En el fenómeno de la inmigración existen infinidad de historias, todas de diferentes matices y colores. La historia de Francisco Álvarez, también forma parte de ellas. Nació en Bogotá, en el seno de una familia colombiana, y desde muy pequeño sus padres se lo llevaron a vivir a la capital canadiense, Ottawa. Desde ese momento su vida cambió por completo, el frio bogotano que lo arropó al nacer se trasladó mucho más hacia el norte y allí más helado aún, lo adoptó para nunca más dejarlo ir.
Siempre enfocado en las artes y en la cultura, se hizo bailarín profesional, y luego se dedicó a la administración en la misma área en donde ha venido ocupando posiciones de considerable valor y ganado importantes premios en Toronto ciudad en donde actualmente reside.
En los últimos dos años se desempeñó como Director Ejecutivo de Heritage Toronto en donde fue responsable de los programas públicos sobre la historia y patrimonio de la ciudad. Y recientemente pasó a ocupar la dirección artística y ejecutiva de las galerías de la Universidad OCAD
Por Germán Posada
“Mi papá si logró hacer lo que él quería en Canadá. Lo que el soñaba si pasó. Hoy día mis hermanas y hermanos somos profesionales. Siempre le agradezco”.
Francisco Alvarez. Foto cortesía: Francisco Alvarez.
G.P.: ¿A dónde llegaron inicialmente?
F.A.: Cuando tenía dos años de edad mis padres se vinieron para Canadá. Inicialmente llegamos a Ottawa. Yo vivo en Toronto desde cuando me vine a estudiar a la Universidad de York en 1974. He vivido también por espacios cortos en Vancouver, Winnipeg, Nueva York y Paris.
G.P.: ¿Sabe porque sus padres se vinieron para Canadá?
F.A.: Mi papá y su hermana eran huérfanos y fueron criados por sus tías. Sólo mi tía pudo ir a estudiar a la universidad. Mi papá trabajaba en un banco pero no tenía mucha educación y quería más oportunidades para nosotros.
G.P.: ¿Cómo recuerda su crianza?
F.A.: Fue muy normal lo único era que en la mesa mi mama insistía que íbamos a hablar en español. De resto estudié en escuelas públicas en inglés y en francés. No fue difícil. Siempre me fue bien en la escuela. Mi papá inicio un negocio y le fue muy bien. Éramos seis hermanos. Por ejemplo, en navidad mi mamá cocinaba comida colombiana y escuchábamos los villancicos. Celebrábamos la navidad con la llegada del niño Jesús a media noche e íbamos a misa. Recuerdo que siempre habían fiestas con amigos y en ellas se escuchaba música latina. Aprendí tres idiomas, inglés, español y francés.
G.P.: ¿Cuando viajó la primera vez a Colombia después de estar viviendo en Canadá?
F.A.: Estaba en mi primer año de universidad y tenía 19 años. De hecho el viaje fue por el sepelio de un familiar. Yo me sentía muy extranjero. Mis hermanos y yo no hablábamos el español como el inglés y no nos dejaban salir solos. Estuvimos en familia y conociendo familiares. Recuerdo algunas comidas muy ricas y otras que me parecían algo extrañas. Hasta me enfermé. La he visitado dos veces más. Mi mas reciente visita fue a Barranquilla y a Cartagena.
¿G.P.: Qué puede hablar de la música colombiana?
F.A.: Disfruto la música y el ambiente que es más alegre que en Canadá. Conozco más la música de la época de mis padres por sus discos como por ejemplo, el Trío “Los Panchos.”
G.P.:¿Puede hablarnos de sus estudios?
F.A.: Empecé en Artes Visuales. En mi segundo año tomé cursos de baile y terminé con ambas cosas y resulté como bailarín de danza contemporánea. Me dediqué a la danza por espacio de 9 años y realicé giras en varias compañías con Canadá y Francia.
Después decidí cambiar de carrera. A los 31 años volví a la universidad de York e hice un Master en Administración de Negocios. Fui a Barcelona por un semestre como parte de ese programa.
Francisco Alvarez. Foto cortesía: Francisco Alvarez.
G.P.: ¿Nos cuenta de su experiencia laboral en Canadá?
F.A.: Durante el periodo de Bob Rae como Primer Ministro de Ontario estuve trabajando en el Ministerio de Finanzas de Ontario. Luego de un año y medio me ofrecieron un puesto en el Ministerio de la Cultura y Turismo. Allí estuve unos dos años y medio hasta 1995. Fui asistente de la entonces Ministra Anne Swarbrick. Me encargaba de acompañarla a todos los eventos y aprobaba la correspondencia, todas las becas y subvenciones.
Luego de esta experiencia trabajé en varias organizaciones culturales pequeñas y en 1999 fui al Museo Royal de Ontario como gerente de Relaciones Publicas y después pasé a ser Director de Comunicaciones en un proyecto de expansión del museo. En el Museo trabajé por espacio de 14 años. Luego fui Director del Institute for Contemporary Culture. Allí me encargué de hacer exposiciones de arte y coordinar relaciones entre el mundo moderno y la colección histórica del museo.
G.P.: ¿Cómo ha percibido su experiencia laboral en su vida personal?
F.A.: Encontré un mundo de arte y de exposiciones que me fascinó. Fue como regresar a las artes que tanto me apasionan y me gustó el proceso de trabajar con expertos en exposiciones, con artistas y obras nuevas, entre muchas cosas más.
G.P.: ¿Qué opina de su premio como uno de los “Hispanos Influyentes en Canadá”?
F.A.: Esto fue en el 2012. Fue un honor muy grande. Ha sido un reconocimiento a mi carrera en la cultura y a diversas actividades que he hecho como voluntario. En el tiempo en el que Rod Ford era el alcalde de Toronto cada año trató de cortarnos los fondos para el WorldPride y yo me responsabilicé de esta dificultad liderando como su representante ante los políticos y medios de comunicación.
G.P.: ¿Qué puede decirnos de su premio “Hombre del Año”?
F.A.: En 2014 fui elegido el Hombre del Año por la Organización Inspire Awards . Es un premio que otorga la comunidad LGBT y que premia líderes de la comunidad. En ese año se celebró el primer evento internacional del WorldPride en Toronto y diferentes líderes políticos de Canadá se hicieron presentes.
“A la primera persona que le di gracias cuando me dieron el premio de Hispano Influyente en este país fue a mi papá. Eso fue como un premio a su sacrificio.”
Francisco Alvarez.
G.P.: ¿Cómo califica la política de Canadá en materia de género?
F.A.: Es uno de los países más avanzados y progresivos en este sentido. En Toronto se celebró el primer matrimonio LGBT en Norteamérica y es una comunidad muy dinámica que contribuye mucho a la vida de toda la ciudad. El WorldPride tiene mucho apoyo corporativo. El primer Ministro de Canadá, de Ontario y el alcalde terminaron en el último desfile. Toronto se siente como la ciudad más multicultural del mundo.
G.P.: ¿Cuál ha sido su implicación en el Panamericam Food Festival?
F.A.: Fabulosa. Hasta que conocí a Daniel García-Herreros, no tenía mucho contacto con la comunidad latina de Toronto salvo por las personas que conocí a través de mis papás en Otawa. Con Daniel, he hecho una gran alianza dentro de esta comunidad. Ahora conozco algunas asociaciones latinas importantes en esta ciudad. Yo conozco muy bien de logística y lo que se necesita para obtener auspicios gubernamentales. Prueba de ello fue mi experiencia por algunos años como parte del comité administrativo en el conocido Festival Nuit Blanche. Gracias a mi experiencia administrativa y a la de Daniel en la creación de eventos, hemos hecho un buen equipo. De esta forma fundamos el PAFF. Actualmente soy el Presidente del Consejo Administrativo del Festival.
G.P.: ¿Cómo ve la evolución del Festival?
F.A.: Creciendo y mejorando cada año. Pensando en el público hacemos cambios continuamente en sus fechas teniendo en cuenta el clima para que sea más benigno hacia ellos. Estamos realizando exposiciones de arte y hemos incrementado el número de Chefs invitados. El Festival en sólo 4 años ha ganado varios premios y es considerado el más Importante festival Panamericano de Canadá y esta nominado como Mejor Festival en los Latin Canada Awards de Montreal . Este año estuvimos en el Yonge-Dunda Square, el sitio más importante de Toronto, tuvimos 25 países participantes y pasamos en sólo 4 años de 5.000 asistentes a 50.000 personas. El Pan American Food Festival se volvió el más grande Festival gastronómico y cultural con enfasis en lo latino de Toronto.
Francisco Alvarez y Daniel García-Herreros. Foto cortesía: Francisco Alvarez.
G.P.: ¿Cómo ve la integración del inmigrante latino en Toronto?
F.A.: Está cambiando siempre En Toronto no hay realmente tantos latinos que vivan en el centro de la ciudad. La mayoría viven al norte o al este. Por eso era que no había mucha presencia ni eventos de latinos en el centro de la ciudad. Ahora con el Pan American Food Festival está cambiando poco a poco. Están llegando más venezolanos, en los 70s eran más de Centroamérica y los mexicanos siempre han sido numerosos. Pero esto ha ido cambiando y siento que la gente está aprendiendo a trabajar más amigablemente entre ellos como comunidad.
G.P.: ¿Qué comparación haría entre Canadá y Colombia?
F.A.: Bueno. La diferencia podría comenzar desde la historia de Canadá que fue conquistada por ingleses y escoceses y Colombia que fue fundada por españoles. En Canadá la cultura aborígena me parece que fue más aislada mientras que en Suramérica hubo más mezclas. Esto ayudó mucho a su riqueza cultural y musical. Canadá quedo más británico. Me parece que el frio de Canadá afecta mucho el espíritu de la gente. La mitad del año están muy encerrados y no salen tanto y esto cambia la sicología en ellos, creo que tienen más reglas sociales y son menos espontáneos.
G.P.: ¿Cuál es la percepción del canadiense de Colombia?
F.A.: Creo que está cambiando la percepción en la gente que antes pensaba más en guerrilla y narcotráfico. Recuerdo que cuando estaba en la universidad cuando se daban cuenta de mi origen siempre había una broma en ese sentido. Mi opinión es que ellos no toman independientemente cada país…Colombia, Venezuela, Bolivia, etc, les parece como si fueran uno sólo. No distinguen las diferencias culturales que existen en Latinoamérica.
G.P.: ¿Tiene alguna opinión acerca del proceso de paz que se vive en Colombia?
F.A.: Mi perspectiva es mas desde afuera. Es una buena cosa tener paz en el país. De ir adelante, de crecer unidos a través de la cooperación.
G.P.: ¿A quién agradece por el éxito que ha tenido en Canadá?
F.A.: Definitivamente a mis padres. Mi papá si logró hacer lo que él quería. Hoy día mis hermanas y hermanos somos profesionales. Lo que el soñaba si pasó. Estoy muy agradecido. Siempre le agradezco. A la primera persona que le di gracias cuando me dieron el premio de “Hispano Influyente” en este país fue a mi papá. Eso fue como un premio a su sacrificio. Solo lo veíamos el domingo en la tarde, durante la semana cuando lo podíamos ver en el día estaba dormido. El trabajo mucho por nosotros. Yo sé lo que él hizo.
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