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Guillermo Díaz Salamanca: "La radio es una maravilla."

Guillermo Díaz Salamanca.



Esta es la segunda charla que tengo con el hombre de medios, Guillermo Díaz Salamanca. Su cordialidad y amabilidad son siempre las mismas. A la hora indicada, muy puntualmente, iniciamos nuestra conversación.


Esta vez, la idea con este diálogo, era sumergirnos un poco más en dos de las etapas cruciales de su exitosa carrera. Su paso en el programa La Locomotora en Radioacktiva y la notoriedad que alcanzó en La Luciérnaga.


Como en toda historia de quién sobresale en la vida, hay nombres de personas que se cruzan en el camino que aportan de una manera o de otra, para que el éxito se haga realidad. Un nombre muy importante en la trayectoria de Guillermo Díaz Salamanca es el de Yamid Amat.


"Yamid Amat me insistió mucho para que me dedicara más al humor que a los deportes.", comenta Guillermo, quién en un principio se mostró reticente a esta sugerencia, pero de la que hoy se siente inmensamente agradecido.


Una amena conversación con 'el hombre de las mil voces', en la que, entre otras cosas, recordamos sus inicios en la radio, las personas que vieron en él su enorme potencial como humorista, su primer y crucial encuentro con Yamid Amat, su notable participación en La Locomotora y su considerable reconocimiento en La Luciérnaga.


Y como hombre de deportes, también nos alcanzó el tiempo para hablar de fútbol.

 

 


Por: Germán Posada

 


En nuestra primera charla usted la despidió con esta frase: 'Mientras podamos estar en la radio ahí estaremos'. Hoy vamos a comenzar con ella. ¿Todavía está en la radio?  


¡Claro! Cómo le parece. Todavía me aguantan en la radio. La radio es una maravilla. Sigo vinculado a RCN hace ya varios años. Dirijo el programa que se llama El Tren que va de 4 a 6 de la tarde. Estoy acompañado de Andrea Gómez, de Medellín, Antonio Casale, quien es el moderador, Jorge Luis Balaguera en el área de entretenimiento y Cristian Solano. Somos nosotros los que hacemos ese par de horas en la Cadena para todo el país. 

 


Me contó también que fue en la Emisora Mariana en donde usted inicio su entrada al mundo de la radio. ¿Qué fue lo que inicialmente comenzó a hacer allí?


Lo primero que hice en Emisora Mariana, curiosamente fue leer edictos emplaza torios cada hora. La Emisora Mariana tenía, y no sé si aún tenga esa particularidad, de transmitir edictos que se hacen para que personas cumplan con temas particularmente civiles y con responsabilidades que tienen. Eso lo hacen normalmente los periódicos. Por ejemplo, el diario El Siglo, tiene una sección especializada en edictos y algunas veces El Espectador.     

 


¿Recuerda a alguien en especial en la Emisora Mariana de quién considere haya aprendido en el arte de la locución?


En esa época de La Mariana me tocó trabajar al lado de Jairo Moncada Cortés, que ahora vive en Los Ángeles y que pasó con el tiempo a ser un excelente relator deportivo que estuvo por Radio 1020, anduvo también por RCN, hizo transmisiones para televisión y finalmente recaló en la ciudad de Los Ángeles.


La Emisora Mariana era básicamente una escuela, en esa época no existían las facultades de comunicación como ahora en las universidades, entonces prácticamente todo se aprendía en el terreno. A mí me correspondió bajo la dirección de los padres españoles, Francisco Pajares y Manuel Cadierno. La emisora es de sacerdotes agustinos, ellos me fueron abriendo las puertas y me enseñaron muchas cosas, pero insistían demasiado en la lectura, en que uno debía estar preparado para cualquier cosa en la radio. Para presentar programas deportivos, leer noticias, animar en un radio teatro, improvisar en caso de que se presentara alguna falla, para hacer programas musicales, hasta programas de zarzuela.

Total, de que uno iba adquiriendo conocimiento en muchas áreas, por lo menos en aquella época, uno tenía la oportunidad de estar en la propia emisora e ir mirando en que área se sentía más cómodo. Después de algunos años de estar aprendiendo me pasaron a ser coordinador de deportes. Después fui el locutor comercial en las transmisiones deportivas, luego fui a parar al Estadio El Campin a leer la parte comercial, luego fui comentarista, narrador deportivo. Luego de un par de años en La Mariana, me fui a otros lares, pero a seguir en la radio deportiva.


De aquella época, también recuerdo a María Teresa Pachón una mujer con una voz bellísima, una mujer extraordinaria en la locución, igualmente a William Álvarez, y Jairo Gil.            

 

Antes de ser parte de 'La Locomotora' en Radioactiva, parece que usted estuvo participando de una emisión algo similar a 'La Luciérnaga', con personajes como Yamid Amat, Juan Harvey Caycedo y Oscar Rentería. ¿Nos refresca la memoria de este episodio en su carrera?


Si. Quiero hacer claridad en el tema. Yo trabajaba en Todelar. La persona que me invitó a participar en un programa en Radio Deportes de Bogotá por la tarde, un viernes, fue Benjamín Cuello Hernández, excelente narrador deportivo y gran persona. El me invitó para que lo acompañara a hacer unas imitaciones.


De pronto por el vidrio de la cabina se apareció Yamid Amat, en esa época él era el monstruo de la radio, la máxima figura de la radio colombiana. Yamid, estaba acompañado de Jaime Ortiz Alvear a quién le preguntó quién era yo, obviamente a mí no me conocían. Jaime le respondió que yo era un muchacho que narraba fútbol y que trabajaba en Todelar en Radio Capital.


Yamid me hizo una seña con la mano para que saliera de la cabina y me saludó. Igualmente me preguntó quién era yo y luego de conocernos, el siguió escuchando mis imitaciones. Luego cuando terminé, Yamid me preguntó si yo lo podía acompañar a las 6 de la tarde a un programa que él hacía en La Básica de Caracol, con una duración de media hora y que era el remate de las noticias con algo de humor. Yo acepté de inmediato.


Esa fue la primera vez que tuve contacto con Yamid Amat, la primera vez que tuve contacto con Caracol, la primera vez que entré a Caracol Radio en calidad de invitado y la primera vez que trabajé con Yamid Amat.

 

Cuando terminamos esa media hora que la hicimos, entre otras personas, Yamid Amat, Juan Harvey Caycedo y el trovador Jorge Carrasquilla, Yamid me invitó a una reunión de amigos. El sitio de la reunión era Gato Negro y allí había mucha gente de los medios, entre ellos, estaban Julio Sánchez Cristo, Juan Harvey Caycedo y Alí Humar. 


Ninguno era amigo mío, pero Yamid me presentó. Puedo decir que en ese momento yo era el juguete de la diversión y Yamid y yo entablamos una muy buena relación que me llevó posteriormente a entrar a Caracol.   

 


¿Cómo se sentía el estar al lado de aquellas figuras de la locución y en especial con Juan Harvey Caycedo?


Juan Harvey Caycedo era una persona absolutamente extraordinaria. Muy culto.


Una anécdota muy especial con él, es que nosotros salíamos a hacer presentaciones por todo el país con La Luciérnaga y alguna vez en Cali o Armenia, no recuerdo, estábamos en el aeropuerto, Alexandra Montoya, 'Alerta' Hernán Peláez, esperando a que llegara Juan Harvey quién no aparecía. Como a eso de las 7 de la mañana apareció sosteniendo un vaso con whisky y con hielo. Sorprendidos le dijimos que como era que estaba tomando whisky a esa hora y que podíamos perder el vuelo. El respondió que no estaba tomando con la hora de Colombia sino con la de Londres. Ese era Juan Harvey. Un hombre divertido, excelente coequipero, desarrolló unos personajes muy bonitos en La Luciérnaga, la verdad fue muy grato compartir con él. 


Era un hombre muy elegante al aire leyendo noticias, grabando comerciales, tenía una perfecta vocalización y dicción. Era un hombre que se expresaba muy bien no solamente al aire sino por fuera del aire. Recuerdo muy bien que era muy buen amigo de don Alberto Piedrahita Pacheco. Siempre estaban juntos y compartían con las señoras de cada uno.


Como hombre de radio, ojalá uno llegara a tener el 10 por ciento del talento que tenía Juan Harvey Caycedo.    

    


¿Y cómo se dio su entrada al programa La Locomotora de Radioacktiva?


Yamid me siguió invitando los viernes a su programa de media hora y yo seguía trabajando en Todelar. Un día me dijo que Fernando Barrero Chávez, quien era el vicepresidente de producción de Caracol en esa época, me iba a llamar para contratarme.

Esa llamada durante seis meses jamás se produjo. Nunca me llamó. De donde si me llamaron fue del Grupo Radial Colombiano. Enrique Muñoz, un señor que era el gerente comercial, me contactó para que le gerenciara la emisora Radio Ciudad de Pereira.


Yo me fui para Pereira, desde allí le mandé a Yamid un telegrama -en aquella época todavía existían- dándole las gracias por haberme dado la oportunidad en Caracol como invitado y diciéndole que nunca había recibido la llamada del señor Chávez. Eso sí, me le puse a sus órdenes en Pereira.


Cuando llegué a posicionarme en la gerencia de aquella emisora, la primera llamada que entró fue de Yamid Amat desde Bogotá, a través de Gloria Vecino, su secretaria de toda la vida. Yamid no salía de su asombro al saber que yo me había ido para Pereira, pero me dijo que su objetivo era que yo trabajara en Caracol. Me pidió que no consiguiera apartamento y que me quedara en un hotel ya que mi estadía en Pereira iba a ser temporal.


Exactamente a los seis meses de estar en Pereira, me llamó Yamid a decirme que Oscar Rentería me iba a llamar desde Cali para comenzar en Caracol en esa ciudad y vincularme al equipo de deportes. Igualmente me dijo que no consiguiera apartamento, sino que me hospedara en un hotel porque me iba a hacer trasladar a Bogotá.


Efectivamente, Edgar Rentería me llamó y en Cali estuve trabajando un tiempo con Jairo Aristizábal Rosa, Rodrigo Roldán, Rodrigo Fletcher, Adolfo Pérez y el doctor Cesar Augusto Arias. Yo hacía las transmisiones del futbol visitante.


Un día Yamid Amat me llamó a decirme que iba trasladado para Bogotá. A Oscar Rentería no le gustó mucho, pero así fue. Llegué a la sección de deportes a Bogotá con Hernán Peláez, Oscar Munévar, Jaime Ortiz Alvear, entre otros, y me vincularon a Radioacktiva en el programa de La Locomotora de la mañana.  


Yo desconocía hasta hace poco, por una publicación reciente que leí en Facebook, que mi entrada a Radioacktiva, tuviera algo que ver Oscar Jaime López y Carlos Arturo Gallego, esa parte interna yo no tenía por qué conocerla ya que siempre quién habló conmigo fue Yamid Amat. La verdad es que conmigo nunca hablaron ni Tito López ni Carlos Arturo Gallego.  


Tito López era el director de la emisora y fue quién me dio la información de mi participación en La Locomotora, si bien recuerdo era de 6 a 9 de la mañana.                

 


Varios de sus personajes en 'La Locomotora' fueron: 'El Profesor Dinario', 'Hipocondrio', 'El Mecánico', 'El Doctor Tuga', 'Doña Maribucha'. ¿Cuál de estos personajes fue el más especial para usted?


Yo creo que en su momento todos. La verdad, mi paso por La Locomotora fue demasiado bueno. Radioacktiva fue una radio que me permitió desarrollar unos personajes en la mañana con un grupo de muchachos muy buenos.


Tito López es un excelente director, gran persona, un señor en todo el sentido de la palabra, pero además un hombre que gozaba y se divertía con las ocurrencias del elenco, entre ellos, estaban Alejandro Villalobos, Juan Manuel Correal 'Papuchis', un tremendo talentoso. Tal vez yo era el mayor de la mesa, o a lo mejor éramos Tito y yo, si no me equivoco ambos somos más o menos contemporáneos, calculo yo.


También estaba Gabriel de las Casas, quien entró a Radioactiva porque alguna vez hubo una vacante y yo lo veía en Radio Deportes muy inquieto y conocedor de los temas de la música que pasaba Radioactiva. Cuando se presentó aquella vacante, yo le propuse al doctor Carlos Arturo Gallego, gerente de Caracol y Radioacktiva, para que llevara a Gabriel.


Don Carlos se mostró muy reacio a mi proposición, pero yo le dije que él tenía mucho potencial, hasta el punto de que le propuse de probarlo durante un mes con la condición de que, si no servía, no me pagara ese mes. Así hicimos y a partir de ese mes, Gabriel subió como un cohete. Extraordinario resultó Gabriel para el elenco y después ya sabemos toda la carrera que ha desarrollado, sin duda alguna, como extraordinario hombre de radio.            

 


¿Podríamos considerar entonces qué fue en Radioacktiva, en el programa La Locomotora en donde se disparó su popularidad como imitador?


Lo que pasa es que lo de Radioacktiva era para un público juvenil. Radioactiva fue muy importante en mi carrera, pero nadie tenía idea que iba a aparecer un apagón y nadie tenía idea de que iba a nacer un programa que se llamaría La Luciérnaga.


Yo entré en el 89 a Radioacktiva y luego de tres años, llegó el apagón en el 92 en donde se dio el nacimiento de La Luciérnaga. Yo desarrollaba los personajes en La Locomotora para un público juvenil y tampoco los hice nunca pensando que iba a llegar La Luciérnaga y que aquellos personajes podrían resultar exitosos en un público más adulto o mayor, que fue el público que luego cautivó La Luciérnaga.


Ese fue un taller experimental que me ayudó mucho en mi carrera, no me cabe la menor duda. Desarrollé todos esos personajes que usted me mencionó anteriormente en La Locomotora hasta cuando ya se dio la coyuntura de aparecer en La Luciérnaga, que fue desde el primero día, y que supuestamente era un proyecto temporal mientras duraba el apagón. Pero el apagón se acabó y La Luciérnaga hasta ahora no ha terminado.


Con el tiempo me vincularon a La Luciérnaga y después la Cadena decidió que yo me quedara únicamente en La Luciérnaga y que no siguiera en Radioacktiva. No fue decisión mía, ni de Tito, ni de Rentería, ni de Yamid Amat, fueron los directivos de la Compañía los que tomaron esa decisión conmigo.


Tengo un recuerdo muy especial por mi público de la mañana, muy chévere y divertido que madrugaba a reírse con esa manada de locos geniales absolutamente todos. Muy bueno mi paso por Radioactiva.             

 


Me causa curiosidad su personaje de 'Doña Maribucha'. ¿De qué se trataba?


'Doña Maribucha' resulta siendo una señora de la alta sociedad cartagenera. Solo hablaba de episodios muy 'pupy' de la costa caribe colombiana. Siempre tenía un problema en sus rodillas y constantemente iba a que la viera el médico.


Siempre tenía un animal en su casa. Había que abrir la ventana para que entrara la brisa y se escuchara como volaban los pelicanos y de pronto hacíamos que no entrara un pelicano sino una cacatúa y Gabriel de las Casas hacía la onomatopeya de alguno de esos animales y obviamente nos reíamos de cualquier cosa.


'Doña Maribucha' contaba unas cosas absolutamente fantásticas de la gente que iba a sus almuerzos o a sus cenas porque siempre iban allí los más encopetados de la alta sociedad de la costa del caribe colombiano. Entre ellos, apellidos como Lemaitre, Pumarejo, Pomarico, Las Román -que siempre han sido muy gaseosas- toda la casta alta asistía a su casa y ella cocinaba viandas especiales para la ocasión: La posta cartagenera, el encocado de arroz, el enyucado, el mote de queso, toda esa cantidad de platos extraordinarios que tiene la oda cartagenera.     

 


"La Locomotora era para un público juvenil. Ese fue un taller experimental que me ayudó mucho en mi carrera, no me cabe la menor duda. No hice nunca los personajes pensando en que iba a llegar La Luciérnaga y que aquellos personajes podrían resultar exitosos en un público más adulto, que fue el público que luego cautivó La Luciérnaga." 

Integrantes de La Locomotora: Arriba: Gabriel de las Casas, Tito López, Guillermo Díaz Salamanca y César Mancipe. Abajo: Papuchis y Alejandro Villalobos.

 



Mientras participaba en La Locomotora también colaboraba en Radio Recuerdos con 'La Hora del Mecánico'. ¿Nos lo recuerda?


Ese programa se volvió muy popular y Radio Recuerdos 690 AM, era una emisora súper popular. Estoy hablando para el pueblo, pueblo, y con muchos años en primer lugar de sintonía.


Yo le propuse a la cadena de hacer una hora con ese personaje. Participaba Hernando Galvis Caballero. Se transmitía de 11 de la mañana a 12 del día todos los días. Era un programa de música y el que hablaba era 'El Mecánico' que decía barbaridades. Muy hincha del Millonarios o de Santa Fe, según fuera el caso. Nunca se supo realmente de quién era hincha, pero siempre peleaba por los equipos de Bogotá. Ese programa con ese personaje que fue muy bonito duró unos cinco años en Radio Recuerdos.   

 


Luego vino su paso a La Luciérnaga en donde todos sabemos de su enorme éxito profesional. ¿Cómo resumiría su paso en este programa?


Fue sin duda alguna un golpe de suerte. Yo no tenía en mi menú que fuera a ocurrir el apagón y que apareciera La Luciérnaga que llegó como cuando uno se gana la lotería. Fue una maravilla.


Realmente me invitaron a participar del programa y me dediqué para que las cosas del programa salieran muy bien. Tuve la feliz oportunidad de trabajar con Hernán Peláez, gran profesional, con Juan Harvey Caycedo, Edgar Artunduaga, extraordinario periodista, Rodrigo Beltrán, Carlos Julio Guzmán, Gabriel Chemas Escandón, con los muchachos del grupo 'Los Marinillos' de Medellín, y una gran cantidad de figuras.


Luego llegaron 'Alerta', 'Don Jediondo', 'Polilla', Alexandra Montoya, que como persona es fenomenal y como imitadora extraordinaria.


Varios de ellos, de mi mano, entraron a La Luciérnaga, Jairo Chaparro, el libretista, nuestros productores, realmente fue fantástico pasar por allí y me sirvió muchísimo porque me dio a conocer prácticamente al país.


Si bien es cierto que Radioacktiva tenía varias emisoras en varias ciudades del país en donde nos escuchaban, obviamente con La Luciérnaga a nivel nacional ganamos otro público distinto en una faceta totalmente divertida, informando y divirtiendo por 16 años en la Cadena Caracol, al lado de los compañeros.


Con el tiempo, el programa varió y cambió y sigue funcionando, ahora de la mano de Gabriel de las Casas.         

 


Su recorrido como profesional del micrófono en transmisiones deportivas es vasto, pero creo que una buena cantidad de personas y ahí me incluyo yo, diríamos que lo conocemos más como humorista, como magnífico imitador. ¿Acaso esta faceta suya como imitador se ha encargado de alguna manera de ensombrecer, quizás opacar, esa gran hoja de vida como profesional en los deportes?


Yamid Amat me insistió mucho para que me dedicara más al humor que a los deportes.

Hay una anécdota sobre el particular. En algún momento, Yamid me preguntó de manera enérgica, algo molesto, qué cuantos narradores deportivos había en Colombia, a lo que yo le respondí, mil, y el replicó diciéndome que yo era el número mil. Luego me preguntó qué cuantos humoristas había en Colombia y yo le respondí que unos veinte. Por eso, me dijo. Usted tiene la posibilidad de abrirse campo en un área que esta menos competida que los deportes.


Y la verdad, me costó mucho trabajo porque gran parte de mi carrera se la debo a los deportes. En los deportes hice de todo. Narrar ciclismo, futbol, atletismo, natación, baloncesto. Transmití Juegos Olímpicos, Campeonatos Mundiales de Fútbol, Copa Libertadores de América, viajaba por muchas partes del mundo cubriendo los eventos deportivos y campeonatos mundiales de ciclismo, Tour de Francia, Vuela a España, etc. Yo me preguntaba qué cómo iba a dejar esa vida atrás si era lo que me gustaba hacer y lo hacía muy bien.


Pero el humorista que había conmigo venció, en eso ganó Yamid Amat. La verdad, Yamid Amat, me ganó ese pulso porque prácticamente me convenció de que me dedicara mucho más a desarrollar la parte que tenía que ver con el humor, siendo que el humor es una cosa que en serio, es muy seria.             

 


Supe por un comentario de Rubén Darío Arcila de que usted es el narrador oficial del audio del libro Cien Años de Soledad. Parece que es toda una genialidad su trabajo. ¿Nos comenta al respecto?


Estuve vinculado a Javeriana Estéreo, la emisora de la Universidad Javeriana. Alguna vez me propusieron que leyera el libro completo de Cien Años de Soledad con los personajes. Lo hicimos capitulo a capitulo. Prácticamente puse a los políticos a leer el libro. Lo leyeron: Pastrana, Belisario Betancur, Cesar Gaviria Trujillo, Ernesto Samper Pizano, Uribe Vélez, todos los personajes encopetados de la política nacional, leyeron el libro en su totalidad.


Fue una experiencia realmente extraordinaria. En esa época todavía no estaban tan de moda los podcasts o los audiolibros como están ahora, pero ese fue también un comenzar en una cosa que me pareció fenomenal. La pasé muy bien, requiere de esfuerzo, pero se hizo y salió bonito.   

 


Aprovecho su experiencia como hombre de deportes. ¿Cuál es su análisis de la participación del seleccionado colombiano en la más reciente Copa América que acaba de pasar?


La participación de Colombia en esta Copa América fue un motivo de recuperar la estima. Los colombianos andábamos como medio alicaídos, medio achantados, medios aplanchados, un poco venidos a menos, por todas las situaciones que pasan. Por la confrontación interna que hay en el país, por las cosas de la política que no son buenas, que no andan por buen camino. Y nos encontramos con una Selección Colombia jugando bien. Con un equipo que nos ilusionó, que nos mostró que somos capaces de muchas cosas buenas. Ese equipo funcionó muy bien, lamentablemente se perdió en la final, pero el camino que recorrieron fue realmente espectacular.


Me pareció maravillosa la Selección y una felicitación a todos esos muchachos porque lo hicieron muy bien, nos hicieron sentir muy orgullosos y con ellos recuperamos el estado de ánimo que lo teníamos como por el suelo más o menos.

 


¿Qué análisis hace de lo que está pasando con la Selección de Argentina con tantas dádivas y respaldo arbitral?


Pienso que los directivos siguen siendo unos personajes muy particulares y especiales que no deberían meter la mano, como se nota que se mete en algunos casos. Pero debo decir también que Argentina tiene un gran equipo, que han trabajado muy duro.


A mí en lo personal sinceramente me parece que en el tema arbitral ha habido unos errores tremendos, absolutamente gigantescos que favorecen a la Argentina y eso se ve feo.


Pero, por ejemplo, ahora, en los Juegos Olímpicos, pasó una cosa muy curiosa que dos horas después de un partido les anularan un gol a ellos, entonces esto abre una puerta distinta. ¿Cuál puerta? Ahora los argentinos dicen: ¿se dan cuenta lo que nos hacen a nosotros? ¡Nos acaban de robar un gol!


Ahí, ellos intentan seguramente equilibrar como para que no digan que no todo se los regalan. Pero la verdad, eso no se ve bonito. Vamos a ver qué pasa en el próximo Mundial, si también van a estar desnivelados en favor de Argentina. 

 


¿Esa fe que usted siempre profesa, el ser alguien muy creyente, hasta dónde lo ha llevado en su vida y en sus éxitos profesionales?


Yo creo que uno tiene que hacer las cosas de la mano de Dios siempre. Acompañarse en la medida posible y ojalá en todo momento y en todo lugar de Dios. Yo tengo presente que Dios es bueno todo el tiempo. Soy de una familia que tiene mucha fe. Respeto a todo el mundo en sus creencias, pero en el caso particular mío, hay muchas cosas que son cuestiones de fe, así he crecido y así he madurado, así sigo y creo que así terminaré.


Me parece que es muy importante creer en alguien, en algo. Yo creo en Dios, pero obviamente habrá otra gente que cree en otras cosas por supuesto.        

    


¿Quisiera añadir algo más a estos minutos que bien podríamos extender por horas?


Yo simplemente tengo inmensa gratitud por muchas personas que a lo largo de mi camino me he encontrado en este oficio tan bonito que es de los medios de comunicación. En el oficio de la radio. Seguramente algunos nombres que se olvidan involuntariamente pero no se hace por hacerle daño a nadie. Por supuesto que no.


Quisiera nombrarlos absolutamente a todos, pero ellos saben quiénes son y ellos saben que aportaron y que granito de arena me pusieron para que mi carrera y mi vida en la radio hayan tenido tanto éxito. A todas esas personas, muchas gracias.

 


Siempre es y será un enorme gusto hablar con usted. Muchas gracias por su tiempo.


Muy amable querido Germán. Muchas gracias, que la pase muy bien. 

 


"La Luciérnaga fue sin duda alguna un golpe de suerte. Yo no tenía en mi menú que fuera a ocurrir el apagón y que apareciera La Luciérnaga que llegó como cuando uno se gana la lotería. Fue una maravilla." 

La Luciérnaga: Edgar Artunduga, Hernán Peláez, Alexandra Montoya y Guillermo Díaz Salamanca.

 

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Germán Posada es natural de la ciudad de Medellín (Antioquia). Estudió Locución para Radio y Televisión en el Instituto Metropolitano de Educación (I.M.E). 
  
En Medellín colaboró en el programa Buenos Días Antioquia transmitido por la Cadena Colmundo Radio y participó en la animación y programación del programa Mirador Comunitario a través del Sistema Radial K (Armony Records). Ambos bajo la conducción y dirección del Periodista antioqueño Carlos Ariel Espejo Marín (q.e.p.d). 

 

Desde el 2001 reside en la ciudad de Montreal en donde ha participado en la realización y animación de los programas radiales Escuchando América Latina  (CKUT 90.3 FM), Onda Latina (CFMB 1280 am) y La Cantina (CFMB 1280). 
  

 

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