplo a la Pontificia Bolivariana en un tipo de clases que no fuera didÔctica si no de experiencias en la cual yo podría ir a hablar con los que van a graduarse de cómo tiene que comportarse frente a las cÔmaras y frente al micrófono.

Para un tipo ser buen locutor lo único que tiene que hacer es conectarse el micrófono en el cerebro. No a la pasión del corazón. El pensamiento es el que tiene que salir por el micrófono. Porque de lo contrario va a decir diez mil burradas todos los días y eso lo va a echar para atrÔs. Necesitamos nuevos locutores que -tumben, barran ó hagan llover el sol- siempre y cuando conecten el micrófono al cerebro.


G.P.: ¿Y cómo le va en cuarentena?

M.L.: Le cuento que estoy escribiendo un libro. Le voy a dar la primicia del subtĆ­tulo que es la historia de ser ā€˜un muchachito travieso como el suyo’. Estoy terminĆ”ndolo, claro que con esto de las redes sociales los libros lamentablemente pasaron a un segundo plano servirĆ”n como un testimonio para dentro de 400 aƱos cuando ya no hablemos ni espaƱol. 

Lastimosamente tiempo atrÔs me caí en el centro de la ciudad y se me dañó la columna y ahora encima en cuarentena. Cuando esto termine hay que volver a empezar.


G.P.: Gracias por ser parte de la historia de nuestra radio.

M.L.: Que mƔs podrƭa decirle sabiendo que no hay ni dos ni hay tres que puedan estar haciendo la labor que usted estƔ haciendo en todo el mundo desde CanadƔ. Yo se lo aseguro que no lo hay.

A uno le hacen entrevistas alguna vez, pero no le dan la difusión del tamaño que usted le estÔ dando que es lo que vale la pena. Gracias a su humildad. Usted es del medio indudablemente. Que mi Dios me lo acompañe siempre. Muchísimas gracias por todo.

 

 

Canción 'Mi Padre'. Interpretación y composición de Milciades Longas Zapata.

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GermĆ”n Posada es natural de la ciudad de MedellĆ­n (Antioquia). Estudió Locución para Radio y Televisión en el Instituto Metropolitano de Educación (I.M.E). 
  
En MedellĆ­n colaboró en el programa Buenos DĆ­as Antioquia transmitido por la Cadena Colmundo Radio y participó en la animación y programación del programa Mirador Comunitario a travĆ©s del Sistema Radial K (Armony Records). Ambos bajo la conducción y dirección del Periodista antioqueƱo Carlos Ariel Espejo MarĆ­n (q.e.p.d). 

 

Desde el 2001 reside en la ciudad de Montreal en donde ha participado en la realización y animación de los programas radiales Escuchando AmĆ©rica Latina  (CKUT 90.3 FM), Onda Latina (CFMB 1280 am) y La Cantina (CFMB 1280). 
  

 

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