Lograr ser reconocido en los medios de comunicación no es tarea fácil y resulta más especial aún cuando el reconocimiento se logra por fuera del país de origen. Estos son los casos de Alfonso Montealegre (colombiano) y Jaime Baguena (español) que han dejado en Holanda una huella imborrable en la historia de la ilustre y memorable Radio Nederland en donde sus oyentes los identificaban como “Batman y Robin”.
Con la satisfacción que deja el deber cumplido en la vida y después de muchos años de intensas labores a través de las ondas hertzianas, estos dos super-héroes de carne y hueso, nos han querido compartir parte importante de su experiencia de vida personal y profesional.
En esta primera parte nos cuentan la manera de cómo comenzó en cada uno de ellos su gusto por la radio y de sus inicios en Radio Nederland.
Por Germán Posada
“Cuando era un adolescente escuchaba programas musicales y pensaba que sería muy lindo presentar un programa así”.
Alfonso Montealegre r invitados en R.N.
Alfonso: Nací en Girardot, Colombia, donde viví una fantástica niñez y experimenté a fondo el Realismo Mágico que tan maravillosamente ha sabido plasmar en su obra Gabriel García Márquez. Allí en Girardot, fue donde nació mi pasión por la radio y a los 8 años ya escuchaba activamente las bandas tropicales y la onda media. A los 10 visité mi primera emisora en mi ciudad natal. Hice mi primaria en Girardot y mi secundaria en Bogotá con los “Hermanos Corazonistas o del Sacre Coeur”. Una educación europea que me ha servido muchísimo durante toda mi vida. Llegué a Holanda a los 19 y estudié en la Rijksuniversiteit de la ciudad de Leiden, Spaanse Taal- en Letterkunde (Literatura Española) y Literatura Inglesa en la Nutsacademie de Rotterdam. Lo de la radio siempre lo he llevado en mis venas. Cuando era un adolescente escuchaba programas musicales y pensaba que sería muy lindo presentar un programa así. Recuerdo que mi ídolo en aquella época era un locutor llamado Alfonso Lizarazo. Lo mismo rige para mis actividades en TV. A los 20 me entró mucho interés por la presentación de TV. Ya vivía en Holanda y me parecía muy acartonada la televisión acá. Soñaba con ser un presentador más moderno y más desenvuelto. Pero cómo hacerlo? Tuve que esperar hasta 1980. A mis 31 años, cuando mi gran amigo Sergio Silva, una de las más grandes figuras de la radio y la TV de Chile y quien me entrenó y aconsejó cómo ser un buen locutor de radio, me presentó a otra gran figura, el colombiano Andrés Salcedo, quien a su vez me introdujo en el mundo de la presentación de televisión, en Colonia, Alemania, en la DWtv y la Transtel. Allí trabajé durante 18 años en diversos departamentos, como presentador, traductor y director de doblaje de series de televisión. Eso confirma que todo lo que uno sueña con ser “cuando sea grande” se puede convertir en realidad.
Después, Radio Nederland Wereldomroep se convirtió en la Universidad de la Vida para mí. Allí aprendí a fondo una profesión apasionante. Además me permitió darle la vuelta al mundo varias veces y conocer mucha gente interesante. Eso amplió enormemente mis horizontes. Me siento un hombre afortunado.
“Estaba clarísimo, mi sueño no era ser bombero o policía. Era radio y televisión”.
Jaime Báguena.
Jaime: Nací en Barcelona el 8 de noviembre de 1960. Desde mi infancia vivía obsesionado oprimiendo botones y moviendo palancas, preferentemente de televisores y receptores de radio. Nunca olvidaré cuando en 1963, mi padre compró un grabador reproductor de cassette, con radio y con conexión para micrófono. Quedé fascinado de lo que se podía hacer con ese precioso juguete. No hacía más que grabar y borrar, grabar y borrar toda clase de efectos de sonido. Luego se me ocurrió grabar junto con mi hermana mayor mis propias radionovelas; tan en boga en esos años en la radiodifusión española. Mi grabadora y yo éramos inseparables. Recuerdo que vivía ansioso por visitar a mis primas para que ellas me hicieran de locutoras de radio. Del periódico recortaba noticias y grabábamos un informativo. Hasta con señales horarias y todo, pues con mi infantil voz era capaz de imitar los 6 biiiips – esos tonos de 1.000 hertzios. Estaba clarísimo, mi sueño no era ser bombero o policía. Era radio y televisión. Me fascinaba la idea de ser camarógrafo o realizador. Con el ejército de mini soldaditos y con otros juguetes que tenía, formaba un completo plató de estudio en miniatura: decorados, iluminación… hasta incluso cámaras que moldeaba con plastelina. Nada faltaba. Se puede decir que ya era autodidacta en ese terreno, pues prestaba mucha atención a todo lo que concernía a los medios de difusión. Recuerdo todavía mi primera visita a los estudios de TVE en Miramar de Barcelona cuando asistí a un programa infantil.
Tendría unos 13 años (en la década de los 70), cuando por gripe tuve que faltar al colegio. En casa teníamos un viejo receptor a válvulas de mi abuelo. Aburrido de estar en la cama decidí probar el receptor (un Edison de OM, OC y con un “ojo mágico” que se iluminaba en verde cuando se lograba la perfecta recepción). Al cambiar de la onda media a la onda corta, se abrió para mí un mundo mágico. La primera emisora que capté fue Radio Nederland en su emisión del mediodía. Esa misma tarde le siguieron la BBC, Radio Tirana y Radio España Independiente “La Pirenaica”. Las arengas contra Franco de estas dos últimas, cautivaron mi juvenil imaginación. La fiebre de la gripe se convirtió en fiebre por la onda corta. En pocas semanas ya había identificado decenas de emisoras con emisiones en español, muchas de ellas de Europa. Pero la que más me cautivó fue Radio Nederland, seguida de la ORF Radio Austria, quizás por la diversidad de temas y variada programación. Pronto descubrí qué era lo que estaba practicando: el DX (este vocablo significa la cacería de señales electromagnéticas lejanas: D = distancia X = desconocido). Los programas DX de la radio internacional de Holanda, Suecia y Austria me sirvieron en mi formación como activo radioescucha y también para descubrir las otras bandas (OM, FM y TV).
En fin, que aprendí mucho de este hobby que tantas satisfacciones me ha dado. También me sirvió de gran complemento cuando hice mis estudios de Formación Profesional en la escuela de Medios Audiovisuales, en pleno corazón del barrio gótico de Barcelona. Muy cerca de la popular avenida de Las Ramblas. Curiosamente fue ahí donde se encontraba Radio España de Barcelona, donde por circunstancias de la vida obtuve mi primer empleo.
Alfonso Montealegre y Jaime Báguena.
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