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El ciego de Oro de la locución en Colombia

Writer's picture: German PosadaGerman Posada

Libardo González Escobar 



Libardo González Escobar dejó una huella imborrable en la historia de la locución en Colombia. Hizo nombre en la provincia antioqueña y replicó su protagonismo en la capital. Fue un gran melómano y dueño de una extensa bibliografía musical en la época dorada de los vinilos.


Su capacidad para memorizar era deslumbrante. Sus oyentes no sólo se deleitaban con la selección de música que él ofrecía, si no que se enteraban y aprendían de su saber al aire. Mejor aún, era su carisma al momento de compartir y relacionarse con su audiencia. Así, lo recuerda su hijo, Libardo González: "La interacción de los oyentes y mi papá era extraordinaria." 


La fama de Libardo González Escobar trascendió porque jamás se amilanó por los embates de la vida. Sufrió discriminación a causa de su ceguera, pero pudo más su pasión por la música y la radio, llevándolo a límites inimaginables que solo su muerte les puso fin.


Su trasegar en la radio marcó un hito en la historia de la radiodifusión colombiana, al punto que su vida fue tenida en cuenta para dramatizarla a través de una miniserie televisada llamada: "El ciego de Oro".


Su hijo, Libardo González, gran apasionado por la producción radiofónica comenzó a conocer el mundo de la radio cuando apenas era un niño. Acompañar a su padre a sus quehaceres le brindó la oportunidad de amar también la radio y hoy con frenesí nos comparte a través de sus recuerdos, todas aquellas vivencias al lado de su progenitor por quién guarda todo su amor, respeto y admiración.   

 

   

          

Por: Germán Posada

 


¿A qué edad pudo se enteró que su papá era locutor?

Desde que nací prácticamente. Pero conscientemente a eso de los 7 años cuando empecé a acompañarlo a él y a mi hermano Fernando que iban los domingos a la Emisora Mariana en Bogotá. Mi papá tenía unos espacios allí y yo iba a ver hacer el control a mi hermano mayor.

 


¿Y usted tiene conocimiento del por qué su papá resultó metido en radio?

Empezó siendo concursante en programas de radio en Medellín. Alcanzó a participar en el programa de  'Coltejer toca su  puerta'. Primero fue como participante y luego ya fue invitado a hacer radio. Siempre que le preguntaban tenía la respuesta entonces decidieron de que podía ser invitado a los programas y fue así como se inició en Radio Córdoba en la ciudad de Medellín.   

 


¿Qué tanto lo sorprendió saber que su papá hacía locución pese a ser invidente?

De una manera muy grata porque no tenía la conciencia de lo que es ser invidente, pero si me parecía algo muy bonito el hecho de sentarse en un cuarto a hablar por un micrófono y que te escuchara mucha gente. Eso me parecía sorprendente. Siempre en la casa hubo radio, micrófonos, radios aficionados, radios de once metros. En realidad, no era tanta la sorpresa sino el hecho de verlo conectado a la radio, buscando la música para hacer el programa y armar los programas. A esa edad era lo que sorprendía gratamente de ver ese trabajo que, a pesar del tema de su incapacidad visual, no le impedía hablar duro y hablar de tangos y de música antigua que era su fuerte.

     


¿Qué recuerda muy especialmente de cómo era el accionar de su papá con su trabajo en la radio?

Un hombre muy activo. Nunca se quedaba quieto. Tenía varios campos de acción. Primero, hacer los programas. En esa época tenía tres programas de radio. Uno era  'Argentina canta entre tangos y  recuerdos', de 2 a 4 de la tarde. En la mañana hacía uno que se llamaba  'El Cantar campesino' de 8 a 9 de la mañana. Y un tercer programa que hacía los domingos de 6 a 9 de la noche, todos en la Emisora Mariana. Su interacción era total. Todo el tiempo estaba en función de hacer sus programas y en la tarea de conseguir los anunciantes para pagar los espacios. Él era concesionario de los programas.        

 


Al parecer su papá tenía una memoria prodigiosa. ¿Qué recuerda de él en este aspecto?

Muchísimas cosas. Mi papá era un tipo de una memoria maravillosa. La gente se quedaba sorprendida de todo el caudal de conocimiento que él tenía. Sabía fechas de grabaciones, fechas de nacimientos, de las muertes de cantantes, nombres de compositores de canciones de tangos y de la música antigua. Por mencionarle, artistas como Margarita Cueto, Carlos Leguía, José Moriche, toda la gente que hacía música antigua en aquella época mi papá la tenía muy presente.    

 


¿De los programas que hizo como  'Recordando el Ayer',  'Argentina  canta',  'Mañanitas  colombianas',  'Cantar  campesino', ¿sabe cuál era el más especial para su papá?

Es muy difícil responder esto. Mi papá era fuerte en todos esos géneros. Él   apoyaba mucho el talento regional a través de sus programas campesinos. Pero yo considero que su música favorita eran los tangos. Mi papá era un hombre tanguero al ciento por ciento. Podría decir que es con esta música con la que más se identificaba y a la que más cariño le tenía.

 


Su papá en su momento sugirió a un segmento de oyentes que escuchaban música popular para escuchar la llamada música clásica. Todo un acontecimiento para la época. ¿Qué nos dice al respecto?

Esa fue su lucha eterna. Él tenía otro programa que no lo nombré que se llamaba Continente Cultural. Dicho programa era hecho con reportes internacionales. Mi papá fue corresponsal para la Deutsche Welle, Radio Canadá Internacional y de Radio Nederland. El recibía el material que comprendía cintas y discos para hacer esos programas y nosotros íbamos a las embajadas a recogerlo. Este material era pensado para hacer esos programas.   

A mi papá le fascinaba hacer programas con música clásica, pero esto no era del todo bien visto por el factor de las ventas. Por ejemplo, don Germán Tobón, le decía: "ciego, música clásica no le gusta a la gente, ponga tangos y música popular".

El programa Continente Cultural solamente tuvo dos etapas. Una en Emisora Mariana que fue muy corta y la otra que también fue por un espacio relativamente corto, en una emisora que se llamaba Nuevo Continente, que aún existe acá en Bogotá. El programa tenía informes de las emisoras que le mencioné, colocábamos algunos segmentos de los programas importantes de esa época y se mezclaba con algunas piezas de música clásica, que era su segunda pasión pero que la gente no conocía tanto porque mi papá se orientó siempre hacia la música popular, en especial el tango.  

Estos programas de música clásica se quedaron relegados porque el público de mi papá estaba más acostumbrado a la música popular y esto ocasionó que mi papá no lograra hacer con éxito este segmento de música culta que él siempre soñó hacer. Mi papá fue invitado a varios programas a la Radio Nacional y a Musicar FM ya que poseía mucha música y un amplio conocimiento de esta. De hecho, el doctor Bernardo Hoyos lo convocaba para que le prestara música. Mi papá tenía un extraordinario inglés y un conocimiento de la música bárbaro.

 


¿Le ofrecieron trabajar con ellos?

No. Era una labor más filantrópica que cualquier cosa. Lo hacía por gusto. Aquí en Bogotá nadie hacía esa clase de corresponsalías. Él era un gomoso de la radio. Nosotros enviábamos material que mi papá grababa desde acá, pero era más lo que recibíamos desde el exterior. Si lo llamaban y vía telefónica hacía cosas, pero nunca se logró hacer una corresponsalía en serio que hubiera sido lo ideal.

 


¿Y su aprendizaje del inglés cómo fue?      

Totalmente autodidacta. Mi papá fue un hombre que se esforzó por aprender todo solo. Sabía inglés y algo de latín. El inglés si no estoy mal lo aprendió en el Instituto Nacional para Ciegos en Medellín.  

 


Toda una institución en la emisora Mariana. ¿Qué representaba esta emisora para su padre?

La Emisora Mariana fue la plataforma de lanzamiento de su carrera. Antes había hecho labores en otras emisoras como invitado.

 


¿Quién le puso 'El ciego de oro'?

Mi papá antes de ser un locutor reconocido como El ciego de oro, era invitado por el reconocido locutor Jorge Correa Tamayo a sus programas, y él, fue quien lo puso El Ciego de Oro a principios de los setenta. Yo después tuve la oportunidad de conocer y trabajar con don Jorge y el me corroboró esa información. De hecho, tengo grabado su testimonio.

 


¿Cuántos años trabajó en Medellín y cuando se fue para Bogotá?

Su trasegar exactamente en la radio en Medellín no lo sé con exactitud. Nació en 1929 un 12 de septiembre en Concordia, Antioquia y antes de ser locutor fue agente vendedor de discos y técnico de radiolas traganickel de las máquinas de monedas de los bares y cafés. Él viajaba por los pueblos vendiendo discos y reparando las máquinas. Así se logró establecer en Medellín hasta el año 58.

Nosotros somos del suroeste antioqueño, de Concordia Antioquia, pero yo nací en Bogotá. Mi papá se vino para Bogotá en 1958 después de varios avatares y cosas en Antioquia. A mi papá siendo antioqueño, Antioquia no lo trató de la mejor forma. Mis dos hermanos mayores Fernando y William, si se vinieron con nuestros padres.   

De Medellín se fueron a vivir a Cali y luego a Bogotá en donde se establecieron y sólo a finales de los ochenta volvimos con él a Medellín a visitar una hermana suya que estaba enferma. De hecho, esa visita fue muy agradable para mí y la guardo en mis más gratos recuerdos.

 


¿Qué hizo que su papá tomara la decisión de emigrar a Bogotá?

Fue un tema de comercio. Aparte de su oficio reparando las máquinas, mi papá vendía agujas para radiolas y fue representante de ventas para varias empresas en Colombia. Mientras vendía discos, iba por los almacenes vendiendo piezas para las radiolas y las agujas. Esos tiempos fueron muy difíciles para mi papá porque sus colegas lo discriminaban. Decían, por ejemplo: 'Ahí va el ciego a ofrecerle las agujas págueselas a dos pesos'. Y efectivamente los negociantes querían comprarle barato.

Él se dio cuenta del asunto y de cómo el negocio se le fue cerrando. Fue por esto por lo que tomó la decisión de irse de Medellín. Después hasta fue capaz de decirlo en radio. Decía: 'Medellín el varadero más grande de Suramérica'. De hecho, la familia le recriminaba que dijera esto al aire.

Creería que mi papá tenía un poco de resentimiento con esta ciudad por esta situación.

 


"La interacción de los oyentes y mi papá era extraordinaria." 



¿Cómo se conecta con la radio en Bogotá?       

En realidad, su llegada a Bogotá no la recuerdo en detalle, yo apenas tenía unos cuatro años. Esa parte la conoce mejor mi hermano Fernando. De lo que si tengo conocimiento es que mi papá estaba pendiente de los programas de don Jorge Correa Tamayo y como oyente llamaba a participar y creo que así fueron sus primeras intervenciones en Radio Cordillera, Radio Orientación y Radio Metropolitana o Radio Sonorama, no recuerdo muy bien.  

Por su conocimiento musical era frecuentemente invitado y estuvo participando en programas desde mediados de los sesenta. Su propio programa en Bogotá lo tuvo en 1976.

Radio Metropolitana, Trabajó con José Vanegas le dio sus primeras oportunidades de tener su propio espacio de radio.

En el 73 entramos a Mariana en el 76 hasta el 86 con la crisis económica y perdimos a nuestra hermana menor. Estuvo fuera del aire unos 4 meses. Casi se enloquece. Fue muy duro. Se dio la oportunidad en Radio Pachaca la última del dial de Hernán Castrillón Restrepo. Estuvo 3 meses, hicimos un intento para entrar a Radio Mundial de RCN. Le ayudaron mucho Juan Gossaín, Francisco Restrepo Arroyabe, pero había alguien al interior de la organización que dijo que mi papá no aplicaba porque hacía radio muy popular. 

 


¿Quién es este personaje?

Está vivo y para hablar de lo vivos da pena. Pero él lo sabe.

 


¿Y qué pasó después de ese percance en RCN?

El caso es que como en RCN no se dieron las cosas, empezamos a movernos por el lado de la Cadena Súper y ya con la familia Pava mi papá había tenido un contacto maravilloso y el senador Jaime Pava Navarro y su hijo Henry Pava Camelo, le dieron la oportunidad. Mi papá hizo su programa de tangos en Radio Fantasía, una emisora que recién habían adquirido en 1987 y todavía sin mucha programación. Ahí le dieron oportunidad para que mi papá hiciera un programa de 10 a11 de la noche. La cuestión era que él solo tenía este programa de radio y el resto se lo pasaba en la casa. Entonces les propuso que tenía un programa de música campesina para hacerlo a las 6 de la mañana y se lo aceptaron para que lo hiciera hasta las 8.

Fue éxito total. Las llamadas telefónicas colapsaban. En Súper le propusieron cambiarlo para las 2 de la tarde y fue otro éxito total.

En ese proceso de organizar su programación vendieron el espacio de las 2 de la tarde y nos pasaron de 8 a 10 de la mañana. De esta forma hacíamos las mañanas campesinas y luego empatábamos de 10 a 11 con el programa de tangos. Eran tres horas de radio maravillosas. La interacción de los oyentes y mi papá era extraordinaria.

 


¿Cómo fueron los últimos años de su papá en la radio?

Estando en la Cadena Súper, llegó una organización cristiana que en 1989 compró la radio y por cambios en su programación los programas de mi papá salieron.

Alarmado por la situación, mi padre habló de nuevo con el senador Jaime Pava Navarro y fue a partir de ahí que la cúspide de mi papá en la radio se dio ya que pasamos a la básica a seguir haciendo el programa de tangos de 11 de la mañana al medio día y el programa Recordando el Ayer de 10 de la noche hasta las 12. Este se transmitía en cadena en unas 19 emisoras en todo el país, hasta aquel viernes 17 de junio que falleció. Ese día hicimos el último programa.

 


¿Cómo fueron sus últimas horas antes de morir? ¿Qué decía sobre radio?

En realidad, su muerte fue una gran sorpresa. Mi padre nunca tuvo enfermedades. Pero era muy terco en su manera de comer y no se cuidaba. No visitaba médicos. Solo una vez visitamos un ortopedista porque sufrió una caída. Su decir era que no visitaba médicos porque lo rajaban.  

Siempre me decía que fuera honesto, que tuviera amigos y que nunca le quedara mal a nadie. Además, me encargaba que no dejara vender la música, que la cuidara.   

   


¿Cómo le pareció la serie sobre la vida de su papá?

Maravillosa. El realizador Luis Alberto Garavito me contactó unos seis meses antes de pandemia para que yo actuara a lo que me negué. Como toda serie tuvo sus cosas de ficción, pero Jhonatan Rosero hizo una interpretación maravillosa. Verme representado ahí y ver a mi papá fue muy emocionante. El impacto que tuvo en Colombia fue muy positivo en especial la gente de su generación.

La serie tuvo bastante relevancia. Lo que pasó fue que no se pudo hacer el lanzamiento debido porque justo cuando la terminaron empezó el tema de pandemia.    

 


¿Qué representó Libardo González Escobar para la historia de la locución en Colombia?

Creería yo que un modelo a seguir por su persistencia a pesar de su limitación visual que para él eso no fue un problema. Todo lo contrario, esta condición lo impulsaba más a hacer cosas no solo para él sino de servicio a la comunidad. Fue un autodidacta. Un hombre de mucho empuje y mucha berraquera.     

 


¿En este campo de la locución, a usted por qué le atrajo más lo técnico que la parte hablada?

Así es. Mi trabajo es un 90% producción y 10% locución. La verdad me gusta mucho trabajar detrás del micrófono. Me parece más emocionante. Desde que conocí el manejo de una consola y todo lo maravilloso que podía hacerse allí quedé encantado de esa magia. La técnica me pareció un mundo muy emocionante.

Ocasionalmente colaboro para 95.5 cuando me convocan a hacer secciones y hasta resulté trovando, pero lo hago muy esporádicamente porque realmente lo mío es la producción radial. Todo lo que tenga que ver con programas de radio, los vestidos de los programas, hacer comerciales, jingles, audios para podcasts. Eso a mí me encanta hacerlo.

Otra cosa, y sin ánimo de jactancia, es que por nuestra empresa Crear Sonido, han grabado varias de las voces más maravillosas de Colombia y entonces el solo hecho de escuchar locutores como Gustavo Niño Mendoza, Álvaro Gómez Zafra o un Tito Martínez Ortiz, llama a la prudencia y prefiero más bien, seguir haciendo mi trabajo.        

 


¿Hace cuanto creó Crear Sonido?

Creamos nuestra empresa desde 1997. Tengo la fortuna de tener muy buen oído y me empezaron a creer y tener confianza en este tema. Mis primeros pinitos fueron en Radio Fantasía produciendo dramatizados al lado de la actriz Erika Krum y su hijo.  

 


Ya me mencionó algunos nombres de voces que admira. ¿Pero cuales lo han maravillado?

La primera vez que le grabé a don Gustavo Niño Mendoza. Yo lo escuchaba leyendo Ultima Hora Caracol, pero cuando lo tuve al frente fue algo impresionante. Tiene una voz y un registro bárbaros. Es muy histriónico en el micrófono. Lee maravillosamente. Luego tuve la fortuna de trabajar con Jaime Olaya Terán. El escucharlos me hizo sentirme realizado.

 


¿Cómo le ha ido con su empresa?

Tiene sus cosas buenas y malas. Antes de pandemia tuvimos un nivel aceptable pero después no ha sido lo mismo. En resumen, no podemos quejarnos. Hemos tenido importantes trabajos. Ahora con el auge de la IA, se ha convertido para los locutores en un 'coco'. Para mi es una ayuda, una herramienta más que tenemos para hacer voces.  Creo que no debemos temerle al cambio, tenemos que meternos en ese cambio.                               

 


¿Qué lamenta de la radio de antes y de la de ahora y todo lo contrario que destaca de ambas?

Que ahora estamos muy mal de contenidos. Mi papá tenía una visión y una forma de ver la radio. El siempre pregonaba: "Si usted no sabe de qué va a hablar no hable en el micrófono". La radio actual casi que la podemos tocar. La antigua no. Era un mundo de imaginación. Rescato de la radio antigua la calidad y los buenos contenidos.  Hoy en día con un buen sowtware de creación musical podemos hacer nuestros propios jingles. Anteriormente era un proceso largo y complejo.       

 


¿Para algunos la radio está muy enferma, para otros agonizando y otros dicen que ya está muerta y para usted?

Más vigente que nunca. Quien diga que la radio está muriendo está loco. Si usted analiza en Estados Unidos hubo una reglamentación en donde era obligatorio que los radios de carro volvieran a tener radio en AM. Ese es un síntoma de que la radio no se va a morir. En mi caso, la radio sigue siendo compañía. Lo que pasa es a las nuevas generaciones hay que mostrarles que la radio existe, sino se les muestra cuándo la van a conocer. Cuando no hay internet, celular o teléfono, recurrimos a la radio.

 


¿Cuál es su invitación a las nuevas generaciones para que conozcan la radio?

La radio sigue vigente y es una gran escuela. Gente como el Dr. Hernán Peláez, Guillermo Díaz Salamanca y Jairo Tarazona, pasaron por Emisora Mariana, como su escuela. Hay que hacer escuela antes de pensar en las grandes ligas.

 


Muchas gracias.

Que charla tan agradable. Me encantó. Estoy disponible para que hablemos en otro espacio de este medio tan maravilloso que es la radio.

 


"Quien diga que la radio está muriendo está loco."

Libardo González (hijo) en los Estudios de Crear Sonido.

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Germán Posada es natural de la ciudad de Medellín (Antioquia). Estudió Locución para Radio y Televisión en el Instituto Metropolitano de Educación (I.M.E). 
  
En Medellín colaboró en el programa Buenos Días Antioquia transmitido por la Cadena Colmundo Radio y participó en la animación y programación del programa Mirador Comunitario a través del Sistema Radial K (Armony Records). Ambos bajo la conducción y dirección del Periodista antioqueño Carlos Ariel Espejo Marín (q.e.p.d). 

 

Desde el 2001 reside en la ciudad de Montreal en donde ha participado en la realización y animación de los programas radiales Escuchando América Latina  (CKUT 90.3 FM), Onda Latina (CFMB 1280 am) y La Cantina (CFMB 1280). 
  

 

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