Hernán Peláez Restrepo. Foto: Jet-Set.
Dentro de las consultas que realicé para mi entrevista con el célebre hombre de medios y comentarista deportivo, Hernán Peláez Restrepo, encontré algunas definiciones que otras personalidades de los medios en Colombia suelen utilizar para referirse a él. “El Rey Midas de la Radio”, por ejemplo, es uno de esos atributos. Para el reconocido periodista Yamid Amat, Hernán Peláez es el “Máximo Pontífice“ como comentarista de fútbol pero además lo considera un “cirujano“ y un “científico“ de dicho deporte.
En lo que a mí concierne, mi percepción frente al Dr. Hernán Peláez es que es uno de aquellos personajes que como entrevistador uno siente constantemente ese deseo puro de entrevistar pero al mismo tiempo una cierta incertidumbre de saber cuál es la mejor manera de saberlo abordar.
Pero como casi todo en la vida, finalmente no queda más que “tirarse al ruedo“ y me resultó lo más obvio comenzar nuestra charla preguntándole por aquello que más le gusta hacer en su vida y lo que él denomina como vicio: fútbol y Radio.
Así fue el inicio de esta entrevista que tuvo el gusto de responderme el Dr. Peláez, un hombre que ha sido respetado y admirado durante toda su carrera profesional en los medios colombianos y que forma parte inolvidable de aquel legado que otros como él, han contribuido de manera vigorosa a mantener viva la magia de la radio.
Por: Germán Posada
La industria de la radio se resiste a desaparecer con los cambios que llegan en el tiempo y algunos opinan que la radio está en proceso de extinción. ¿Cómo analizaría usted esa resistencia de la radio de seguir viva y protagonista?
H.P.R: Es evidente que las estaciones AM perdieron espacio y han derivado en otros servicios, religiosos y noticieros populares y sostienen franjas de música de antaño. Las estaciones FM se especializaron en diferentes tipos de música. vallenata poca clásica, reguetón, salsa, etc. Algunas combinan noticias y programas de opinión, aunque en general el humor que difunden no es brillante y menos inteligente. Todos en síntesis, dan pelea dentro de sus posibilidades.
En los años sesentas usted se erigió pionero como analista y comentador de futbol en Colombia, esto con el objetivo de servirle de soporte al narrador quien era la figura en ese entonces. Ahora, dicho por usted, el comentador pasó a ser más figura que el narrador. ¿Por qué?
H.P.R: Acá también se dio evolución. En los 50 el grupo en estadio lo integraban, narrador y locutor comercial, sobre los 60, apareció el comentarista de juego, el analista arbitral, el estadígrafo, el historiador, el entrevistador, se robusteció el grupo. Mermó el papel del narrador y creció el del analista.
Cuando en La Luciérnaga digamos que Darío Arismendi no logró acomodarse o encajar en el programa como director, usted llegó a ocupar esa posición y ahora que no está, todavía una gran mayoría coincide en que ha sido usted quien mejor ha dirigido este programa, pero además continúa vigente y con éxito. ¿De acuerdo a su experiencia qué considera ha sido su fórmula ganadora en la radio?
H.P.R: Creo que pensar siempre en el oyente. Colmar sus deseos. Informarle, entretenerlo, hace ameno un programa con muchos ingredientes, musicales, humor y sobre todo, trasmitirle ánimo, sacarlo aunque sea por momentos de las angustias diarias y que aprenda a entender lo que pasa. Que vea en el programa, una ayuda, una explicación al acontecer diario.
Contar historias y revivir la música de antes es prescindible dentro de su estilo de hacer radio sobre todo para serle fiel a una audiencia que lo ha acompañado por mucho tiempo, pero en la radio también es muy importante ganar nuevas audiencias con gustos diferentes. ¿Le cuesta ponerse a hablar de un estilo como el reggaetón o de un artista que represente este género o estilo musical?
H.P.R: Creo que yo al menos, no incursiono en asuntos que no me gustan. Si me gusto siempre el bolero, el son, el tango, sigo con ellos a sabiendas que con los años, esos estilos perderán espacio. Quiero ser autentico siempre en lo que hago.
Usted hace un fuerte énfasis en la utilización de un lenguaje simple, universal, entendible para todo público. ¿A través de los años cómo ve usted la aplicación de esta regla en los locutores colombianos?
H.P.R: Insisto en el oyente. La radio llega con su mensaje a los iletrados y a quienes tienen educación máxima. El lenguaje debe ser entendido por todos, más cuando no disponemos de imagen, sino solo de voz para captar la atención.
En entrevista con Alejandro Marín usted mencionó algo que me llegó al corazón y era el de ser solidario con los colegas de trabajo. Esta condición en un director en particular para mí es muy importante. ¿Qué tanto considera le ha servido esta manera de ser suya con las personas con la cuales ha trabajado?
H.P.R: El director debe ser justo y dar oportunidad a todos a quienes lo acompañan. Aprovechar el talento de cada uno, para beneficio de él mismo y del grupo. El director debe ser flexible, comprensivo y sin egoísmo empujar a sus dirigidos hacia el éxito. Una de mis satisfacciones, es conocer con el tiempo, el agradecimiento de quienes trabajaron a mi lado, por un consejo, una oportunidad.
“La radio llega con su mensaje a los iletrados y a quienes tienen educación máxima.”
Gustavo Alvarez Gardeazábal y Hernán Peláez Restrepo. Imagen: Las 2 Orillas.
En momentos actuales, el afán por comercializar, que es muy importante en la industria de la radio, al parecer le cambió la perspectiva a la radio de antes que aunque necesitaba vender, muchos sostienen que se implicaba más en elaborar y en producir mejores programas. ¿Qué opina al respecto?
H.P.R: Ese es el problema enorme de la Radio. Dejó de buscar talento, ingresó a la línea del facilismo y los productores de ideas, fueron desalojados de sus puestos y de su importancia.
Usted también coincide en decir y defiende el hecho de que la radio es un medio, un vehículo de la imaginación para el oyente. Ahora la tendencia es que la radio la vean porque está siendo filmada. ¿Considera qué se le puede llamar radio a esta radio?
H.P.R: Respeto esa postura, aunque no la comparto. La Radio fue eso. Comunicación invisible. Promover la imaginación en el oyente, quien puede así construir una idea, una fantasía si se quiere. El mejor ejemplo del pasado, fue palpar el éxito de las radionovelas. Todo era una construcción de historias, activar la imaginación del oyente.
Casi dos décadas compartió cabina en La Luciérnaga con el respetado escritor y periodista, Gustavo Álvarez Gardeazábal. ¿Cómo resume ese tiempo de trabajo al lado de él y en el cual lograron cautivar durante tantos años una fiel audiencia?
H.P.R: Porque él era novelista y con un estilo especial combinaba la realidad y la ficción. Poseía humor negro y más que eso, disponía de información fehaciente de los hechos del país y era analista y sabía pronosticar lo que ocurriría. Un solo detalle, en esos 9 años, nunca hubo una llamada ni reclamo de la Fiscalía o autoridad alguna, porque todo lo tenía documentado y enterado.
Tiene fama de ser muy meticuloso en su profesión al punto de considerársele demasiado perfeccionista. ¿La imperfección no cabe dentro de su vocabulario?
H.P.R: Fanático del cumplimiento, de la preparación de un programa, para que parezca improvisado, siendo en realidad, todo lo contrario.
He leído que algunas paredes de su casa están adornadas con pinturas hechas por Don Ernesto su papá. Es evidente que le gustan todas. ¿Alguna de ella en particular que sea su preferida? ¿Por qué?
H.P.R: Todas, oleos, carboncillos, acuarelas, porque sus manos y talento para usarlas era una respuesta al don que Dios le dio.
Al parecer fue muy buen futbolista al punto que algunos coinciden en que pudo haber sido un excelente 10. ¿Nos refresca esa parte de su vida?
H.P.R: Lo disfrute hasta que las rodillas me lo permitieron. Es lo que más extraño de mi juventud. Desde el Colegio, Universidad, Rodillones, nada mejor que sudar, hablar, gozar en un campo de futbol.
Maestro el respeto que a usted se le tiene en el periodismo colombiano es inmenso. El reconocido periodista Yamid Amat, lo considera un cirujano del fútbol. ¿Qué piensa, qué sentimientos se le vienen a la cabeza cuando está tranquilo y relajado en su casa y darse cuenta de esa riqueza radial que ha cosechado en más de medio siglo de trabajo y que todos admiramos y respetamos?
H.P.R: No pienso tanto en eso. El día que lo haga, estaré retirado del todo. La fortuna me acompaña al saber que cada día, dispongo de un trabajo, de un compromiso con este oficio, por no decir vicio del futbol y la Radio.
Su repertorio musical debe ser exageradamente amplio. ¿Nos comparte una lista especial de algunas de sus canciones preferidas?
H.P.R: Más que las canciones le doy una lista de mis cantantes preferidos: Bienvenido Granda, Daniel Santos, Nelson Pinedo, Leo Marini, Roberto Ledesma, Andrés Falgas, Alberto Castillo, Argentino Ledesma, Toña La Negra, Celia Cruz, El Trío Matamorros, Los Tres Ases, Louis Armstrong, Ray Charles, Gleen Miller, Pedro Infante y me faltarían nombres.
Un honor poderlo entrevistar, muchas gracias por su tiempo.
H.P.R.: A usted muchas gracias.
“La fortuna me acompaña al saber que cada día, dispongo de un trabajo, de un compromiso con este oficio, por no decir vicio del futbol y la Radio.”
Hernán Peláez Restrepo. Foto: Caracol.com.co
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