Marco Aurelio Alvarez. Foto Cortesía: Daniel Gomez El Espectador
Siempre será para mí un gran honor el poder compartir por unos buenos minutos conversaciones con grandes personajes de la historia de la radio y la televisión en Colombia. En esta ocasión les presento una amena charla con uno de estos queridos personajes, el maestro Marco Aurelio Álvarez Camargo.
Con su estilo muy natural y divertido Marco Aurelio Alvarez Camargo, me contó algunas anécdotas de su exuberante carrera en los medios y tuve el privilegio de enterarme además de algunas de sus confidencias.
Por: Germán Posada
G.P.: ¿Cómo nació en usted ese gusto por la radio?
M.A.A.: Lo mío ha sido una vocación silvestre, muy natural, sin ninguna formación académica. Yo pienso que la radio es una cosa natural, la radio para mi es una vocación desde niño con una historia que sería un poco larga, creo que todo comenzó con un radio teléfono que había en mi casa y que yo de niño le quitaba la parte de atrás para ver en donde estaban los músicos y los artistas, ese radio se constituyó en aquella época en el gran epicentro de la casa, todo giraba alrededor de las radionovelas y los musicales y así me entró la pasión por la radio. Mi padre era artista, fue pintor de brocha gorda y de los otros, además tenía la vocación de actor dramático y cómico y tenía una fundación muy elemental, realmente muy pobre en donde se hacían obras de teatro y en la familia la persona que heredó esa vocación artística por parte de mi padre fui yo y en la de pintor mi hermano Mario, él es un destacadísimo pintor.
G.P.: ¿Y que recuerda en especial de lo que escuchaba?
M.A.A.: A mí me apasionaban aquellos programas que venían grabados en unos acetatos en vinilo de dieciséis pulgadas por intermedio de la cadena Cresto y que se repetían en las emisoras, generalmente los locutores de habla hispana eran de origen mexicano que impostaban la voz y tenían un estilo “engolado”, ese estilo tan especial de los mexicanos que marcó junto a los cubanos la gran influencia de la radio en Colombia.
G.P.: ¿Si el estilo de los locutores mexicanos usted lo describe como “engolado” que piensa del estilo de los locutores colombianos?
M.A.A.: Yo pienso y retomo las palabras de algunas personas famosas, uno de ellos un locutor muy conocido en nuestro país y que tuve el privilegio de traerlo a la radio desde la distancia, John Grees, locutor de origen hispano, hijo de padre inglés y madre cubana. Durante mucho tiempo él fue el narrador de los –trailers- de las películas de la United Arts y de la Metro-Goldwyn-Mayer, me hice amigo de él y alguna vez me dijo: “los locutores colombianos son los mejores de habla hispana porque no tienen acentos, uno puede fácilmente identificar un locutor de cualquier otra nacionalidad por su acento pero ustedes son neutros y además son muy recursivos y tienen muy buena dicción, y esto mismo me lo repetía el popular Nelson Pinedo el cantante de la Sonora Matancera y que fue locutor en Barranquilla en La Voz de la Patria, esto para nosotros es un privilegio que se nos tenga en cuenta y sobre todo por personalidades de primera mano del mundo de la comunicación.
A esta pregunta puedo añadir que el locutor colombiano se ha caracterizado por ser muy versátil, yo puedo citar mucha personas, por ejemplo, Armando Plata Camacho es un extraordinario locutor y no solo locutor, también productor, empresario, visionario, por algo está en los Estados Unidos, es una persona que realmente se cultivó, entre sus inquietudes se dio a la tarea de promocionar al popular nadador “Kapax” por todo el rio Magdalena e hizo festivales de rock, el es un gran ejemplo de la versatilidad del locutor colombiano. También el legendario Otto Greiffestein y Juan Harvey Caicedo, es una lista realmente larga de locutores de primer orden y muchos que han laborado en el exterior, como Juan Clímaco Arbeláez en La Voz de América, un extraordinario locutor cultísimo que Dios lo designó para que muriera frente al micrófono. Me tardaría mucho tiempo en hacerle una lista de grandes locutores y desde luego, hay mucha gente que se improvisa.
"Yo pienso que la radio es una cosa natural, la radio para mi es una vocación desde niño."
Marco Aurelio Alvarez.
G.P.: Usted se jubiló de los medios en Colombia, pero como el libro de Don Eucario Bermúdez, “El Talento no se Jubila” ¿Verdad?
M.A.A.: Yo pienso que ese gusanillo le queda a uno. Yo estoy jubilado hace unos siete años y sin embargo cada vez que mis amigos de la Cadena Caracol me llaman para hacer los programas de fin de año, recojo ese repertorio impresionante de canciones que conservo en viejos acetatos y me pongo a trabajar. Yo pienso que de alguna manera revivo el espíritu de la navidad y me llena quizá con un poco de vanidad que cuando realizamos ese tipo de programa nos llama gente de todas partes del mundo por la magia de la radio y el internet, es comunicarse uno con colombianos desde una parte en donde está cayendo nieve y que están recordando los buñuelos y la natilla, eso me comulga con el espíritu colombiano y la música y lo hago con un gran cariño y cada que tengo la oportunidad de hacerlo lo hago con gran pasión.
G.P.: Tengo entendido de que usted fue uno de los locutores colombianos que se interesó por difundir el éxito del cantante Rodolfo Aicardi en Europa en los ochenta. ¿Es así?
M.A.A.: Yo recuerdo que en aquel entonces la compañía Fuentes para la cual Rodolfo grababa discos se dio a la tarea de difundir el éxito de la canción “La Colegiala” en Europa. Sin embargo, en aquel entonces no estaban tan popularizados esto de las redes sociales y el internet como ahora que las noticias se conocen tan fácilmente. Treinta años antes no había ese interés por dar a conocer una noticia buena o mala. Cuando este tema fue presentado en un Festival Mundial del Disco que se hizo en Francia uno de los directivos de Discos Fuentes fue quien trajo la noticia a nuestro país. No tuvo el impacto inmediato en Colombia porque no había esa manifestación de comunicación a través de los diversos medios, todo se limitó a los –Disjockys- y a los presentadores que hicimos comentarios. Pero tiene razón, realmente los colombianos en ese entonces no disfrutamos con orgullo saber que el tema “La Colegiala” era de primer lugar en las estaciones de radio en Europa. Cuando estuvimos en el mundial de Francia en 1998 acompañando a la Selección Colombia, fuimos a una discoteca muy popular en Paris y a mí me enorgullecía que se siguiera escuchando esta canción.
G.P.: ¿Como recuerda su última conversación con el famoso Juan Legido?
M.A.A.: Es una historia muy linda porque yo había estado viajando por varios países en una misión que me puso el gerente de RCN en esa época, don Ricardo Londoño (QEPD) y estando en México un amigo me dijo que había visto cantar en la televisión a Juan Legido, pero esta persona no sabía que él estaba haciendo doblaje de sus canciones. Esto me creó la inquietud de poder hablar con él con tan mala suerte de que no lo pude localizar. A mi regreso a Bogotá, un gran compañero y amigo en Caracol, Jaime Ortiz Alvear, me dijo que a la vuelta de la emisora en un bar estaba Juan Legido, yo no salía de mi asombro, yo lo había buscado en México y no lo pude contactar. Finalmente logré concretar una entrevista con él, grabamos unas tres horas en el estudio de Enrique Paris, y luego él se fue a descansar al hotel en donde estaba hospedado, luego yo lo mandé a recoger, y terminamos las dos últimas horas en vivo, el programa fue apoteósico porque la gente lo recordaba con cariño y lo llamaron de varias partes del mundo, recuerdo que me dijo “esto está muy emocionante chaval me mas a matar”, terminó el programa y yo tenía que presentar una convención de ventas de Caracol y al terminar el programa ya en la madrugada lo dejamos en el hotel, cuando comencé la presentación del evento por los altavoces me mandaron a llamar y el periodista Guillermo Rodríguez me avisó que Juan Legido había muerto, al parecer cuando subió a su cuarto al entrar al baño se desplomó víctima de un infarto. Después de mucho tiempo me encontré toda la entrevista en los transmisores de Radio Reloj en una caja llena de cintas magnetofónicas y cuál no sería mi sorpresa el encontrar esto que es un documento de un valor impresionante.
G.P.: ¿Le admiraban “las pintas” que usaba para sus presentaciones?
M.A.A.: Yo recuerdo que cuando hacia televisión la gente se burlaba de mi porque encontré una vez en un almacén de Nueva York el famoso traje rojo que utilizan en las fiestas de fin de año y esa fue una de las pintas que usé para el Telebingo. Modestia aparte, yo siempre me preocupé de tener una buena presentación, de usar mis buenos esmoquins. Cuando fui maestro de ceremonias del Hotel El Prado y animador de El Carnaval de Barranquilla, siempre me preocupé con un gran esfuerzo en poder invertir en ropa y estar muy bien presentado, yo pienso que cuando a uno lo está viendo tanta gente uno tiene que preocuparse por ser decente, no es profesional aparecer en un escenario, frente a un micrófono y presentar un espectáculo en malas condiciones. Esto marcó parte de mi carrera, llegar con gran respeto al público bien presentado.
G.P.: ¿Es verdad que en sus inicios trabajaba inclusive sin recibir salario?
M.A.A.: Siempre tuve esa fama en la familia de ser la oveja negra que no me adaptaba en nada, yo creo que tenía en el subconsciente que la idea algún día era llegar a la radio. Mi madre una mujer realmente maravillosa me facilitaba el dinero del transporte de Bucaramanga a Florida Blanca, a veces tenía como irme, pero no para regresarme, pero iba a lo mío, a lo que a mí me gustaba, empecé en una modestísima emisora que no tenía consola como hoy en día, solo tenía un amplificador de los que se utilizan en las escuelas y colegios. Con la fortuna de que el dueño de la emisora era un hombre de radio de trayectoria que había estado en Venezuela y en Cuba, llamado Gonzalo Ayala Oliveros, el vino con muchas ideas del exterior y yo apenas era un modesto control que ayudaba con los centavitos que me daban para el transporte para que los locutores de la noche se emborracharan para que me dejaran hablar (risas). Era curioso que sólo hablara a las dos o tres de la mañana estando todo el día en la emisora y a veces hasta sin comer. Después de laborar por mucho tiempo recuerdo que me regalaron una loción Old Spy de Shulton y yo esperaba un billetico. Todo esto lo recuerdo con especial cariño y aprecio.
G.P.: ¿Qué tan importante fue Gonzalo Ayala Oliveros en su carrera como locutor?
M.A.A.: En una oportunidad y esto lo refiero porque es parte del libro de mi vida, se hacía un programa de radio teatro improvisado y venían en gira unos venezolanos con un grupo llamado Chichi Caldera y los hermanos Oropeza y había que presentarlos en el programa de la noche, el señor Oliveros no pudo llegar a tiempo y busco un teléfono y me dio la orden de presentarlos, yo estaba muerto del susto, ni siquiera tenía licencia y era la época en la que los funcionarios del Ministerio de Comunicaciones perseguían a los que no tuvieran licencia de locutor. Yo hablé con ellos y les expliqué mi situación y uno de los hermanos llamado Oswaldo me ayudó mucho, mientras hablábamos el dueño estaba escuchando por radio y le encantó la manera como lo hice al punto de decir que yo era un genio y desde ese día fui locutor. Con el correr del tiempo me enteré de que Oswaldo Oropeza era el compositor de la popular canción “Faltan Cinco Pa’ las Doce” y tuve el privilegio de debutar en una emisora de pueblo presentando a esta personalidad. Este fue mi despegue en la radio.
G.P.: ¿A usted se le reconoce como una de las personalidades en Colombia que más sabe de música, pero es verdad que también trabajó en deportes?
M.A.A.: Ese fue un atrevimiento, fui locutor deportivo malísimo entre otras cosas y debuté en un partido de la Selección Colombia en un homenaje a Carlos Arturo Rueda en el estadio Alfonso López, recuerdo que una excelente locutora, Edith Ferrer Carrillo, fue quién me hizo los comerciales en mi debut, en estas anduve por cerca de un año y yo me las ingeniaba cuando me perdía en la jugada me inventaba un chiste, esta fue otra faceta de mi vida profesional.
G.P.: ¿De sus composiciones “Puente Pumarejo” “Barranquilla es tu ciudad” y “Hache Chempo” cuál es su preferida?
M.A.A.: Las tres son muy importantes para mí, cada una tiene su historia. Pero yo creo que la que ha sido más significativa en mi vida es el “Puente Pumarejo” el puente por ley de la república se llama “Laureano Gómez” y mi canción es una composición en homenaje a un gran alcalde que tuvo Barranquilla. Cuando grabamos la canción en Venezuela con Víctor Piñero, el tema en las emisoras que en ese entonces yo dirigía no sonaba porque decían que eso era muy cachaco y no le daban importancia, pero mis colegas y compañeros de otras emisoras lo pusieron de moda y forma parte de un catálogo inolvidable.
G.P.: ¿Que le recuerda la canción “Night Fever” de Bee Gees?
M.A.A.: Nigth Fever, me gusta mucho porque yo hice un concurso en Barranquilla llamado “Fiebre de Sábado en la Noche” que recorrió todas las discotecas con una final espectacular en el Hotel El Prado con un jurado de primer orden en donde estuvo mi amigo el desaparecido Jimmy Salcedo, duramos entre seis y siete meses de discoteca en discoteca haciendo las eliminatorias. Eso fue para mí muy importante y recuerdo que mi primer gran televisor lo compré con las ganancias de este evento y me lo llevo un gran amigo, el cantante vallecaucano Ramiro Velazco en un vuelo de Aerocondor a Barranquilla.
A los Bee Gees les debo el haber podido tener mi primer gran televisor, sin mal no recuerdo creo que era de treinta pulgadas, era un televisor gigante.
G.P.: ¿Y tiene algo preparado para este fin de año?
M.A.A.: Lo digo con gran humildad, me han propuesto hacer programas en empresas muy importantes, pero ya con el correr de los años uno como que se va midiendo y yo ya no me puedo dar el lujo de hacer maratones de 24 horas de boleros como antes. Sólo cada año cuando me llaman de producción de caracol y si me vuelven a llamar lo vuelvo a hacer de nuevo. Este año murió un gran amigo, Renato Capriles director de Los Melódicos y tengo con él una entrevista que le hice en su casa fantástica, cuando el murió me llamaron muchas personas y me preguntaron porque no había hecho algún especial sobre él. En realidad, ya habían hecho varias cosas y muy buenas, pero si me llaman para fin de año, el 24 de diciembre se lo dedicaría a Renato y haré noche buena con los Melódicos y las orquestas que alternaron con ellos.
G.P.: ¿A estas alturas de su vida cómo se siente después de tanto trabajar en radio y televisión?
M.A.A.: Yo creo que todo en la vida aun si uno se equivoca debe hacerlo con pasión. Hay que tener la responsabilidad de hacer un programa, siempre prepararse, cuando se hace un programa hay que tener la absoluta responsabilidad consigo mismo y con la empresa que lo ha contratado y con los oyentes de no llegar a inventar cosas, sustentar lo que se está diciendo. El locutor tiene que leer, informarse, por eso el periodista tomó más fuerza que el locutor mismo al leer la noticia, antes muchas veces el locutor llegaba a leer noticias, pero no tenía el conocimiento de lo que estaba leyendo, por eso ahora se habla tanto del anchor en los Estados Unidos, quien lee es quien produce y tiene conocimiento pleno de lo que está leyendo y del suceso que está dando a conocer, todo esto clasificó a locutores buenos y malos.
Últimamente me he dedicado a escribir historias, yo escribo cada quince días y mi esposa me ayuda mucho en la redacción, ya llevo escritas unas cincuenta y cuando llegue a cien voy a publicar un libro, pero sin nada de pretensiones, estas historias son un poquito de mis experiencias. Le cuento que ya me he ganado cuatro premios Simón Bolívar, uno de ellos con retazos de entrevistas entre ellas la que le hice en vida a Gabriel García Márquez en donde a raíz de la muerte de Bienvenido Granda, él me habla de este cantante, de Daniel Santos y de la Sonora Matancera, saber esto fue todo un impacto, mucha gente no sabe que él era un fanático de la Sonora Matancera.
G.P.: Recientemente estuvo de cumpleaños. ¿Como la pasó?
M.A.A.: Bueno, esto por tradición es una cosa muy familiar y el entorno mío es muy pequeño, es mi esposa que es una mujer espectacular y maravillosa, mi hija y mi nieta y la pasamos de maravilla juntos en familia.
A uno lo conoce mucha gente y comparto con mucha gente y eso me hace muy orgulloso, cuál no sería mi sorpresa la cantidad de mensajes que recibí de toda índole. Hace poco recibí una emoción muy grande, un amigo me llamó y me dijo que habían organizado una orquesta en Venezuela con músicos que pertenecieron a la Billos y a los Melódicos con el nombre de “Voces de Billos Hoy” y me invitaron a ir a Barranquilla para escucharlos. Ir a Barranquilla para mí es una gran emoción, es la ciudad de mis afectos. La fiesta estaba con un lleno total y me llamaron al escenario y el aplauso de la gente fue tan grande que uno piensa que después de tantos años de haber dejado a Barranquilla la gente ya me había olvidado, con este detalle me tocaron tanto el alma y el sentimiento que me hicieron llorar y enseguida interpretaron el Puente Pumarejo. Esos son el tipo de emociones que a mí me llenan.
G.P.: Maestro, muchas gracias por haber querido hablar conmigo
M.A.A.: Le agradezco en el alma que muy amablemente desde la distancia se tome la molestia de conversar conmigo. Este es un detalle tan hermoso.
Confidencias con Marco Aurelio Álvarez
“Le cuento una primicia, que cumplí setenta y cinco años. Recientemente estando en las exequias de Rodrigo Londoño me encontré con unos amigos y uno de ellos me preguntó qué era lo que usaba para pintarme el pelo y le respondí que nada, mi madre murió a los ochenta y cuatro años y tenía el pelo negro y yo heredé esto de mi madre y seguramente esto me quita años. Además, he llevado una vida disciplinada, nada de trago y drogas que lamentablemente han terminado con la vida de queridísimos colegas míos”.
“También le comparto que estoy cumpliendo cincuenta años de hacer radio y en tanto tiempo es a la primera persona que se lo digo, son tantas las cosas para contar, de emociones y de lágrimas, porque esto también tiene de las buenas y de las regulares”.
“Sueño con volver a presentar en tornamesas con discos de larga duración en vinilo, volver a poner esto de moda con un sonido actual, hacer una radio para gente adulta y para gente joven, de todas las edades. He pensado que esto sería un gran éxito, revivir de alguna manera la radio tradicional de ayer, pero con el sonido de hoy y con la proyección de estos tiempos, siempre he creído esto. Yo llegué al punto de tener una colección de discos de -long-plays- muy grande y por razón de espacio me toco salir de ella y sin embargo ahora he ido adquiriendo poco a poco y me la paso como ratón de biblioteca buscando música y ya tengo una considerable cantidad de discos en vinilo. Acabo de encontrar el “Puente Pumarejo” cantado por Lida Zamora grabado en Alemania y en alemán”. ¿Podrá comprender la emoción de sentir y saber que esta canción fue grabada en alemán por Lida Zamora y que no sabía?
“Yo creo que todo en la vida aun si uno se equivoca debe hacerlo con pasión.”
Marco Aurelio Alvarez.