Hace diez años Alejandro Marín llegó y transformó La X de Todelar en Bogotá y desde ese entonces sus múltiples ocupaciones no paran. Pese a sus numerosas responsabilidades tuvo la gentileza de tomarse un valioso espacio de su tiempo para responder a mis inquietudes. Su amabilidad contrasta de manera vigorosa -por lo menos para mí- con la descripción de “pedante” ó de “soberbio” que hizo de él en uno de sus artículos, un reconocido hombre de medios de nuestro país.
Marín es célebre y como a casi toda personalidad, se le admira y se le critica, se le adora y se le aborrece. Sus columnas no pasan inadvertidas y a veces levantan polvareda. Su fama la ha ganado de manera laboriosa. Sabe de música y a través de ella, su voz transmite conocimientos. Puede que no tenga la voz grandilocuente que reclama los cánones de la locución, pero méritos propios le alcanzan para romper reglas. Su estilo es tan natural y honesto que fascina, atrae y en ocasiones hasta molesta.
Me gustan sus Podcasts porque en ellos Alejandro no se las da, escucha y deja hablar a sus invitados. No es muy complicado identificar quién es el personaje principal.
Más de dos décadas suman un tiempo considerable en el que Alejandro Marín ha venido construyendo nombre en la historia radiofónica de nuestro país. Pero todavía falta más, para que este influyente personaje siga demostrando que en tiempos modernos en los que la tecnología pareciera arrasar con todo, la sensibilidad, la música y el amor, siguen más vivos que nunca y continúan ganando espacios. Espacios significativos en los que Alejandro Marín es protagonista y figura.
Alejandro Marín. Foto: Archivo Personal Facebook
Por: Germán Posada
G.P.: ¿Qué es lo que hace actualmente en medios Alejandro Marín?
A.M.: Actualmente trabajo como director de emisoras de Advanced Media – soy director estratégico para las marcas La X 103.9 FM y LA 92 en Bogotá – , tengo un podcast en Apple y Spotify que es a su vez un programa de televisión para CANAL TRECE y escribo para el periódico El Tiempo. Soy curador de Playlists especializadas en servicios de streaming y el 22 de abril lanzo un libro que se va a llamar “Historia Secreta de la Música”
G.P.: ¿Ya son cuantos años haciendo radio?
A.M.: Profesionalmente son 21.
G.P.: ¿Lo primero que recuerda de cómo comenzó su gusto por la radio?
A.M.: Asomarme por la ventana hacia el estudio de Veracruz Estéreo Manizales a los once años y pensar de inmediato: “esto es lo que yo voy a hacer en la vida.”
G.P.: ¿Cómo se da el hecho en usted que lo que quería era hacer radio?
A.M.: Montecristo, Yamid, Julio Sánchez Cristo, Marco Aurelio Ovidio Morales, Santiago Ríos, Gabriel Posada Radioacktiva, Veracruz, la música pop, Casey Kasem. Me gustó la radio por todos ellos y a todos los escuché desde niño. Era imposible seguir otro camino con este montón de influencias bombardeándome los oídos y el corazón desde tan temprano.
G.P.: ¿Quiénes fueron sus modelos como locutores?
A.M.: John Peel, Casey Kasem, Gabriel Posada Andrés Nieto Molina, Shadoe Stevens, Cox On The Radio, Scott Mitchell, Kevin & Bean, Howard Stern, Gilles Peterson, Zane Lowe, Dan Carlin y Anthony Valadez.
G.P.: ¿Cuál fue su despegue como hombre de radio?
A.M.: Hace 10 años, en La X comencé de verdad. Carlos Arturo Tobón Kaim, me dio la oportunidad. Apenas estoy despegando.
G.P.: Hace diez años La X de Todelar utilizaba solo programación musical y luego incursionó usted acompañando la música con información. ¿En su momento fue un fuerte desafío para usted?
A.M.: No ha habido un solo momento en estos diez años dirigiendo la emisora en que La X no represente un gran reto. Entre más trabajamos en ella, más difícil es. Uno nunca termina de hacer buena radio. O por lo menos de intentar hacerla.
“La radio ha perdido misticismo, magia, candor, calidad, amor.”
G.P.: ¿Nos comparte cómo logró superar su adicción a las drogas?
A.M.: En el libro le cuento.
G.P.: ¿Es verdad que no tolera los vallenatos?
A.M.: Es mentira.
G.P.: A usted le encanta el reguetón. ¿Para su gusto qué tiene el reguetón que no tiene el vallenato?
A.M.: Esta pregunta la hace dando por hecho que no me gusta el vallenato, por lo que está sesgada a una opinión que repito, no es cierta. Pero si me pregunta como analista – no como melómano – qué tiene el reguetón que no tiene el vallenato la respuesta es muy sencilla: números en streaming.
G.P.: En entrevista que leí, usted dijo que siempre ha perseguido el sueño de la radio. Sobre el tema muchos debaten sobre el fin de la radio que se acerca, mientras otros opinan que seguirá vigente. ¿Usted qué opina al respecto?
A.M.: Que el día que no esté en los carros, se va a acabar. Por el momento, seguirá siendo importante. El tema tecnológico es confuso y poco práctico. El streaming tiene muchas barreras de entrada – el precio, la competencia por el espacio en el celular, el consumo del paquete de datos, son muchas cosas que tiene que resolver. La radio, por su parte, sigue siendo gratis y sigue estando a un botón de distancia. Lo demás es terrorismo mediático y carreta. Pero el día que se resuelvan todos estos obstáculos y los carros vengan sin radio, ahí sí “apague y vámonos”.
G.P.: Ha sido muy mediatizado el tema del video “Leaving Neverland”. ¿Cree que el legado musical que dejó Michael Jackson se verá comprometido por los asuntos personales en los cuales se le implica?
A.M.: Sí. Vivimos en épocas en las que reina la desinformación y la ignorancia. Esto puede llegar a tener efectos devastadores en el consumo de la música de Michael Jackson. Quizá no ahora, pero Leaving Neverland ha dejado un muy mal sabor entre muchos fans, en especial los más jóvenes. Y los catálogos musicales dependen, entre otras cosas, de una historia bien contada para seguirse vendiendo. Cuando un oscuro episodio en la vida de un artista lo azota de esta forma, la gente prefiere ignorar los rastros de verdad que quedan en el camino y, en ese proceso, los artistas pasan al olvido. Le pasó a Leonardo Favio en su momento, a José José también…le puede pasar a Michael.
G.P.: Usted realiza unos podcasts maravillosos con invitados muy especiales, así como usted los presenta en sus diversas introducciones. ¿Por qué son tan Importantes los podcasts en esta era de tanto desarrollo tecnológico?
A.M.: Muchas gracias por sus palabras. Me llenan de alegría. No sé si los podcasts sean tan importantes como deliciosos de hacer, don Germán. La radio ha perdido misticismo, magia, candor, calidad, amor. En el podcast, uno encuentra muchas de esas cosas. A mí me gusta el intimismo del podcast, y la cercanía con un nuevo oyente. Es estar de nuevo a solas con ese oyente. Es volver a amar con las luces apagadas, en mi opinión. Me gusta esa cercanía con ese nuevo oyente, así no sean tantos como los que tuvieron las glorias de la radio en AM y en FM. Es un hecho: ya no vamos a ser tan famosos como Peláez, ¿qué le vamos a hacer? Nos tocó la época que nos tocó, y hay que aprovechar a esas nuevas audiencias, así no sean tan grandes.
G.P.: ¿La imagen que ya se incluye en la forma de hacer radio en la actualidad le suprimió esa fantasía a aquellas voces que salían de aquella caja mágica?
A.M.: Yo sí creo. Ya quedamos muy pocos ensoñando ese tema de “la caja mágica”. “Video Killed The Radio Star”, decía una canción de los ochenta. La profecía apenas se está cumpliendo.
G.P.: Manolo Bellon es reconocido hombre de medios en nuestro país y un erudito por sus conocimientos en música contemporánea, pop y rock. Se dice que usted es el Manolo Bellon contemporáneo. ¿Qué opina de esta comparación?
A.M.: No me gusta la comparación porque Manolo y yo somos dos locutores muy diferentes. Sin embargo, como personas y como profesionales tenemos mucho en común – entre eso, un increíble lazo de amistad que rara vez se tiene con un artista como él – así que, de alguna forma, entiendo por qué la hacen. La verdad es que solo hay UN Manolo Bellon; no tengo cómo llenar esos zapatos jamás, y tampoco soy tan pretencioso de ocupar ese bonito, pionero y sencillamente ÚNICO lugar de Manolo en la historia de la radio colombiana.
G.P.: Le realizó una magnífica entrevista al respetado Hernán Pelaez ¿Cómo se sintió escuchando toda esa experiencia y sabiduría de alguien como el Doctor Peláez, toda una Biblia en esta profesión?
A.M.: Nada más sabroso que escuchar hablar al “dóctor”. Me sentí privilegiado, agradecido y muy orgulloso de conocer a gente de radio como él.
G.P.: ¿Por reconocimiento que se tenga como personalidad de medios que no debe perderse en el ejercicio de su profesión?
A.M.:El amor.
“Uno nunca termina de hacer buena radio. O por lo menos de intentar hacerla.”
Alejandro Marín. Foto:Juan Abel Gutiérrez