Gustavo Alvarez Gardeazábal.
Gustavo Álvarez Gardeazabal no para. Es un mundo de ideas y una máquina imparable que no cesa de leer y escribir. Su capacidad para almacenar y absorber información es magistral y su habilidad para concretar ideas y pensamientos sobrepasa los límites.
Fui un completo atrevido, o quizás un ingenuo, al preguntarle en qué ocupaba su tiempo de asueto. Como entenderán, esta clase de espacio no tiene cabida en su vida. La crónica es parte vital de su existencia y recientemente escribió y grabó la número 1000, la cual tituló: Llegando al atardecer.
Escucharla, fue todo un deleite. Como yo, sus miles de lectores y seguidores, estábamos a la expectativa de ser partícipes de lo que sería llegar a la suma de aquel millar de reflexiones que desde el aislamiento provocado por la pandemia comenzó y que hasta la fecha sagradamente no ha dejado de redactar. Es muy importante resaltar aquí, que su gusto por escribir crónicas no es reciente y que ya suma más de cincuenta años haciéndolo.
Llegando al atardecer, originó celebración y reunión con amigos. Pero más allá de la festividad, generó una enorme esperanza de volverlo a ver reunido con el Dr. Hernán Peláez, su antiguo colega de episodios de radio, con quién por diez años amenizó inteligentes y sobrias tertulias, analizando la actualidad del país a través del programa La Luciérnaga.
Gustavo Álvarez Gardeazabal no se ha dejado amedrantar por el acoso incesante de la tecnología y ha sabido galopar al paso que esta con sus cambios y transformaciones exige. Acepta que, a su edad, el reto no ha sido fácil, pero se niega a quedarse en medio camino, aquel que solo los osados como él, transitan sin temor alguno.
Por: Germán Posada
¿Por qué Gustavo Álvarez Gardeazabal es un ‘abuelito digital'?
Porque cuando terminé mi bachillerato todavía enseñaban aritmética. Apenas empezaban a explicar la teoría de conjuntos. En 63 años no solo he envejecido, sino que me he adaptado a la modernidad hasta no sacarme los ojos manejando el internet y las redes. NO ha sido fácil, pero lo he logrado a la edad promedia de un abuelito.
Empecé con esta pregunta porque usted, así se describe, en su columna número 1000 la cual tituló “Llegando al atardecer”. ¿Justo ese día que la escribió cual sentimiento lo invadió?
No he sido de emociones. Soy muy de razonamientos y en un país donde ser constante no es muy común, mí ejemplo podría servir hasta ese momento, quizás tan personal, y a mi edad, servir de enseñanza o de refuerzo en la valoración de lo que hago diariamente.
Celebró con una frijolada y amigos el hecho de haber escrito su columna 1000. ¿Usted también comió frijoles o se lo impidieron sus dietas?
Soy fruto de un hogar con costumbres culinarias paisas y todos los viernes hubo fríjoles desde cuando recuerdo. Pero mis divertículos, en los tres cólon, no me permiten desde hace años ni pepas ni cáscaras. No puedo correr el riesgo de que se me inflamen.
Su crónica 1000 y la famosa frijolada de celebración, avivaron de nuevo el deseo de muchos de verlos de nuevo juntos, a usted y a Hernán Peláez, como en sus mejores años en La Luciérnaga. ¿Tendrá la radio colombiana esa gran dicha?
Coincidencias. Una semana antes de esa celebración se nos hizo la propuesta para volvernos a reunir en un video podcast semanal de media hora con los mismos productores de Somos menopáusicas ¿y qué? Probablemente si firmamos se llamaría Vuelven Peláez y Gardeazabal en los Octogenarios.
La recopilación de sus crónicas tuvo una primera edición de un libro. Historia que comenzó en pandemia con “Crónicas del Enchuspado”, un título bastante llamativo para describir aquel tiempo de incertidumbre y fragilidad. ¿Cree atractivo editar un libro con este título?
¿No se ha percatado que la gente dejó de leer? Y que en las redes apenas si leen las primeras 25 palabras y dejan de hacerlo.? En Colombia la memoria cada vez usa menos la recopilación de textos escritos para construir historia. Y yo, que soy un favorecido durante más de 50 años con la lectura de mis textos puedo estadísticamente medir a cuál tamaño ha quedado reducido el mercado editorial y el de los lectores.
“En Colombia la memoria cada vez usa menos la recopilación de textos escritos para construir historia.”
Gustavo Alvarez Gardeazábal.
En nuestra primera charla le pregunté: ¿Qué considera es lo bueno, lo malo y lo feo del Imperio norteamericano? Y así me respondió: "Los imperios siempre serán imperios, con virtudes y defectos, pero no hay duda de que a todo imperio le llega su declive, pregúnteles a los ingleses."
Ahora le pregunto: ¿Está en declive los Estados Unidos por haber elegido de nuevo a Donald Trump cómo su presidente?
No me cabe la menor duda. Alemania creyó encontrar su cima cuando eligió a Hitler y en 12 años la enterraron Aquí puede pasar lo mismo. Las garras del imperio se harán sentir en toda su magnitud con Trump en la presidencia.
También le pregunté en el 2021, como veía las elecciones en las que el actual presidente colombiano era uno de los candidatos y así me respondió: "Estas elecciones tienen más pinta de carnaval que de proceso electoral. Hay de todo como en las boticas viejas.". Le pregunto entonces: ¿Continúa el carnaval en Colombia ahora con Gustavo Petro como presidente?
Yo diría que ahora sí que más porque los actores o se la han tomado en serio como Petro, representando papeles que oscilan entre la comedia y lo ridículo o se han disfrazado como sus opositores de derechistas y esa mezcla forja un carnaval con tiovivo incluido.
Parece que va a someterse próximamente a una cirugía. ¿Podemos saber de qué se trata?
Es muy sencilla, de cataratas. Pero como sufro desde niño de trombastenia de Glatzman y dificultades cardíacas y he pasado chascos muy fastidiosos en anteriores procedimientos quirúrgicos, me están preparando como los payasos para la presentación en el circo de la vida.
Imaginar es muy importante en su vida, de hecho, me dijo que el éxito de su gestión en el Valle fue haber gobernado con imaginación. ¿Qué clase de líder político con creatividad, con intuición, necesita Colombia?
Cualquiera, pero que imaginen facilitando el desarrollo futuro, no tratando de gastar neuronas en imaginarse venganzas o retaliaciones.
Kamala Harris viene de perder las elecciones en Estados Unidos y como ella, hay muchas mujeres líderes que pretenden ser elegidas presidentes en sus países respectivos. ¿Es el caso para Colombia actualmente?
Parecería que a Colombia le toca gobernar a una mujer. Las hay varias y con ganas, aunque no todas preparadas para asumir.
¿Con su sabiduría y experiencia adquirida de vida, qué conserva de soñador, aventurero e irresponsable de aquel niño que en otra época fue Gustavo Álvarez Gardeazabal?
A esta edad he dejado de soñar despierto.
Está escribiendo y leyendo casi que las 24 horas del día. ¿Cómo disfruta sus momentos de ocio?
Regando mis plantas, revisando mis animales, aprendiendo y ayudando siempre en todo lo que veo. Por esa razón lo que no sé es si puedo llamar ocio esos tiempos
¿Gustavo Álvarez Gardeazabal sigue siendo el genio que escribió “Cóndores no entierran todos los días?
Los genios no actúan sino hasta los 25 o 30 años. El resto de los éxitos son fruto del aprendizaje, la cultura y la capacidad de razonar sobre la observación.
Muchas gracias.
Con gusto.
Komentáře