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Ley Martín: “Mi fortaleza es la creatividad.”

Updated: Dec 1


Ley Martín.



Charlar con Ley Martín ha sido de un enorme gusto. Su voz no hace eco por su tono, aquel que normalmente percibimos cuando escuchamos a alguien que sabemos que se gana su vida a través de la voz. Pero en cambio, la suya, deja huella por su manera de hablar, por su conocimiento y sabiduría.


Martín Alejandro Orozco Sánchez, es su verdadero nombre, pero a alguien que también le apasionaba la locución, se le ocurrió la idea de que “Ley”, sería más sonoro, más llamativo, para que se le reconociera en el ambiente de la radio. Y por ley, así se dieron las cosas, hoy, después de más de 40 décadas de estar sumergido en el mundo de los micrófonos, Ley Martín, ha hecho nombre.


Ley Martín lo reconoce: “Yo nunca he hecho radio por mi voz, los proyectos que he dirigido han sido más por mi talento de crear.” Y es que, en la creatividad, está la naturaleza de este barranquillero que se ha inventado uno y mil proyectos, para entretener y divertir a la audiencia, como dicta la radio.


Sus premios Luna lo enorgullecen, pero no más que su familia, a quienes considera sus más fieles seguidores.


Son muchas cosas las que lo hacen sentir feliz con todo lo que ha logrado durante su carrera, otras, quizás no tanto, pero en medio de todo este aprendizaje, Ley Martín, sabe muy bien, que aquel muchacho que creció en aquel humilde barrio llamado Lucero, no se equivocó cuando aceptó ser mensajero, porque fuel el camino que le abrió las puertas del éxito en su vida.




Por: Germán Posada




¿Tengo entendido de que su relación con la radio fue gracias a un encuentro casual con el reconocido locutor Sergio Ramírez, El Mundialista?

Sergio Ramírez es un personaje que tuvo mucho que ver con los inicios de mi carrera ya que él en aquella época, en 1962, era el director de Radio Reloj en Caracol en la ciudad de Barranquilla. Allí comencé en mensajería y gracias a él debo mi nombre de Ley con el que me hice reconocido en los medios.

Para aquel entonces tenía unos 13 o 14 años y no tenía nada claro lo que era mi futuro. De hecho, desconocía completamente el mundo de la radio.



Usted fue el creador de la famosa Colombia All Star en donde entre los personajes tiene parte de la historia el recordado músico y empresario Jimmy Salcedo. ¿Quién fue Jimmy Salcedo en la historia de la TV colombiana?

La Colombia All Star era el concepto de una reunión de los mejores músicos e intérpretes de Colombia a finales de los años 70s. Yo me di a la tarea de buscar a los mejores del momento. Ellos eran Fruko, que ya tenía cantantes como Wilson Saoco y Joe Arroyo, Piper Pimienta Díaz y Joe Madrid. Busqué a Jimmy Salcedo, no porque fuera el mejor músico sino porque tenía un espacio de televisión que para ese entonces era el más importante en Colombia. Él era muy influyente en los medios como presentador de televisión.



Llamado nada más y nada menos que por el Dr. Hernán Peláez para ser parte de La Luciérnaga. ¿Qué significó esta invitación, para su carrera profesional?

Bueno, esto en realidad fue casualidad. Para aquel entonces yo estaba trabajando en Caracol, empresa para lo que actualmente sigo trabajando y sumando 40 años de servicio. Yo ejercía como director de una emisora en Barranquilla, pero asistía a reuniones en Bogotá. El programa La Luciérnaga ya estaba posicionado y el Dr. Peláez era su director. Yo fue quien le propuse a él, contar la historia de la Salsa. El Dr. Peláez se mostró un poco escéptico, pero me dio el aval para que comenzara a condición de que si no funcionaba simplemente me sacaban. Gracias a Dios, duré en La Luciernaga,15 años.


La Luciérnaga fue el programa de mayor sintonía en Colombia. Lógicamente se debía a la genialidad del Dr. Hernán Peláez, que era capaz de lidiar con una gran cantidad de periodistas, comentaristas y en especial humoristas. Yo que era parte del programa puedo decir que lidiar con humoristas no es fácil. Un ejemplo es Don Jediondo, no era tarea fácil. Ellos pueden llegar a ser irreverentes, pero en el fondo no hacen las cosas queriendo herir a nadie. En un principio la burla y la parodia no fue del todo del gusto de las personas a quienes imitaban, pero el mismo Dr. Peláez dio instrucciones de hacer humor sin ofender implementándose un guion para darle un cambio al programa, que le dio como resultado mucho éxito.



Una Voz en el Camino, programa que usted realiza actualmente, debe tener su historia. ¿Cuál es?

Yo llevo 40 años de trabajar en Caracol. Desde que Sergio Ramírez me ayudó a entrar, siempre he estado allí. En el camino encontré ángeles, personas importantes como Marco Aurelio Álvarez, y el Dr. Hernán Peláez, que fueron creyendo en mí y en mi capacidad más que todo creativa y me fueron proponiendo cosas.


Cuando estaba dirigiendo emisoras en Barranquilla, era el director regional de las emisoras musicales en Caracol, también había vivido la experiencia durante años en La Luciérnaga. Internamente presenté muchos proyectos que todavía mucha gente desconoce. Yo soy el creador de La Cadena Vallenata y La Cadena Tropicana. Lo que pasa es que cuando yo las inventé tenían otro nombre. También fui el creador del Programa Hora 20, y la única prueba que tengo de este programa que es obra mía, es porque en aquella época mandé una carta al doctor Ricardo Alarcón, proponiendo la idea y fue recibida en recepción Caracol de Barranquilla, y me devolvieron una copia con sello y fecha. Actualmente el programa se realiza en Caracol. Aclaro, que yo fui el creador del concepto del programa, más no del nombre. La idea era hacer un programa político después de La Polémica, que era el programa estelar.


Esa cantidad de ideas que yo proponía a mis jefes en aquella época, especialmente el Dr. Alarcón, las iban teniendo en cuenta no solo como director en Barranquilla, sino que podía tener participación a nivel nacional.


Algún día me llamaron y me propusieron participar en el programa Una Voz en el Camino con cobertura nacional y que iniciaba a las 12 de la noche. Lo primero que se me vino a la cabeza era que querían deshacerse de mí. Pero el Dr. Peláez que siempre ha sido una luz y una guía en mi camino, me hizo recapacitar diciéndome lo importante que era Caracol como empresa en América Latina, además de que el horario era privilegiado para la audiencia colombiana que vivía en Europa. De esta manera acepté el puesto en que próximamente voy a cumplir 9 años de estar al aire.


En un principio me dijeron que el programa era una marca de Caracol y dirigido al sector de los camioneros. Yo quería hacer cambios y le añadí noticias que, en un principio, a uno de mis jefes, no le gustaba la idea. Otra vez asesorado por el Dr. Peláez, decidí hacer más cambios y le agregué poesía y muchas secciones musicales y acuñé dos frases que han sido muy importantes: Una Voz en el Camino donde nacen las noticias y Convertimos las noticias en Historia. Ambas gustaron y el resultado ha sido muy positivo manteniéndose actualmente con un buen margen de audiencia.


Usted no ha sido la excepción en el medio de la locución al que se le han negado oportunidades por no tener una voz muy radiofónica, así pasó con Álvaro Ruiz Hernández, cuando lo descartó en Todelar. ¿Qué opina al respecto?

Es bueno aclarar que no se trata del reconocido actor de televisión, Álvaro Ruiz, sino de Alvaro Ruiz Hernández, hombre de radio y director de radio actuación. Estamos hablando de los años 70 en donde la radio era más importante que la televisión. Álvaro Ruiz Hernández, tenía en Todelar varios programas. Uno se llamaba La Ley contra el Hampa y el otro era El Código del Terror.


Acompañado de unos amigos nos presentamos aspirando actuar en La Ley contra el Hampa y yo fui el único que no pasó la audición. El señor Ruiz me dijo que yo no servía porque no tenía ni voz ni gracia. Eso para mí no fue ninguna ofensa porque en realidad en la parte en la que más me destaco en los medios es por mi creatividad. Yo nunca he hecho radio por mi voz, los proyectos que he dirigido han sido más por mi talento de crear. En el fondo yo le agradezco porque esto ayudó en parte a consolidar mi fortaleza que es la creatividad.



Los artistas en Colombia le deben el haber creado los Premios Luna. Algunos hasta los llaman los Oscar de la música en colombiana. ¿Cómo nació esta idea?

Proporcionalmente la idea se acerca más a los Premios Grammy ya que es de música. Comparativamente podríamos hablar también de los premios Lo Nuestro en Miami o a los Premios Billboard pero colombianos y la idea es premiar aquellos artistas que tienen impacto y éxito con su música en la ciudad de Barranquilla.


Cuando comencé existían varios premios musicales en Colombia, pero después de más de dos décadas, los Premios Luna, son los únicos que subsisten. Por allí han pasado artistas como J. Balvin, Maluma, Nicky Jam, Gilberto Santa Rosa, Víctor Manuel, Silvestre Dangond, Joe Arroyo, Diomedes Diaz y muchos más. Yo los describo como unos premios locales de Barranquilla, pero con presencia nacional.



Recientemente se mediatizó bastante aquella anécdota suya con el cantante Rubén Blades, que data de los 80s y que tiene que ver con la cancelación inusitada de un concierto en Colombia por parte del artista. Cada uno ha dado sus versiones. ¿Ya esta historia pasó al olvido o aún hay tela por cortar?

Bueno, ahí lo que hay es un malentendido generado por él y volvemos a lo mismo. Los artistas siempre llevan la de ganar porque tienen fama y Rubén Blades no es la excepción con los defectos que una gran mayoría de artistas tienen en diferentes facetas. Por ejemplo, Michael Jackson, abusaba de los niños y era un gran artista. Héctor Lavoe era un artista a quién yo admiraba y que se inyectaba heroína. Joe Arroyo era un artista que fue mi amigo y a quién admiraba y que consumía bazuco. Diomedes Díaz, tenía toda mi admiración como artista y consumía cocaína. Rubén Blades es un artista que yo admiro pero que es tramposo.


Lo que a mí me pasó con él no es ningún juego ni puede pasar al olvido. Él se quedó con un dinero que yo le entregué y que no me devolvió cuando no cumplió el contrato. Frente al tema, Rubén Blades se ha inventado cantidad de versiones y yo no estoy interesado en polemizar porque él es una persona famosa. Ahora, yo no tengo nada que perder en reclamar mis derechos.


La historia es que ambos nos reunimos por espacio de seis horas en su apartamento en la ciudad de Nueva York y en algunas de sus declaraciones dice no conocerme. Yo tengo ese audio de aquella reunión en mi poder. Cuando hicimos el contrato, él ya era famoso, pero no tenía dinero. No estaba con Willie Colón y había acabado de salir de La Fania. Se encontraba con otro sello disquero y apenas comenzaba a organizar Los Seis del Solar que prácticamente debutaron conmigo en las presentaciones que yo les organicé en Colombia. En esta historia de nuestra reunión en su apartamento, mi objetivo inicial era entrevistarlo como usted lo está haciendo ahora conmigo, y fue él quien me dijo que se encontraba bloqueado en aquella ciudad ya que había salido de La Fania y además de que Rafi Mercado, promotor muy influyente para la época en Nueva York, había dado la orden de que no lo contrataran y que por eso había decidido irse a estudiar a Harvard una especialización. Esta conversación que tengo grabada ya suma 40 años.


A mí se me ocurrió llevarlo a Colombia para que hiciera tres presentaciones y se ganara un dinero y Rubén Blades aceptó, pero haciéndome la advertencia de que viajaba jueves y se devolvía al lunes siguiente para asistir a una cita en la Corte de Nueva York a las 4 pm, ya que había demandado a La Fania por el derecho de autor de algunas de sus canciones como Pedro Navaja, Plástico y otras, que en ese momento las maneja la editora Fania Music, que era una división de la empresa Fania. En otras palabras, Rubén Blades estaba siendo explotado por sus derechos como compositor, problema que tienen gran cantidad de artistas y yo me solidaricé con él.


Rubén Blades y yo convinimos 5 mil dólares por presentación, o sea, un total de 15 mil dólares por las tres presentaciones. A mi regreso en Colombia hice alianzas estratégicas con Nano Pombo de la Discoteca Keops en Bogotá, también con un amigo en Cartagena para que se encargara de una fiesta privada con Blades y yo me encargaría de la presentación en Barranquilla. Pasados unos días alguien me llamó de parte de Rubén Blades para hacer efectiva la consignación y efectivamente yo la hice y eso es lo que Rubén Blades no cuenta.


Rubén Blades si viajó a Colombia, ese jueves, pero de igual manera se fue sin motivo alguno. Finalmente, y con el tiempo me enteré de que sorpresivamente se devolvió para Nueva York, no porque hubiera tenido problemas con sus presentaciones con las que se ha inventado una y mil historias. Resulta que estando en Colombia le advirtieron que su cita no era a las 4 pm sino a las 10 am, razón por la cual debía salir domingo, día en el cual tenía que cumplir con su presentación en Barranquilla y que finalmente incumplió, llevándose los 5 mil dólares que yo le había pagado.


En conclusión, yo le pagué el monto total que convinimos por sus presentaciones y que él ha reconocido como verdad, lo que no ha hecho es pagarme el dinero que se me llevó. Rubén Blades es mitómano y mala persona. De hecho, Willie Colón, también fue su víctima en cuestión de negocios.



El Dr. Peláez siempre ha sido una luz y una guía en mi camino.

Ley Martín acompañado por el Dr. Hernán Peláez Restrepo.



Referente a este tema hay algo que me conmovió y fue el buen actuar en su momento de Celia Cruz para ayudarle a usted. ¿Cómo nos recuerda a esta maravillosa cantante?

Y no sólo fue Celia Cruz quién me ayudó. Es que no solamente fue un monto de 5 mil dólares. Fue mucho más, porque a esto se le añade, impuestos, boletería y otros artistas contratados, eso fue una desgracia que me ocasionó una pérdida de unos 30 mil dólares.


Rubén Blades dentro de sus historias se inventó que yo le pedí una presentación gratis. Si usted investiga las presentaciones de la Media Torta en Bogotá en los años 70 y 80, existía la norma que artista extranjero que llegara a la capital tenía que cantar en este sitio público como garantía de que ganaba dinero en nuestro país. Esa norma se la impusieron en Bogotá y él entre sus historias se inventó que fue uno de los motivos por los cuales se devolvió dizque porque yo le estaba imponiendo dicha presentación.


Celia Cruz se comportó como una verdadera dama y me dijo: No me digas que te hizo Rubén, dime en que te puedo ayudar.”. Yo le conté todo lo sucedido y que estaba a punto de perder mi casa porque la había hipotecado. Ella me ayudó a conseguir a los artistas Héctor Lavoe, Oscar D‘León, Andy Montañez y a Pete El Conde Rodríguez y el señor Rafi Mercado que odiaba a Rubén Blades, solidariamente me prestó el dinero para los tiquetes de los artistas y todos ellos se presentaron gratis en Colombia para ayudarme en ese apuro en el que andaba.



Lo reconocen como La Biblia de la Salsa. Es de imaginarse entonces lo mucho que sabe de este género musical. ¿Cómo califica el estado actual del género salsa en comparación a aquellos años gloriosos en donde era uno de los ritmos más escuchados en el mundo?

Lo que pasa es que la Salsa nunca ha sido un género y ahí es en donde está la confusión de la gente. La Salsa fue un movimiento que se gestó en Nueva York en los años 60s, se impuso en los 70s y marcó una etapa muy linda en los 80s. Después comenzó su decadencia. Ahora hay artistas como Marc Anthony y Víctor Manuel que graban esa música y la denominan Salsa pero que no es un género. Repito, la Salsa fue un movimiento musical, fue una moda.


La base fundamental de la Salsa es el son cubano, lo que pasó fue que en Nueva York en aquellos años de tanta fiebre musical en los Night Club, decidieron mezclar esa enorme gama de géneros musicales como un guaguancó, un bolero, una cumbia, una bomba, un merengue o una plena, en una etiqueta que denominaron Salsa.


¿Y qué opina del reguetón?

El reguetón ya pasó también como la Salsa. El reguetón viene de unos jóvenes inquietos en Panamá que adaptaron canciones de las islas menores como el regué, el calipso, la soca, a toda esa música de las islas caribeñas la mezclaron y le llamaron reguetón, pero tampoco es un género. La esencia del reguetón es el reggae. En Puerto Rico le agregaron mezclas con tecnología de más tendencia venida de los Estados Unidos y a esa amalgama de sonidos, la gente la denominó reggaetón y también se le conoce como música urbana.


La música urbana más efectiva que se está haciendo ahora mismo es en la ciudad de Medellín y no en Puerto Rico, cuando Dady Yankee era el ídolo.

Bad Bunny sigue siendo muy influyente pero la industria fuerte está en Medellín con representantes como Karol G, J. Balvin y Maluma.


Pero eso que cantan no es realmente reguetón. Por ejemplo, en Cuba, después de la salsa vino un movimiento que se llamó la Timba cubana, pero la gente lo reconoce como Salsa. Lo mismo pasa con el reguetón, actualmente lo que suena es el Dembow pero la gente lo siguen llamando reguetón.



¿Dentro de su profesión, hay algo de lo que se arrepienta, qué pudo haber sido hecho mejor?

Lo que yo más lamento en toda mi vida es el haber conocido como persona a Rubén Blades. Yo admiré artistas como M. Jackson que era un abusador, pero no lo conocí, admiré a Elvis Presley, pero no alcancé a conocerlo, pero si conocí a Rubén Blades que como persona no se lo recomiendo a nadie. Como músico si se le puede admirar, pero jamás de acercársele como persona.



¿Martín Alejandro Orozco Sánchez conocido como Ley Martín, logró ser famoso, como siempre lo soñó?

Ahora en mi madurez puedo decir que el reconocimiento que yo he anhelado como persona lo tengo que es el reconocimiento de mis hijos, mis nietos, mi esposa. Yo tengo un hogar del cual me siento muy orgulloso. Los protagonistas de mis redes sociales son mi familia. Ese es el más grande logro de mi vida y ya me lo gané.


A mí no me interesan premios de reconocimiento. He sido un padre de familia, tengo que hacer oficio en mi casa que incluye hasta limpiar pañales. A mis hijos a todos los he llevado al colegio y gracias a Dios los pude graduar en la mejor Universidad de Barranquilla, que es la Universidad del Norte. Tengo una hija en México que es protagonista del mejor noticiero de ese país, un hijo estudiando cine en Barcelona, España. Ese es mi orgullo, mi premio, mi trofeo. De esto me siento orgulloso.



Luego de ese encuentro fortuito por la cual conoció la radio para luego realizar una prolífica carrera en ella como en la televisión, ¿Cómo mira todo este recorrido que inició algún día en su barrio Lucero y que hoy por hoy goza del reconocimiento en Colombia como hombre de medios?

Me siento muy orgulloso porque Dios conmigo ha sido generoso por lo que yo he logrado que no es mucho, porque mi destino estaba trazado a la suerte que han tenido los que eran mis amigos de juventud en el barrio Lucero. A una mayoría los han asesinado, otros son drogadictos, otros viven en la miseria total.


Yo he llevado a mis hijos y a mis nietos a saludar aquellos amigos que no quisieron estudiar. Aproveché esta oportunidad que Dios me dio para educarme. Cuando entré a la radio apenas era un estudiante de bachillerato, y trabajando en la radio estudié Comunicación Social pero no la terminé, pero me metí en la carrera de Derecho y actualmente soy abogado en ejercicio y manejo todo lo relacionado con Derechos de Autor y Nuevas Tecnologías.


Todo esto yo no lo planeé, sino que se fue dando en el camino y me hace sentir muy orgulloso.



Gracias.

A usted muy amable.



Yo nunca he hecho radio por mi voz, los proyectos que he dirigido han sido más por mi talento de crear.

Ley Martín.

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Germán Posada es natural de la ciudad de Medellín (Antioquia). Estudió Locución para Radio y Televisión en el Instituto Metropolitano de Educación (I.M.E). 
  
En Medellín colaboró en el programa Buenos Días Antioquia transmitido por la Cadena Colmundo Radio y participó en la animación y programación del programa Mirador Comunitario a través del Sistema Radial K (Armony Records). Ambos bajo la conducción y dirección del Periodista antioqueño Carlos Ariel Espejo Marín (q.e.p.d). 

 

Desde el 2001 reside en la ciudad de Montreal en donde ha participado en la realización y animación de los programas radiales Escuchando América Latina  (CKUT 90.3 FM), Onda Latina (CFMB 1280 am) y La Cantina (CFMB 1280). 
  

 

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